Control Urbano Vehicular denuncia un relajo en la sociedad en cuanto al cumplimiento de las normas
El director de Control Urbano Vehicular, Walter Villarruel, manifestó en diálogo con este medio que notó un relajo en la sociedad. Como evidencia, señaló que en sólo una semana secuestraron más de 50 vehículos.
Tras haber concluido su tarea en los puestos de control sanitario que se habían apostado en los ingresos por ruta a Tandil, el personal de Control Urbano Vehicular volvió a abocarse de manera completa a la inspección dentro de la ciudad y, en tan sólo unos días, secuestró más de 50 vehículos por circular sin la documentación necesaria o por incumplir con alguna norma de tránsito.
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El pasado lunes 16 de noviembre el Municipio determinó que ya era momento de levantar los retenes y dedicarse a efectuar un control más puntilloso en la ciudad, teniendo en cuenta la situación epidemiológica y que a partir del 1 de diciembre se habilitará el Turismo, de modo que Provincia estableció que debería haber tránsito libre en todo el territorio bonaerense.
Sin embargo, tras más de ocho meses de un duro trabajo, soportando el crudo invierno tandilense y las elevadas temperaturas registradas a lo largo del año, desde la dirección decidieron darle un día libre a los inspectores, con lo cual la primera semana que trabajaron de forma completa fue la pasada.
Cabe mencionar, igualmente, que el equipo aún no está completo ya que algunos trabajadores optaron por tomarse sus vacaciones debido a que si no lo hacían se les vencían y ya no podían recuperarlas. De todas formas, destacaron desde el área que el número de inspectores activos les permite llevar adelante operativos de control en diferentes barrios de la ciudad.
“No estamos con todo el equipo porque hay algunos que se pidieron vacaciones porque se les vencían. Pero de lo que teníamos, que era una guardia preventiva nada más, pasamos a tener unos cuantos inspectores por turnos. Y eso nos permite hacer los operativos rutinarios que llevábamos adelante cuando no había cuarentena”, manifestó el director de Control Urbano Vehicular, Walter Villarruel, en diálogo con El Eco de Tandil.
Resaltó que, de hecho, en esta semana, la primera que trabajaron de forma completa desde que dejaron la ruta, secuestraron más de cincuenta vehículos, entre motocicletas y automóviles: “Y sólo en esta semana; es un número bastante importante”.
Los operativos
A tan elevada cifra en apenas cinco días se llegó luego de realizar operativos en varias zonas de la ciudad. Por ejemplo, contó Villarruel que el pasado viernes por la mañana llevaron a cabo uno en la intersección de Alem y Machado, donde secuestraron ocho motos y cuatro autos.
“Y después también hicimos uno en Actis y Rosales. Lo que estamos buscando es ir saliendo un poco del radio céntrico de la ciudad”, confesó el director del área.
Una de las actuaciones que causó cierto revuelo en los ciudadanos ocurrió el pasado jueves por la noche, en la avenida España al 700, donde infraccionaron a un elevado número de tandilenses que se encontraba comiendo y bebiendo en un bar de la cuadra.
Los vecinos de la manzana llamaron a la dirección para denunciar que había muchas motocicletas estacionadas sobre la vereda -lo cual está prohibido-, y eso, sumado a que el bar extendió el espacio de sus mesas, imposibilitaba a los peatones a circular.
“Entonces decidimos armar un operativo en ese sentido, ir por las motos que estaban arriba de la vereda, que eran muchas. Cuando llegamos, obviamente infraccionamos a todos por estar aparcados sobre la acera y también secuestramos ocho vehículos por no tener documentación. Algunas no tenían la chapa patente, por ejemplo, entonces las secuestramos preventivamente”, relató Villarruel y agregó que todos los rodados quedaron a disposición del Juzgado de Faltas.
Relató que los infraccionados el jueves a la noche por estacionar en un lugar indebido estaban en el bar de aquella cuadra pero indicó que, además, también detuvieron a tres motociclistas que circulaban sin casco.
“Se detuvo al que se pudo, porque como siempre alguno se escapó, evadió el control a contramano, con lo peligroso que es. Pero lamentablemente es la sociedad que tenemos, no podemos pedir mucho”, clamó.
Un relajo en la sociedad
El relajo que pareciera advertirse en la ciudadanía cuando se recorren los diferentes espacios públicos también lo notó el director de Control Urbano Vehicular en los conductores, que aprovecharon los ocho meses de control limitado en la ciudad producto de la vigilancia en los ingresos para romper las reglas.
“Se notó un relajo y todo el mundo lo veía. Nosotros recién es la primera semana que estamos abocados de manera directa al control interno nuevamente y vemos mucho estacionamiento en doble fila, o a la izquierda también en lugares donde no se permite”, declaró.
Respecto a las infracciones que labraron durante los operativos, reveló que la falta de seguro y las licencias vencidas es lo que más observaron.
“En esos casos ponen la excusa de que las licencias que se vencieron dentro del plazo de la cuarentena tienen un año para renovarse desde el día en que caducaron. Pero, en muchas oportunidades, son licencias que están vencidas antes de la cuarentena. Y mucho antes, no es que te muestran y se venció en febrero o marzo”, explicó y completó: “Entonces las infracciones más corrientes son la falta de seguro y la licencia vencida, tanto en auto como en moto”.
Cabe mencionar que si la fecha de caducidad de los carnets es posterior al 20 de marzo, día en que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio en la Argentina, el plazo de renovación es de 365 días, con lo cual los inspectores no pueden labrar un acta.
Llamados y denuncias
Reconoció Villarruel que si bien antes también tenían de manera frecuente algunos llamados, desde que los vecinos se enteraron que se levantaron los puestos de control sanitario las denuncias se multiplicaron.
“Porque en eso hay que decir la verdad, la gente entendía que estábamos en la ruta y no teníamos personal. Pero ahora, como saben que estamos acá, nos demandan más de lo que era durante el aislamiento”, sostuvo.
De hecho, refirió que el operativo que llevaron a cabo el pasado jueves en España al 700 fue por pedido exclusivo de los vecinos, que no podían caminar por la vereda y que se sentían molestos por el ruido de las motocicletas junto a sus ventanas a las 12 de la noche.
“Hubo como un gran relajo al cumplimiento de la norma. Si bien siempre lo hay, ahora con la cuestión de que sabían que estábamos en la ruta, se visualiza mucho más”, destacó.