Con la premisa de mejorar la atención, se inauguró la renovada Guardia del Hospital Santamarina
La nueva guardia lleva el nombre del médico retirado Norberto Rabal y cuenta con mobiliario, aparatología e infraestructura acorde a las necesidades actuales. Las renovadas instalaciones permitirán mejorar la atención ofrecida e incrementar en un 30 por ciento el nivel de respuesta del servicio. El jefe comunal enfatizó la importancia de que el dinero de los contribuyentes vuelva a la gente a través de obras de calidad.
Se realizó ayer el acto formal de inauguración de las obras de ampliación y remodelación del Servicio de Guardia del Hospital Municipal Ramón Santamarina.
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Con la presencia del intendente Miguel Lunghi; el presidente del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP), Gastón Morando; el director médico del Hospital Santamarina, Fernando Fernández, y demás autoridades municipales, ayer se habilitó el nuevo sector de emergencias sobre la calle Alem, que además contará con un novedoso sistema de atención en guardia denominado Triage, para evaluar el estado del paciente que ingresa según su prioridad de atención.
La nueva sala, que lleva el nombre del retirado médico cirujano Norberto Rabal, se presentó como parte de una política de Estado que prioriza la inversión y el desarrollo de la salud pública.
Según explicaron, la obra se dividió en dos etapas, que se ejecutaron de manera sucesiva. En primer término, se completó la ampliación de la sala de espera, con capacidad de 60 personas, se reorganizó el acceso, se construyeron nuevos baños accesibles para damas y caballeros, se colocó nuevo mobiliario y se realizaron diferentes trabajos para mejorar la circulación de los médicos por el sector.
La segunda etapa contempló una renovación integral en el sector interno para mejorar la funcionalidad del servicio, mejorando a su vez las condiciones de higiene sanitaria de acuerdo a las formas recomendadas en la actualidad.
Las mejoras
El doctor Fernández fue el primero en hacer uso de la palabra, revalorizando el carácter fundamental de contar con una guardia en óptimas condiciones para cualquier persona que pueda requerir ayuda, y destacó la calidad del personal hospitalario, factores ambos que redundarán en una mejor atención al paciente.
“El paciente al ingresar se sentirá contenido y valorizado, y una vez que traspasa, ingresa a la sala de comienzo de atención, personal capacitado va a realizar el Triage, luego va a encontrarse con mayor cantidad y calidad de boxes de atención, mejor dispensación de medicamentos y uso de aparatología, se remozó la internación de guardia”, enumeró el profesional.
Y sostuvo: “Si en algunos casos no estuvimos a la altura de las circunstancias es producto de la gran afluencia de gente, que la gente sepa que la intención es siempre mejorar”.
Por su parte, Gastón Morando, titular del SISP, agradeció al intendente Lunghi como promotor de las obras, a la ingeniera Marta de Rico y al arquitecto Héctor Fernández, que estuvieron a cargo de la obra, a todo el personal del Sistema de Salud Pública, a los directivos del Hospital, al vicepresidente del Sistema Integrado, Matías Tringler, y a todas las personas que participaron en el proceso.
El funcionario eligió en su discurso recuperar la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sostiene que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de afecciones y enfermedades, para capitalizar el valor de las mejoras e inversiones en materia de salud pública que atiendan todas las demandas de la comunidad.
Luego destacó el nivel de inversión en salud pública por parte de la gestión comunal, y repasó algunas acciones desarrolladas en todos estos años, como la prevención y promoción de la salud en los centros comunitarios, la construcción y puesta en funcionamiento del Hospital de Niños, la creación del Centro de Salud Mental y el Centro de Salud Mental de Día, las obras e inversiones realizadas en el Hospital Santamarina, los nuevos consultorios externos, las refacciones de las salas, el desarrollo de la Historia Clínica Digital, la inversión en nueva aparatología, la digitalización de diagnóstico por imágenes, la consolidación del sistema de emergencias con la implementación del SAME y los muy buenos indicadores de salud de la ciudad.
Fortalecer la salud pública
Finalmente, el intendente Lunghi se mostró muy satisfecho y orgulloso por el logro, y señaló que “los vecinos de Tandil tienen una guardia de emergencia médicas de igual nivel y calidad que los mejores establecimientos privados de salud de la Provincia”.
Y enfatizó: “Desde el lugar del hombre común, defiendo a rajatabla el concepto de que el dinero de los tributos municipales debe volver siempre a la gente, en obras que igualen a todos y que trasciendan las épocas”.
Además, el jefe comunal detalló que “la guardia de un Hospital es el lugar clave en la atención directa, recepciona a las ambulancias que responden ante cualquier urgencia, es el ámbito que salva vidas, que compensa y que contiene, por lo tanto es un sitio de altísimo estrés para todos los que trabajan allí y para los pacientes y familiares que ingresan a ella. Hablar de calidad y confort hospitalario es reducir ese estrés en la difícil convivencia con el dolor, con la angustia, con el miedo y también con la esperanza”.
Antes del tradicional corte de cintas y el descubrimiento de la placa alegórica, el intendente Lunghi entregó reconocimientos a Marcelo Alonso y Alejandro Ruggeri, que colaboraron con la obra; a Marcelo Bondi, que facilitó una escultura, y Franco Pichoni, que diseñó el proyecto original.
Por último, tras la invocación religiosa, las autoridades procedieron al habitual corte de cintas y el doctor Rabal y sus familiares descubrieron la placa que lleva su nombre, justo homenaje que nominará de ahora en más al renovado servicio de emergencias médicas de la ciudad.
Los problemas edilicios
El nosocomio local ha sido objeto en los últimos meses de diversas denuncias sobre la falta de mantenimiento y otros problemas asociados a la infraestructura. Es posible citar el inconveniente suscitado el año pasado con los ascensores y la interrupción del suministro de gas en algunas salas, hechos que convocaron la atención pública y mediática.
El intendente Lunghi, en comunicación con este Diario, se refirió al tema y aseguró que se giraron otros 12 millones de pesos para continuar con las obras en el centro asistencial.
“Están instalados los nuevos ascensores, ya terminados, de acero inoxidable, era una necesidad. Tuvimos un atraso, una licitación que se cayó, pero trabajamos mucho en eso”, justificó.
Por otra parte, especificó que se ejecutaron obras de renovación de cañerías para subsanar el problema del gas y que se cambió el tablero especial que se requiere para alimentar con energía eléctrica los distintos aparatos, por un valor de más de dos millones de pesos.
“Hay épocas más complicadas y si las cosas no se mantienen, se van juntando los problemas”, consideró.
El Triage
El Triage es un sistema de atención que permitirá canalizar el grueso de las consultas y establecer así una escala de prioridades, evitando las congestiones y malestares innecesarios en el ámbito de la guardia. Vale reseñar que en 2018 se canalizaron 47.708 atenciones en el servicio de emergencias, una cifra muy elevada, y que es habitual que los vecinos emitan quejas con respecto a las demoras sufridas hasta obtener atención en la guardia.
Este sistema permite clasificar y ordenar el flujo de pacientes en función de la gravedad de la enfermedad y urgencia de atención. En otras palabras, este método de trabajo elimina la atención por “orden de llegada”, y en cambio, propone categorizar a los pacientes según la gravedad de sus consultas en cinco niveles, estableciendo así las prioridades y los tiempos de espera. Este procedimiento está establecido en la Provincia desde agosto de 2017 por la Ley 14948, que prescribe su aplicación en todas las salas de urgencia del territorio.
Con la premisa de mejorar el nivel de respuesta y prodigar atención inmediata a quienes lo necesiten, se implementará con el correr de los días este modelo, estandarizado mundialmente, que servirá -además de optimizar tiempo y recursos- para tranquilizar al paciente, explicándole que puede esperar ser atendido por una dolencia que no acredite carácter urgente.