El director del Hospital defendió los cambios en la Guardia y aseguró que habrá mejor atención
Tras la inauguración del remodelado servicio del Hospital Santamarina, el doctor Fernando Fernández aseguró que las modificaciones permitirán acortar los tiempos de espera y brindar una adecuada atención. Reconoció que hay aparatología del Sistema de Salud que pasa de un sector a otro si está disponible y destacó la importancia de ser receptivos a las críticas para mejorar.
El director médico del Hospital Municipal Ramón Santamarina, Fernando Fernández, en una entrevista con el ciclo Tandil despierta (ECO TV y 104.1 Tandil FM) defendió las obras de ampliación y remodelación efectuadas en la Guardia del nosocomio –que se inauguraron el 27 de mayo- y explicó cómo será el nuevo funcionamiento.
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En primer lugar, hizo hincapié en el nuevo diseño y distribución del espacio físico como un aspecto positivo de la atención que se quiere promover. “Una vez que el paciente ingresa a la sala de comienzo de atención, se pone en contacto con el personal de salud administrativo que le va a elaborar una historia clínica digital, donde se va a volcar la información para hacer un seguimiento completo de la atención”, especificó.
El cambio no es sólo espacial, también obedece a un concepto diferente que trae aparejada la implementación de un nuevo sistema al que ya se ha hecho alusión: el Triage.
Esta es una metodología de atención que permite clasificar y ordenar el flujo de pacientes en función de la gravedad de la enfermedad y urgencia de atención. En otras palabras, este método de trabajo elimina la atención por “orden de llegada”, y en cambio, propone categorizar a los pacientes según la gravedad de sus consultas en cinco niveles, estableciendo así las prioridades y los tiempos de espera.
El doctor Fernández expresó en este sentido que de este modo se va a mejorar el servicio de Guardia, en la emergencia y la atención rápida del paciente. La atención de urgencias derivadas de la ambulancia y pacientes con cuadros muy complejos seguirán manteniendo el ingreso directo.
Demoras en la Guardia
Con respecto a las quejas acerca de las excesivas demoras en la atención, el profesional remarcó que “la Guardia está preparada para atender la emergencia médica, no es el mejor lugar para cumplir con otras funciones”.
Si bien sostuvo que se ponen a disposición de la población espacios, recursos humanos, tecnología y un algoritmo para llevar adelante un servicio de excelencia, reconoció que a veces el sistema puede no estar a la altura de la circunstancias. Pero aclaró que en ciertos casos es preciso explicar por qué se tarda en atender, debido a que ante accidentes múltiples o emergencias los boxes están ocupados. “Las observaciones son atendibles, es una forma de crecer, debemos ser muy receptivos a la crítica constructiva”, señaló.
“Si un paciente llega por un problema crónico necesita otros tiempos, otros espacios, otra sistemática para ser contenido, no para ser atendido en una guardia porque no estará contenido en su patología, que requiere otro abordaje”, precisó.
Y sentenció: “La Guardia está para resolver la emergencia y otros recursos del Hospital son los que deben estar preparados para otro tipo de contingencia”.
Falta de médicos
Otro de los blancos de quejas más habituales es la ausencia de los galenos en el lugar de trabajo, por diversos motivos, que alteran la normal atención, y la escasez de profesionales médicos para afrontar un servicio de guardia de tal magnitud.
De acuerdo a lo expuesto por la autoridad de Salud, el servicio cuenta con tres enfermeros, más el del Triage, personal de ambulancia, mucamas y cinco médicos por guardia: tres clínicos, un cirujano general y un traumatólogo.
Fernández refirió que hay calidad y cantidad de recursos humanos, pero que faltaba que se pudieran expresar en la acción por la carencia de un espacio apto para desarrollar las tareas.Además, recalcó la importancia de tener un esquema de trabajo como el Triage que organice todos los recursos disponibles.
“Que la población sepa que tenemos los recursos que necesitamos. La guardia es la punta del iceberg, hay una gran infraestructura para brindar los servicios”, enfatizó.
También sindicó que se incrementaron los boxes y camas, pasando en ambos casos de cuatro a cinco, aumentando en un un 20 por ciento la capacidad operativa.
Los aparatos del servicio
Hace una semana, el Oído Agudo de este Diario se hizo eco de que los encargados de preparar todo para la presentación de la Guardia solicitaron en distintas áreas, a préstamo, monitores para armar la escena y que salga de la mejor manera en las imágenes que replicarán los medios y las redes sociales. Las gestiones no resultaron en terapia intensiva, donde no se sorprendieron con el pedido, pero tampoco se los prestaron. La principal razón es que disponen de seis monitores y todos estaban en uso.
El director del nosocomio ofreció las explicaciones del caso y alegó los aparatos pertenecen al Sistema Integrado de Salud Pública, no a un Hospital o sector determinado. Dentro de esta visión de conjunto, detalló que “si tenemos cinco aparatos y dos no están siendo usados podemos disponer que vayan a otra área, no es un sistema estanco”.
“Si tenemos un monitor paramétrico sin uso en determinada área porque la dinámica de ese sector no está en una época estacional con alta patología, ¿vamos a tener un aparato sin funcionar porque debe permanecer ahí aunque no se utilice?”, reforzó. Pese a que los aparatos podrían necesitarse en cualquier momento en los servicios, Fernández justificó que estas medidas se toman de forma racional.
Ante la lógica de que en vez de adquirir nuevos insumos se saca de un lado para poner en otro, volvió a arremeter: “Hay momentos donde determinados aparatos pueden ser traslados a donde corresponda, si hay un accidente múltiple pasa algo muy grave que requiere atención inmediata vamos a usar todos los aparatos disponibles”.
En cuanto al acto de inauguración, manifestó que estaba previsto el tema de la aparatología puntual para el funcionamiento del servicio. “Es cierto que la expectativa de decir ‘que no nos falte nada’ hace que uno piense que deben estar todos los insumos, entonces, si el proveedor no lo entregó, debemos garantizar que estén las condiciones”, aseguró.
Celeridad en los turnos
Tanto la guardia como los consultorios externos del Sistema de Salud son muy requeridos y han llegado a recibir 80.000 consultas anuales. La gran demanda obliga a dar turnos espaciados para la atención y a producir una necesidad de que los tiempos se aceleren. Ante este panorama, que suscita quejas por parte de los usuarios, refrendó que se están generando los espacios físicos y la capacidad operativa para atender en un menor lapso de tiempo. No obstante, puntualizó que cuando los médicos ponderan que el paciente debe realizar una interconsulta frente a determinado cuadro o patología, los tiempos se aceleran para adecuar los requerimientos de atención.
“Tenemos un ausentismo del 20 por ciento. De diez personas que piden turnos, dos lugares quedan vacíos. Por un lado trabajamos en eso porque hay personal que llama a quienes sacaron un turno en las especialidades críticas para confirmarlos”, dijo.
Por último, consignó que el acceso directo al especialista porque a la persona “le parece” que debe verlo, no es la mejor forma de usar los recursos, y apuntó a que primero el paciente debe ser evaluado por el médico clínico o generalista, que será quien determine si tiene que ir o no a otra consulta con un especialista.