Con un enfático pedido por la legalización del aborto, Tandil tuvo su marcha “Ni una menos”
“Si no hay aborto legal, qué quilombo se va a armar. Cortamos la ruta y quemamos la catedral”, cantaron las manifestantes mientras marchaban por distintas calles de la ciudad, con un contundente mensaje a pocos días de la votación en el Congreso del proyecto de ley que busca despenalizar la interrupción del embarazo.
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Por cuarto año consecutivo en esta fecha se realizó la marcha “Ni una Menos” en distintos puntos del país, lo que se replicó en Tandil. Con una mayor cantidad de adolescentes y estudiantes universitarias que en otras oportunidades y supremacía de mujeres, la característica principal de la manifestación este año fue la intervención con manifestaciones en distintas instituciones vinculadas a la Justicia y la salud sexual, además de establecimientos asociados a la violencia y el acoso.
Pañuelazo
La convocatoria fue a las 15.30 en Paz y Uriburu, frente al Hospital Ramón Santamarina, donde se realizó un “pañuelazo” para reclamar la legalización del aborto. Cientos de mujeres con pañuelos verdes, que simbolizan la lucha por el aborto legal y gratuito, se manifestaron en la puerta del nosocomio local, donde realizaron las primeras intervenciones en su frente para visibilizar el reclamo puntual que tiene que ver con esa institución.
“Sobrevivir a un aborto es un privilegio de clase”, “basta de violencia obstétrica”, “ni una menos es aborto legal” y “tu objeción de conciencia nos está matando”, decían las pancartas que situaron en la fachada del centro asistencial.
Pocos minutos después de las 16, las manifestantes, se encolumnaron detrás de la leyenda “Ni una menos”, seguida por un pañuelo verde gigante con mensajes a favor de la legalización del aborto.
Con sus pañuelos verdes característicos de la lucha por el aborto legal y muchas vestidas de violeta, símbolo de la pelea contra la violencia de género, unas mil personas se enfilaron hacia el edificio central del Poder Judicial, donde realizaron una nueva intervención con carteles que solicitaban capacitación en género para todos los agentes judiciales, creación de una nueva defensoría civil y de la fiscalía especializada en género e implementación del patrocinio gratuito para víctimas.
El grito de las
que no tienen voz
“Una mujer muere cada día por un aborto clandestino”, “mi cuerpo, mi decisión”, decían algunos de los carteles que llevaban consigo las manifestantes.
En tanto, que otros expresaban que “al closet y al FMI no volvemos”, “somos la muerte de la moral”, “no al FMI”, “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir” y “cada 30 horas muere una mujer víctima de violencia de género”.
Más mensajes referían que “callar duele más”, “somos el grito de las que ya no tienen voz”, “yo elijo cómo me visto y con quién me desvisto”, “aborto libre, seguro y gratuito ya”, “ser mujer no es sinónimo de ser madre”, además de “un Estado ausente es un Estado femicida”.
Los cánticos también resultaron muy significativos de la lucha feminista: “Abajo el patriarcado que va a caer. Arriba el feminismo que va a vencer” o “se cuidan los machistas, América Latina va a ser toda feminista” y “abajo el macho violento, que va a caer”.
Y también había otros a favor del aborto legal como “Macri gato, legalizá el aborto” o “queremos en las farmacias misoprostol”.
Más intervenciones
La tercera intervención fue en la Comisaría de la Mujer, donde la titular de la institución y otras mujeres policías estaban en la puerta esperando a las manifestantes, a quienes saludaron cordialmente, recibieron el petitorio y permanecieron allí mientras duró la protesta.
Antes de la última intervención, que fue a pocos metros de la Parroquia del Santísimo Sacramento, pasaron por boliches ubicados sobre avenida España. En tanto, frente a la Iglesia Matriz, un grupo de jóvenes realizó una representación que simbolizaba la quema de las que eran consideradas brujas por no atenerse a las costumbres de la época, por parte de la Iglesia. “Somos las nietas de todas las brujas que no pudieron quemar”, vociferaron.
Por último, llegaron a la explanada municipal donde hicieron lectura de un petitorio que resumía los principales reclamos de la manifestación. u
“Tendríamos mayoría de votos a
favor de la legalización del aborto”
“El 13 de junio es nuestro mundial, juntémonos a verlo al menos”, dijo Gisela Giamberardino, integrante de la agrupación feminista Mala Junta, al finalizar la manifestación, en referencia al día en que se votará en el Congreso la Ley de Despenalización de Aborto.
En diálogo con El Eco de Tandil, explicó que “estamos siguiendo bastante de cerca el debate y se está viendo que tendríamos una mayoría de votos a favor de la legalización, se están armando caravanas y vigilia para ir desde distintos puntos del país a acompañar el debate”.
“Por ahora creemos que algunos indecisos han cambiado a favor de la legalización, y en ese sentido, estamos esperanzadas y por lo datos que tenemos, se aprobaría la ley en la cámara de Diputados”, sostuvo.
En tanto, consideró que “eso no nos indica más que un norte a seguir luchando porque después falta la de la Senadores, que es donde creemos que va a ser más ardua la discusión por el tema de que los senadores tienen que ver con representaciones de las provincias y donde también hay algunos partidos que dijeron que van a votar por el no en bloque, así que vamos a tener que seguir trabajando”.
No obstante, destacó que “hemos logrado la despenalización social del aborto desde el 2006 hasta ahora, y esperamos lograr esta ley que sería lo que necesitamos, una herramienta legal que permita y garantice a las mujeres que necesiten o decidan interrumpir la gestación, hacerlo en condiciones seguras y gratuitas”.
El petitorio
En el petitorio, que se desarrolló bajo el lema “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos” se repitieron muchas de las consignas que vienen proclamando cada 3 de junio desde hace 4 años.
Con un femicidio cada 30 horas, enfatizaron que “este día es una jornada de lucha, que surgió de la indignación por la violencia patriarcal contra las mujeres, y que significó un punto de inicio para problematizar los discursos y las prácticas machistas que la reproducen cada día y que ponen a las mujeres y a las disidencias sexuales en situación de sujeción, de cosificación, de vulneración y de explotación”.
Y resaltaron que “las violencias del sistema heteropatriarcal se expresan, se fortalecen y se manifiestan, a través de políticas y acciones en la economía, la Justicia, la educación, la salud y la cultura, por eso nuestros reclamos son múltiples e integrales. Por eso nuestra crítica se dirige a múltiples actores y necesariamente se expande a los variados ámbitos de la vida social”.
Consideraron que es el Estado quien debe “orientar los lineamientos generales que permitan desandar el camino de estas violencias, con políticas concretas”.
En ese contexto, rechazaron las “las políticas de ajuste y endeudamiento que nos imponen nuevos condicionamientos a nuestras vidas, más precarización y más violencia. Al closet y al FMI no volvemos más”.
“La actual crisis económica, el tarifazo, la inflación, el endeudamiento y la vuelta al FMI, empobrece, precariza y embarga especialmente nuestras vidas, la de las mujeres, lesbianas, trans y travestis”, sostuvieron.
Y añadieron que “la falta de políticas públicas que garanticen derechos y la quita de recursos a todo lo público afecta y empobrece nuestras existencias, posibilitando que las violencias sexistas se perpetúen en sus impunidades”.
Exigieron que se implemente con todos los recursos necesarios el Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, que se asigne un presupuesto municipal suficiente y acorde a las necesidades crecientes que permita una atención integral a víctimas de violencia.
Se solidarizaron además con las trabajadoras despedidas de la línea 144 y rechazaron todo tipo de ajustes en la materia.
También exigieron la implementación en todo el país de la ley del cupo laboral travesti trans.
En Tandil
Puntualmente en la ciudad, reclamaron la incorporación de una médica en la Comisaría de la Mujer y más profesionales para el equipo interdisciplinario, además de la creación de otra Defensoría Civil y de una fiscalía especializada en violencia de género.
Y especialmente este año, exigieron “ni una muerta más en abortos clandestinos, que se despenalice y se legalice de una vez el aborto en nuestros territorios, que la maternidad sea una elección libre, fruto del deseo, y no una obligación, que se respete la vida y autonomía de las mujeres y de los cuerpos gestantes, que se respete la capacidad de decidir sobre nuestros cuerpos. Nosotras parimos, nosotras decidimos”.
Asimismo, respaldaron el trabajo de la Consejería en Salud Sexual, Reproductiva y (no) Reproductiva e Interrupción Legal del Embarazo del Hospital Municipal, y de los centros de Salud de la ciudad.
Volvieron a pedir la incorporación de personal médico no objetor de conciencia al servicio de tocoginecología y que la dirección del Hospital esté a cargo de una médica o médico no objetor de conciencia porque “las instituciones son las responsables de garantizarnos el acceso a una salud pública, libre de violencia y discriminación”.
“Exigimos la plena implementación de la Ley de Educación Sexual Integral en cada una de las instituciones educativas de la ciudad. El pedido es urgente y el cambio es posible, Ni Una Menos se instaló en la agenda pública y política”, remarcaron.
Consideraron que el feminismo apuró la vigencia de leyes, construyendo estrategias para permear desde las plazas hacia los recintos legislativos.
Destacaron la organización de mujeres en Tandil, desde la Biblioteca de las Mujeres (un semillero de feministas hasta hoy), entre muchas otras que luchan por los derechos.
“Este 3 de junio salimos a andar reconociendo estos antecedentes, sabiéndonos protagonistas de una lucha que no inició con nosotras y que nos desborda. Salimos a andar con las Ailín, las Chiara, las Milagro, las Berta, las Marielle, las desaparecidas, criminalizadas y asesinadas por ser mujeres, por defender su territorio, su cuerpo. Salimos a andar haciendo realidad los sueños que soñamos juntas y despiertas”, concluyeron.
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