Ante una ola de delitos, vecinos de María Ignacia se movilizarán para reclamar seguridad
La iniciativa se gestó este sábado a la mañana. Un robo domiciliario terminó por colmar la paciencia de los residentes de la tranquila localidad rural. La convocatoria es para este lunes, a las 20, en reclamo de respuestas concretas de las autoridades policiales y municipales.
Preocupados por una ola de delitos que no cesa y que tiene por blanco principal a las casas de familia, los vecinos de María Ignacia (Vela) decidieron organizarse para hacer oír su voz y reclamar por medidas que refuercen la seguridad y les permitan recuperar la tranquilidad a la que están acostumbrados.
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El encuentro comenzó a definirse ayer por la mañana luego de un robo ocurrido en una vivienda, que se sumó a la seguidilla de episodios registrados en la última semana del año pasado, entre las Fiestas.
Según expresaron los residentes, pese a las denuncias y a los reclamos ante la Delegación Municipal, faltan respuestas y no se logran avances concretos.
En diálogo con El Eco de Tandil, una vecina de la localidad rural compartió los motivos que llevaron a organizar la movilización, que se celebrará mañana, a las 20, en la plaza principal de la vecina localidad.
“Vivimos en una población chica, de dos mil habitantes, tranquila, pero nunca con una inseguridad como la que estamos sufriendo”, resumió en el inicio de la conversación telefónica con este Diario.
Cinco robos en una semana
Enseguida, repasó los episodios delictivos que pusieron en alerta a los pobladores, todos ocurridos en la última semana, entre Navidad y Año Nuevo. “Fueron cinco robos en casas particulares y dos intentos de robos de autos”, repasó y compartió la preocupación “porque la gente no quiere salir de sus casas y todo queda en la nada”, en alusión a las tareas llevadas adelante por la policía para tratar de dar con los responsables de los atracos.
Y algunas de las razones esgrimidas apuntan al estado de las cámaras de seguridad o a la ausencia de ellas, pero también a la falta de resultados de algunos allanamientos. “La policía está en conocimiento”, aseguró y agregó que las eventuales fiestas clandestinas parecen concentrar la atención de las autoridades para evitar nuevos casos de Covid-19. Hasta ayer, la localidad reportó 23 residentes cursando la enfermedad.
A más detalles, indicó que los robos suelen registrarse en momentos en que sus moradores se encuentran en las viviendas, pero también durante su ausencia, e hizo referencia al feroz ataque que sufrió un trabajador rural el pasado 1 de diciembre en un campo Santa María, que terminó con su vida días después. “Y todo queda en la nada”, expresó, intranquila.
A partir de este escenario, un grupo de vecinos lanzó la convocatoria por las redes y rápidamente sumó adhesiones.
Sin embargo, el robo que terminó con la paciencia de los residentes fue el ocurrido en una casa de un “hombre trabajador”, a quien “le rompieron y llevaron todo”, pero también otro del que fue víctima una señora mayor, la semana pasada, a quien “le desvalijaron la casa”.
“Tierra de nadie”
Ante la falta de respuestas, y sin avances en las denuncias radicadas en el destacamento de María Ignacia, los vecinos insistieron con su pedido para que “alguien haga algo” y así evitar consecuencias mayores. “El pueblo parece que se está convirtiendo en tierra de nadie y nosotros vivimos en un lugar de puertas abiertas”, comparó la vecina y remarcó que “no podemos vivir así”.
“La gente del pueblo quiere vivir segura, eso es lo que más nos interesa”, enfatizó y dijo que esperan ser escuchados.
Los organizadores indicaron que la asistencia será con cumplimiento de las medidas sanitarias recomendadas para evitar contagios de coronavirus.