Una familia tandilense recorre el país con un interesante libro
Declarado de interés municipal por el Municipio de Tandil, el libro “Del Río Senguer al Tandil” es una de esas obras que nació como una necesidad para dejar plasmada la propia historia de la familia Knoop. Hoy, a pocos años de su escritura, llegó a lugares inimaginables para la familia, que recorre el país presentándolo e impulsando a todas las familias a recopilar sus historias.
Susana Knoop junto a su marido Guillermo Zambrino y uno de sus hijos, Federico Zambrino, dialogaron con El Eco de Tandil sobre el inicio de esta interesante creación familiar que luego llegó a distintos puntos de la Argentina.
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-¿Cómo surge el libro?
Susana Knoop: -Ambos somos de profesión docente de nivel medio y terciario por lo que siempre nos preocupamos por mantener en nuestros hijos el interés y conocimiento de sus raíces. Por ello es que participamos en familia de las actividades de las colectividades danesa e italiana de Tandil, en honor a los abuelos maternos y paternos. Mis abuelos llegaron desde Hannover (Alemania) a la Patagonia donde nació mi mamá.
También en la mesa compartida siempre estuvo presente alguna historia que tenía que ver con la familia. Como resultado de una de esas sobremesas, surgió una invitación a la abuela para dar una charla en la escuela a los compañeros de cuarto grado de Nicolás, uno de sus nietos.
Con el tiempo, fueron convenciendo a Margarita para que escribiera sus memorias a las que se sumó también el abuelo Enrique. Así, poco a poco, se recopilaron fotos y documentos y fue creciendo la idea de dar forma a un libro en el que todos los miembros de la familia fueron aportando su granito de arena.
Así fue que hicimos algo en computadora como borrador y se lo dimos a nuestros hijos para que quedara entre nosotros. En 2011, uno de esos bosquejos que anillamos, le llegó al intendente de Alto Río Senguer, en Chubut, pueblo donde nació mi mamá. Por lo tanto se mostró muy interesado y nos invitó a que participemos en la Feria del Libro y lo declaró de interés municipal. En ese momento fue que lo hicimos libro y participamos de la feria de esa ciudad.
El libro está basado en el relato de mi mamá sobre cómo vinieron mis bisabuelos desde Alemania, todo lo que les pasó desde 1912 hasta 1950, momento en el que se casó con mi papá en Chubut y se vinieron a trabajar a Tandil; por eso el libro se llama “Del Río Senguer al Tandil”. Ella me dijo que de ahí en más la historia la sabía yo.
-¿Cómo fue la experiencia de esa primera participación en Alto Río Senguer?
Guillermo Zambrino: -Fue muy emotivo porque había mucha gente de la zona que había conocido a la familia. Sobre todo porque el bisabuelo de Susana en Alemania era peluquero, sacamuela y fotógrafo con todo el equipo de revelado. Por lo tanto los vecinos iban una vez al año, después que pasaban las nevadas, para atenderse la boca, cortarse el pelo y se sacaban fotos para documentos, familiares, entre otras.
De esta forma, nosotros llevamos a la feria las fotos del álbum familiar por lo que la gente se encontraba con fotografías, muchas veces únicas, de sus familias esto generó un movimiento constante de personas que terminaban yendo a buscar a sus familiares así que las fotos que para nosotros eran anónimas, a partir de ese momento comienzan a tener nombre, apellido y una historia detrás.
SK: -La comunidad mapuche-tehuelche sacamata-lienpichun estaba exponiendo a nuestro lado y encontraron en el libro al cacique así que le dimos la foto para que la tuvieran. Por lo tanto, el hecho de estar ahí nos permitió conocer a todos los que estaban en las fotografías.
GZ: -Nosotros no somos historiadores ni nada por el estilo, pero creemos que esas fotos tienen valor histórico para alguien que estudia o sabe cómo investigar, de pronto ve personajes, vestiduras, costumbres, entre otras cosas.
SK: -Repito que lo hicimos con mucha sencillez y algo más familiar pero cuando llegamos a Chubut, un historiador se acercó a charlar con nosotros y nos dijo que habíamos movilizado un pueblo.
Federico Zambrino: -Para dimensionar lo que significa, Alto Río Senguer actualmente tendrá algo más de tres mil habitantes en el suroeste de Chubut y que se encuentran con este material a través de un libro que alguien trae de otra provincia pero contando parte de la historia de ellos.
-¿Cómo siguieron una vez que presentaron el libro esa primera vez en Chubut?
SK: -Cuando comenzamos con esto, sabíamos que teníamos tres lugares en los que sí o sí teníamos que presentarlos: Alto Río Senguer donde nació mi mamá, Tandil porque es donde nos hemos desarrollado y queríamos llevarlo a Hannover.
De esa forma pudimos llevarlo al archivo histórico de Hannover, Alemania, donde la directora nos recibió asombrada porque podíamos aportar información ya que la mayoría de las personas se acercaba para buscar información para saber qué fue de sus abuelos. Además lo presentamos en la Feria del Libro de Tandil de 2012 y a partir de ahí comenzamos con un interesante recorrido histórico de la provincia del Chubut con las diferentes direcciones de cultura. También estuvimos en Salta, Olavarría, Tinogasta, en Catamarca, y la semana pasada nos presentamos en la Feria del Libro de Buenos Aires en el stand de la Casa del Chubut.
-Federico, ¿cómo te sumás a estas presentaciones?
Federico Zambrino: -Me uní a ellos en el viaje de Catamarca ya que como soy estudiante de teatro, realicé un monólogo acorde a la presentación libro pero en el momento en que mi abuelo va a pedir las tierras a Buenos Aires en la década del ‘50.
Llegó un momento que salió una ley de tierras y tienen que ir a Buenos Aires a pedir las tierras; por lo tanto desde ahí pensé cómo cuenta un alemán que aprendió a hablar español gracias a la hija (que sería mi abuela), cómo pasan las distintas dificultades y explicarle a un porteño por qué le tenía que dar las tierras confiando en su palabra. Por lo tanto me interesaba trabajar qué nos pasó al llegar, cómo lo vivimos, cómo era la relación con la gente, entre otras cosas.
SK: -Lo que hicimos fue incluir el monólogo a la presentación, sumado a que Guillermo es músico y hace canciones relacionadas, y luego hacemos la primer carta que se escriben mis padres en la Patagonia.
El libro tiene dos partes importantes como es la vida de los alemanes y la historia de amor entre mis padres. Vivían a más de 100 kilómetros de distancia y fueron 12 cartas y dos encuentros en ocho meses antes de casarse.
GZ: -Se ven en un baile, por lo que al día siguiente el papá de Susana le manda una carta en donde le propone andar de novios y casarse; todo en la misma carta. El problema es que la carta tarda tres meses en llegar y otros dos meses para la respuesta en la que la mamá le contesta que sí.
SK: -Por eso cuando vamos a las escuelas también trabajamos con dos cuestiones. La primera son las cartas para que los chicos vean lo que es la inmediatez y el trato ya que se trataban de usted; y la segunda para que ellos puedan rescatar las historias familiares.
FZ: -Por eso impulsamos a que busquen sus historias y que las personas más grandes dejen escrita su propia historia.
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