Una testigo espontánea también afirmó que a Grassi ?todos le tenían terror?
Una testigo espontánea declaró ayer en el juicio contra Julio Grassi, a pesar que la oposición de la defensa, y se sumó a los tres testimonios de trabajadores de la Fundación Felices los Niños que pintaron al cura como una persona autoritaria a “la que todos tenían terror”, informaron fuentes vinculadas al caso.
Durante la audiencia se planteó un incidente y el tribunal decidió tomar declaración a Analía Beatriz Brak, íntima amiga de la madre -fallecida- de Flavio Mundolo, uno de los chicos que gozaba de privilegios por estar entre los preferidos de Grassi.
La mujer, que habló durante una hora y media, dijo que su amiga muerta le pidió que se ocupe de Flavio -que tenía ocho años al momento del fallecimiento de su madre- pero aunque intentó muchas veces acercarse al chico, “en la Fundación me ponían mil excusas y trabas”.
“La única vez que accedí a Flavio, Grassi estaba parado al lado. Yo insistí pero después me tuve que mudar a Rosario”, dijo Brak, al explicar que vio en la televisión el desarrollo del juicio y decidió presentarse por compromiso con su amiga fallecida.
En tanto, la maestra Ana maría Mansilla dijo que una vez encontró muy perturbado a uno de los menores que ella llevaba a su casa, quien después le confesó que otro chico, mayor que él, “lo había obligado a tener sexo oral”.
“A mí eso me pareció gravísimo, porque denuncié el hecho en la Fundación, no pasó nada. Cuando hablé con Grassi le dije que si a él no le importaba a mí tampoco y que lo iba a denunciar. Me contestó que haga lo que quiera”, contó la testigo, quien sostuvo que “a Grassi todos le tenían terror”.
La trabajadora social María Laura Casal habló sobre el autoritarismo del cura y la forma en que trataba a empleados y chicos.
La psicopedagoga María José Giardino dio detalles de los problemas que surgían entre los chicos por ganarse las preferencias del cura, porque “los privilegiados tenían ropa de marcas conocidas, celular y otras ventajas”.
Los testigos trabajaron en una escuela secundaria de la Fundación Felices los Niños como docentes, miembros del gabinete psicopedagógico y en el lavadero, y tienen relación con la prueba que presentó el joven conocido como “Luis”.
Las primeras en declarar fueron Mansilla y Casal y después del cuarto intermedio siguieron Giardino y Brak, en tanto Clementina Dora Salazar avisó que se ausentaría por razones de salud, informaron las fuentes consultadas.
El abogado querellante Jorge Calcagno dijo a Télam que “a medida que avanza el juicio y se suman los testimonios van inclinando la balanza en forma demoledora a favor de las víctimas. No sé como piensan hacer para remontar, en derecho”.
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