El Municipio admitió un error de comunicación en la ejecución de la obra sobre avenida Buzón
Tras gestionar respuestas ante el Concejo Deliberante, los comerciantes de avenida Buzón entre el 500 y el 700 lograron ayer canalizar su queja por el impacto que genera en su actividad la obra de repavimentación ante autoridades de Vialidad provincial y del Municipio y obtener certezas sobre la perspectiva de avance y habilitación de las cuadras, en el marco de un encuentro que se celebró en el primer piso de la Terminal de Omnibus.
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La reunión estuvo encabezada por el jefe del Departamento de Vialidad de la Provincia, Gastón Rodríguez Silveira, funcionario encargado de brindar las explicaciones correspondientes, y por integrantes de la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas de la comuna, encabezado por el subsecretario, Luciano Lafosse.
También participaron los integrantes de la Comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante, que recepcionaron inicialmente el planteo y recibieron a los vecinos afectados tras la presentación formal de la nota, entre ellos Facundo Llano (Bloque Justicialista), Marcos Nicolini, Nora Polich, Alejo Alguacil, Gabriel Bayerque, Melisa Greco, (Cambiemos), Nilda Fernández (Integrar) y María Eugenia Poumé (Unidad Ciudadana).
En tanto, el jefe de Gabinete, Julio Elichiribehety, acompañó el encuentro junto al secretario de Economía y Administración, Daniel Binando, que invitó a los comerciantes a presentarse en la dependencia para evaluar, según el caso, alguna alternativa frente a los compromisos tarifarios que deben afrontar los contribuyentes, que tendrán su impacto en función de los “perjuicios económicos” que causó la intervención.
En definitiva, el reclamo elevado por los contribuyentes derivó en la necesidad de establecer un mecanismo por parte de la comuna que informe sobre los plazos de ejecución, empresa a cargo y a qué organismo acudir en caso de presentarse algún inconveniente, al reconocer ciertas fallas previas a la irrupción de las máquinas.
Detalles técnicos
y plazo de obra
Entre las explicaciones vertidas en el marco del encuentro, el funcionario bonaerense ratificó que se trata de una obra realizada por Vialidad de la Provincia, en un frente de acción que además contempla a Azul y Olavarría con un presupuesto oficial de 150 millones de pesos.
Y a la hora de abordar los aspectos técnicos del proceso, que se inició el 5 de febrero pasado, contó a los vecinos que la repavimentación con hormigón demanda entre 21 y 28 días para completar su fraguado.
Se trata de una alternativa que demanda más tiempo pero que resulta más duradera en comparación con el pavimento flexible. Por eso, anunció que se incorporan “aceleradores” al fraguado para poder habilitar las cuadras antes de tiempo.
De todos modos dijo que en el transcurso de la semana próxima podría liberarse el primer tramo de la avenida y permitir el tránsito vehicular, mientras que la traza completa quedaría liberada en alrededor de 30 días.
La obra la financia Provincia que, a través de la Dirección de Vialidad se encarga de inspeccionar los avances y de controlar el cumplimiento de las tareas por parte de la empresa ganadora de la licitación.
El Municipio, en tanto, se abocó a las tareas de coordinación y de indicar los cortes de las calles transversales durante el desarrollo de la obra.
“Falta de comunicación”
En diálogo con El Eco de Tandil el subsecretario de Obras Públicas, Luciano Lafosse, indicó que durante el intercambio se proyectó el escenario sobre el avance de la obra, que se ejecuta a lo largo de la avenida, entre Pinto y Marconi.
“Se contó que la semana que viene, al cumplirse la semana del colado de hormigón, se tendrá un panorama” para determinar la finalización de las cuadras, dijo el subsecretario. Y agregó que, en principio, “serían 13 días de fraguado, con lo cual el miércoles se podría habilitar la primera calle”.
Al abordar el reclamo de los vecinos, reconoció “alguna falta de comunicación personalizada”, aunque se respaldó en la información sobre los cortes de calles programados difundidos a través de los medios.
“Como Municipio reconocemos los errores sobre la falta de comunicación personalizada”, insistió y valoró que “terminamos con un buen diálogo con los vecinos y comerciantes”.
Calificó de válido el planteo realizado y destacó la posibilidad de propiciar estos encuentros para “reconocer los errores y ver cómo se avanza de aquí en adelante”.
A su vez, Lafosse admitió que se podrían replicar otros reclamos de la misma naturaleza por eso ratificó la importancia de mejorar estos aspectos para que los vecinos tengan certezas sobre las mejoras en infraestructura que se efectúen.
En efecto, planteó la posibilidad de mantener “alguna comunicación personalizada con los frentistas”, especialmente antes del inicio de los trabajos, con precisiones sobre los plazos de ejecución, empresa ganadora de la licitación y a quién se puede concurrir ante cualquier eventualidad.
“Cualquier obra tiene perjuicios mientras se realiza pero los beneficios que se obtienen cuando se finaliza los superan”, resaltó Lafosse.
Un cambio en el
modo de proceder
Por su parte, el abogado que patrocina a los comerciantes de avenida Buzón, Pablo Castilla, transmitió la molestia de los vecinos y cuestionó la falta de previsión de las autoridades comunales frente al inicio de una obra, en este caso, efectuada por la Provincia.
“Si se hubiese manejado de otra manera, el reclamo no habría tomado tanta dimensión ya que hubiese permitido a los vecinos manejarse de otra manera”, alertó.
Si bien dijo que sus asesorados no se fueron conformes del encuentro, ponderó que la experiencia servirá como “puntapié” para implementar un cambio en el modo de proceder “para que sea cómodo para los vecinos”.
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