El Plan Porcino local transita su segunda etapa y buscan replicar el novedoso modelo en ciudades vecinas
Si bien se trata de un proyecto que comenzó a gestarse hace dos años, los buenos resultados logrados en María Ignacia hacen que otras localidades quieran asesorarse y aplicarlo. En este segundo tramo será el turno de Gardey, Fulton, De La Canal y Azucena. El plan busca armar un esquema sanitario, formalizar a los productores porcinos y evitar focos de enfermedades, sobre todo en esta época de faena.
Está transcurriendo la segunda etapa del Plan Porcino y ahora sumarán a las localidades de Gardey, Fulton, Azucena y De La Canal. Además, desde ciudades vecinas buscan replicar el proyecto debido a los exitosos resultados que se registraron desde su implementación en María Ignacia.
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Sergio Rumbo, es agente de desarrollo y jefe zonal de la Sectretaría de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial que depende del Ministerio de Agroindustria de Nación, y contó que están trabajando en repetir en las ciudades de la región el modelo del Plan Porcino que se implementó hace dos años en Tandil, de hecho informó que se han acercado de localidades vecinas como Rauch para instruirse en este proyecto. “Se trata de un sistema que no se da en otros lugares”. También, a pedido del director Provincial de Carnes, llevarán una charla informativa a Benito Juárez, Tres Arroyos y González Chávez. “Es importante darle visibilidad al sector para que desde la Provincia bajen recursos y seguir trabajando en políticas públicas que apuesten a una mejora”, aseveró.
Este método busca principalmente prevenir la triquinosis, entre otras enfermedades, sobre todo en esta época del año donde se realiza la faena para los embutidos. Asimismo contempla la rabia, que tuvo hasta hace poco en alerta a los animales por casos registrados.
El trabajo surgió a raíz de un brote de triquinosis en María Ignacia, por lo que intervino el Municipio y comenzaron a trabajar en pos de revertir la situación y evitar que se expanda. A partir de allí, surgió la necesidad de elaborar un plan de ordenamiento de la cadena de valor porcina, que tenga por fin favorecer el proceso de crecimiento genuino a nivel local.
Rumbo contó que se trata de un botiquín a disposición, más la incorporación de un veterinario que haga el relevamiento y pasar por las chacras brindando su asesoramiento, a fin de lograr un plan sanitario para cada locación. Desde la Municipalidad se sumaron con el objetivo de lograr una propuesta más integral. En el desarrollo del plan participó el Ministerio de Agroindustria de la Nación, el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Provincia de Buenos Aires, la comuna, el Senasa, INTA, la Mesa de Zoonosis local, la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Unicen, la Denominación de Origen Tandil (DOT) y la Asociación de Productores Porcinos de Tandil.
El modelo se aplicó en María Ignacia y ahora están transitando la segunda etapa, que significa continuar con los establecimientos de Azucena, Fulton, Gardey y De La Canal. “No es casual que en Tandil tenga tanta relevancia, ya que la industria del chacinado acá es sumamente importante”, destacó el jefe zonal.
El objetivo
La iniciativa busca establecer un conjunto de medidas que abarquen y sean coordinadas para mejorar el estándar sanitario de criaderos, frigoríficos, elaboradores, intermediarios, comercializadores y demás actores implicados en la producción, elaboración y comercialización de los productos y subproductos de origen porcino, como también prevenir la aparición de focos de triquinosis tanto en animales como en seres humanos, y favorecer también la formalización del sector, intentando desalentar la competencia desleal y asegurar la salud de los consumidores.
“El Municipio le dio la importancia que debía, como el resto de las instituciones, porque resulta un tema relevante para el sector”, sostuvo Rumbo. Asimismo indicó que a partir de una articulación muy importante con la Facultad de Ciencias Veterinarias, este año brindó los recursos para incorporar a una licenciada en alimentos. Otra parte del plan apunta a instalar un laboratorio de análisis por digestión gástrica para la triquinosis.
Gracias a la primera etapa del plan, se ha podido determinar en la zona de Vela la cantidad de porcinos que hay. Cabe destacar que es una tarea difícil de llevar, ya que cualquier puestero puede tener una madre y su cría. La idea es intentar seguir determinando por las distintas zonas rurales la población de cerdos. “La idea es que se vayan ordenando de a poquito, no es confiscatorio ni persecutorio”, advirtió. El referente además manifestó que el plan está funcionando bien.
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