Desde el barrio El Tropezón se quejan por las consecuencias negativas de la urbanización
Describieron que Cabral al 2400 es un barrial y se encajan los camiones que descargan mercadería en los comercios. Además, marcaron que es peligroso bajar del colectivo y caminar entre el lodo. “Nunca encontramos el cordón cuneta después de la lluvia”, describió Marcela Buyo.
Las quejas por los atrasos de las obras de las urbanizaciones integrales en los barrios se reiteran. Desde El Tropezón se reeditan cada semana en el espacio “Martes de pataleo” que propone “Revillo de vuelta” (104.1 Tandil FM de El Eco Multimedios). Marcela Buyo, vecina del barrio, protestó por el estado de Cabral al 2400 y por las demoras en la extensión de los servicios, además del costo a partir de los tarifazos.
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En principio, describió que en esa cuadra se forma una “palangana” o “piletón” sobre un costado. Por ese motivo, queda inundado de manera permanente el cordón cuneta. “Nunca lo encontramos después de la lluvia”, dijo con sarcasmo.
Luego de intervenir en un “martes de pataleo”, habían comenzado a arreglar la calle, pero las lluvias del fin de semana complicaron otra vez la situación. “Si hubiesen sido más operativos, más pensantes, primero nivelaban bien la calle porque los frentes de las casas están un poco más altos que los de la calle, entonces poníamos más tierra, arreglaban el nivel de la calle, y a lo mejor, en esta circunstancia tendríamos el cordón cuneta”, señaló.
La vecina agregó que durante la semana pasada fue la máquina, sacó el agua, pero tras las lluvias, el trabajo resultó inútil. “Es un barrial porque no hicieron mejorado”, remarcó.
La mujer describió que “en Cabral, bajás del colectivo y tenés que andar con la linterna para ver por dónde pisás, porque si no, te matás”, y refirió que algunos dicen que desciendan en la próxima parada, pero estoy más cerca de mi casa.
“Hay poca iluminación y nunca veo el servicio de Policía Local o quien fuera, recorriendo El Tropezón de noche. Hasta las 5 de la tarde recorren, pero después no pasan más”, resaltó y reiteró que la solución sería levantar el nivel para que no se forme la pileta y luego poner estabilizado en la trocha de la calle.
Tras repasar los problemas que padecen, le pidió a los funcionarios que “activen el desarrollo urbanísitico” y recalcó que “si empiezan en 2019, no me llamen porque voy a estar re enojada. Es campaña electoral.
Los servicios son “carísimos”
En relación a la urbanización, Marcela Buyo contó que a partir de la urbanización integral “tengo todos los servicios, pero son carísimos” y contó que le conviene tener una garrafa que gas de red. “Anulé la cocina y el calefactor, me compré una pantalla. Gasto 500 pesos de gas y no 2500. No sé qué va a pasar el año que viene, pero es una forma de ahorrar. A mí no me subieron el 50 por ciento los haberes”, advirtió y agregó que “llegamos a un 15 por ciento en tres etapas, que cuando cobrás el 15 es un 0,5 por ciento”.
Ratificó que tuvo que colocar un calefón eléctrico, luego de conseguir la conexión al gas. “Era una lucha de hace 8 años atrás. Armamos la comisión vecinal, reclamamos los servicios, para terminar ahora así”, lamentó.
Pocas prestaciones y deficientes
Por otra parte, cuestionó el cobro de las tasas municipales ya que antes se pagaba en concepto de alumbrado, barrido y limpieza. En ese aspecto, enumeró que “los recolectores no pasan. Ahora tengo una luz amarilla que alumbra como el cu…”, afirmó y destacó que ahora se llama retributiva, pero no observa que los servicios se cumplan.
Por otro lado, relató que hay perros sueltos que rompen las bolsas de residuos, pero además un vecino de Cabral al 2400 tiene dos pitbul en la calle. Si bien llamaron a Bromotología, aún no lograron respuestas. Agregó que salvaron a varios canes de los ataques y que estos perros ya mataron a otro de la misma familia, y anticipó que los animales podrían atacar a cualquier niño.
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