Comerciantes de Avellaneda y Santamarina expresaron malestar por la demora en las obras
Propietarios de comercios situados en Avellaneda y Santamarina expresaron su malestar por la demora en las obras de repavimentación que se realizan en esa esquina porque consideran que los está perjudicando en las ventas.
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Según pudo saber este Diario, en los próximos días el reclamo podría materializarse de manera formal e incluso podría haber un pedido de baja de las tasas por los inconvenientes que las obras están causando a los comerciantes.
Los trabajos de repavimentación integral de la bocacalle de las avenidas Avellaneda y la intersección con Santamarina y Bolívar comenzaron el lunes 8 de enero con tareas preliminares y el martes 9 se empezó a levantar el antiguo pavimento. Actualmente se está comenzando a hacer el nuevo pavimento, pero de acuerdo a lo que manifestaron los comerciantes, hubo varios inconvenientes que demoraron la obra y que podrían haberse evitado, como la construcción de parte del pavimento sin tener en cuenta que faltaba colocar un caño de gas, por lo cual hubo que volver a romper el pavimento para poner esos caños.
La obra obligó a la interrupción total del tránsito en ese sector de la ciudad que continuará de ese modo hasta que se terminen todas las tareas y hay que tener en cuenta que el proyecto prevé que los trabajos de repavimentación prosigan por Avellaneda hasta Paz.
Los reclamos
Los comerciantes explicaron que las ventas bajaron en forma considerable desde que empezó la obra, a raíz del poco flujo de tránsito que hay por la zona.
Si bien manifestaron que es lógico que mermen las ventas, cuestionaron el hecho de que la obra no se haya hecho de una manera más organizada, lo cual habría permitido finalizar los trabajos en un menor lapso de tiempo.
“Lo que notamos es un poco de desorganización y falta de coordinación para acortar un poco los plazos. No sabemos los plazos en los que se tiene que hacer la obra pero da la sensación que hay muchos momentos en que no avanza o hubo problemas de coordinación entre lo que es gas, agua, todos los caños que pasaban por abajo y creo que eso fue lo que más demoró todo”, dijo uno de los comerciantes.
Falta de
previsión
En ese contexto, criticaron que los trabajos se demoraron alrededor de una semana porque “tuvieron que volver a romper parte de lo que ya estaba hecho, porque no habían pasado un caño de gas. Ya estaba puesto el asfalto y lo tuvieron que romper para colocar el caño de gas”.
Además, les comentaron que ahora hay un problema con un caño de agua y está nuevamente todo demorado porque en los últimos días no había personal para arreglarlo.
“Yo no pretendo que las ventas sean las mismas, entiendo que si hay que arreglar las calles van a disminuir las ventas pero me hubiera gustado que se hiciera programado y coordinado”, expuso uno de los propietarios de un comercio.
Asimismo, uno de los comerciantes criticó que no les hayan avisado con antelación cuando se iba a llevar adelante la obra, lo cual les habría permitido tomar alguna acción que les permitiera hacer frente de la mejor manera a la baja de las ventas, como cerrar algunos días por vacaciones o avisarle a los clientes.
“Vinieron un día a romper y nosotros no sabíamos nada”, manifestó.
Una obra
necesaria
Por otra parte, los comerciantes reconocieron que se trata de una obra muy necesaria porque la calle estaba rota.
Y si bien admitieron que era previsible la baja en las ventas, se podría haber hecho todo en menos tiempo con más previsión y tal vez más personal.
Según pudo conocer este Diario, algunos comerciantes ya expresaron su queja de forma verbal a funcionarios del Municipio pero en los próximos días ese reclamo se materializaría en una nota en la cual se pediría una disminución de tasas por los inconvenientes que les ocasionó la demora en los trabajos.
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