Una delegación tandilense viaja a la Expocelíaca para conseguir alimentos Sin Tacc a buen precio
Una delegación de tandilenses participará el próximo sábado de la tercera edición de la Expocelíaca, una muestra con más de cuarenta stands que ofrecerán variedad de alimentos y promociones interesantes en productos Sin Tacc. La Asociación Celíaca filial Tandil invitó a viajar a los interesados y destacó que la empresa Río Paraná les ofreció un 50 por ciento de descuento en los pasajes del sábado (sale 2.45 y regresa a las 18 o a las 20) y la entrada al evento, que se realiza en el Centro Costa Salguero de Capital Federal, es gratuita.
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Por otra parte, Mónica Bufor, una de las referentes de la Asociación Celíaca Argentina en esta ciudad, destacó que la Secretaría de Desarrollo Social del Municipio aportó un minubus de 16 plazas destinado a las familias que no pueden costear los pasajes. Ese contingente partirá junto a una de las integrantes de la filial local y llegará al predio cerca de las 9.30 para que puedan comprar antes de que se llene de visitantes.
“Va a haber más de cuarenta stands de alimentos para celíacos, ya sea chacinados y todos los panificados hasta moldes para hacer tortas y cosas muy modernas. A su vez, proponen talleres de cocina en otros salones y un auditorio donde se dan charlas científicas sobre celiaquía de gastroenterólogos muy prestigiosos que vienen de otros países. También hay un patio de comidas para celíacos”, describió la farmacéutica, quien desde la semana próxima estará acompañando a las autoridades nacionales de la Asociación Celíaca Argentina para la organización de la Expo.
Por otro lado, señaló que es la tercera edición y se aguarda que lleguen celíacos de todo el país como así también de países limítrofes como Brasil y Chile que se enteran a través de las redes sociales.
Una de las grandes tentaciones para los diagnosticados de Tandil son las ofertas y promociones. Hoy, en un supermercado, la harina para celíacos cuesta 89 pesos y estiman que en el evento la conseguirán a 40 pesos el kilo. Por este motivo, muchos llevarán sus balijas con ruedas porque “es impresionante la cantidad de alimentos que podrán comprar con mil pesos”.
Mónica Bufor describió que los productos más codiciados son los panificados y las pastas, además de las ofertas. Pero además, “el patio de comidas es soñado. Tener un patio Sin Tacc es jamás visto”.
Los interesados en sumarse a esta actividad deberán escribir al Facebook “Celíacos Tandil” y dejar su nombre completo y número de documento, ya que la asociación debe presentar la lista de beneficiarios en la ventanilla de Río Paraná. También podrán llamar al 154-210406.
La entidad organizadora de la expo, la Asociación Celíaca Argentina tiene una trayectoria de 36 años y Tandil fue una de sus primeras filiales. Hace 4 años se logró la sanción de la Ley de Celiaquía, con cobertura social para las personas diagnosticadas.
Mónica Bufor valoró la posibilidad de ofrecer una posibilidad de viajar a las personas de menos recursos, teniendo en cuenta que si debían destinar 300 pesos a los pasajes no les iba a quedar margen para aprovechar las promociones de alimentos. Agregó que están ahorrando hace meses para poder volver con productos Sin Tacc.
Además, mencionó que pertenecen a Mesa Solidaria, espacio donde las instituciones se fortalecen a partir de la interacción y la experiencia de cada una de ellas.
Tandil, referente en toda la zona
Entre los 40 stands confirmados para la Expo hay distintas fábricas que están ubicadas en Buenos Aires y Caseros como Kapac, dietéticas que hacen promociones, el fabricante de cerveza, helados, golosinas, Arcor, los laboratorios aptos para celíacos que regalan muestras de cremas, Bucal Tac con los cepillos y cremas dentales, entre muchas otras.
Mónica Bufor afirmó que la aparición de nuevos productos es constante y resaltó que “Tandil tiene cuatro emprendimientos de elaboración de alimentos certificados y trabajan para localidades de la zona. La gente viene a comprar a Tandil de las playas, de Pinamar, Miramar, y el turismo que tenemos. Hay celíacos que vienen a pasear porque es el único lugar donde pueden ir a una pizzería, a un restaurante o a un café”.
Con orgullo tras tantos años de militar por la causa de los celíacos, resaltó que “todo eso lo hemos logrado nosotras”. u
Madre e hija, una historia de lucha contra lo desconocido
Más allá de haberse convertido en una referente de la comunidad y la zona en el tema de la celiaquía, Mónica Bufor carga con su propia historia de lucha fundada en correrse de la parálisis que provoca el temor a lo desconocido para dar lugar a la acción, en este caso en favor de muchos.
Esta conocida farmacéutica luchó durante 8 años para quedar embarazada de su única hija. “Fui subiendo una escalera. Nadie sabía que yo podía ser celíaca. Hoy un ginecólogo si una madre no puede tener hijos, la estudia por celiaquía”, confió para que su ejemplo le sirva a otros.
Cuando aún no sabía que padecía esta patología, hizo un tratamiento de fertilización de alta complejidad en La Plata y en un lote de 13 parejas, fue la única que quedó embarazada. Todo iba bien para la pequeña durante los primeros 24 meses de vida, mientras recibía como alimento la lecha materna.
Sin embargo, cuando Julieta cumplió dos años y medio, comenzó a perder peso y a debilitarse. Mónica la llevaba a la pediatra y los fines de semana, a la guardia del Hospital, por un cuadro de diarrea que no cedía. Frente a la desesperación, la bioquímica Mónica Sparo le advirtió que no podía extraerle tantas muestras de sangre a la pequeña y que si no salía para La Plata o Buenos Aires con su hija, la próxima semana estaría internada por deshidratación. “Hice clic. Salí para La Plata”, contó la farmacéutica.
“Mi hija casi se muere porque yo no sabía de celiaquía. No puedo culpar a nadie porque yo jamás lo había visto en mi carrera. Julieta cuando nació, sufrió mucho porque sentía dolor y no lo podía manifestar. Tenía una celiaquía al ciento por ciento”, agregó hoy, a punto de compartir el cumpleaños 22 de su única hija, una exitosa estudiante que transita el cuarto año de la carrera de administración en la UCA.
“Era una nena que siempre salía a upa del colegio. Estaba en sala de 3, siempre contra la pared sentada, apocada, agotada. No tenía vitaminas en el cuerpo. Se estaba muriendo. Al llegar a La Plata, Amancio Cueto Rúa, que es nuestro fundador de la Asociación, la puso sobre la camilla y me dijo: ‘Me juego un viaje a las Bahamas que es la primera chica que veo con tantos síntomas’. Tenía como 22 síntomas de celiaquía”, relató.
En las distintas etapas que transitó, cuando Julieta tenía unos 8 años empezó a preguntar porqué le pasaba esto, entonces Mónica la llevó a dos sesiones con una psicóloga infantil que la ayudó. Por ese entonces, la familia no podía salir a comer afuera y sufría cuando le explicaban al mozo sobre celiaquía. “Entonces no quedó otra que, con mis compañeras, salir a capacitar la ciudad y salíamos a la calle”, dijo con su carácter
determinante.
Tras sacar adelante a su hija, Mónica Bufor descubrió que también era celíaca. Un repaso por su historia clínica le daba indicios, con una infancia plagada de enfermedades, las dificultades para quedar embarazada y los ataques de asma. A los 40 años el examen genético le dio positivo. “Ahí cambia la vida”, confió y explicó que al dejar el gluten pudo controlar sus graves problemas respiratorios.
A la acción
Cuando Mónica Bufor descubrió que su única hija era celíaca fue a la filial local de la asociación y la atendieron dos mujeres que repetían hasta el cansancio: “No se puede hacer nada”. Con la cultura de lucha del Colegio de Farmacéuticos, sumó un nuevo grupo y salió a la calle, pero además se contactaron para trabajar con el Municipio.
En ese camino, tuvo que capacitar al Consejo Escolar para que pudiera ayudar a los chicos que asisten a los comedores. “Por todos lados hay celíacos. Cada día tenemos más diagnosticados”, aseguró y lamentó que muchos sufren por la imposibilidad de costear los alimentos permitidos en la dieta, el único tratamiento efectivo.
“Con Internet, los que más tienen vienen a preguntarme detalles que necesitan o dónde comprar mejor, qué les conviene, pero los que más asisten a los talleres informativos y de cocina son los que menos tienen, los que necesitan del sistema que tenemos con el Banco de Alimentos y el Municipio”, precisó.
Con respecto a ese proyecto, recordó que “con la correcaminata que hacemos a fin de año junto a Reinventar Tandil, compramos con todo el dinero recaudado harina y eso se distribuye a doce familias, tres kilos entre harinas y fécula de maíz todos los meses. Desarrollo Social del Municipio elige a las familias, ya que las trabajadoras sociales saben cuáles están en riesgo de dieta y nosotros ponemos la harina que está acopiada en el Banco de Alimentos”.
Hoy, junto a las seis mujeres y el único hombre que colaboran para llevar adelante las actividades de la Asociación Celíaca en Tandil, enfatizó la tarea de Patricia Coto -propietaria de Celimundo- quien ofrece los talleres de cocina gratuitos para quienes más lo necesitan. u
PARA TENER EN CUENTA
Los síntomas
En los chicos, hay que prestar especial atención a cuestiones como:
-No crecen
-Distensión abdominal
-Diarrea
-No pueden prestar atención o son hiperactivos porque no pueden expresar lo que sienten.
En la adolescencia:
-Fracturas frecuentes por no absorber el calcio
-Anemia
-Gastritis
-Rechazo a la actividad física
-Cansancio: llegan del colegio y no dan más
En adultos:
-Anemia, sobre todo en mujeres
-Está vinculada a cuatro enfermedades autoinmunes: asma, artritis rematoidea, hipotiroidismo y diabetes. Cuando coinciden dos, hay que descartar celiaquía
-Llagas en la boca
-Dientes que no se formaron bien por falta de calcio
-Visión nocturna disminuida por falta de vitamina A
-Diarrea
-Gastritis
-Dermatitis (parecida a la psoriasis) herpetiforme
-Abortos espontáneos y problemas para tener familia
-Menopausia temprana y comienzo del ciclo tardío
-Depresión
Ahora comenzaron a observarse casos de sensibilidad al gluten, que la padecen personas que tienen intolerancia al gluten pero sin atrofia vellositaria. No son celíacos pero hacen la misma dieta
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