En Tandil se tomaron todas las precauciones para evitar que se descongelen las vacunas
La alarmante noticia proveniente de la vecina localidad de Olavarría respecto a la pérdida de 400 dosis de la vacuna rusa Sputnik V puso en vilo a muchas personas, entre ellos tandilenses, ya que temieron que pudiera ocurrir lo mismo en Tandil. No obstante, desde el área de salud local informaron que ya habían previsto posibles contratiempos antes del arribo de la sustancia inyectable.
Pérdida de vacunas en Olavarría: investigan si hubo una falla eléctrica en el freezer o si fue un atentado
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El pasado martes 29 de diciembre arribaron 450 “ampollas” correspondientes a este Municipio, uno de los cuatro seleccionados dentro de la Región Sanitaria VIII, y se resguardaron en un sistema especial de enfriamiento con temperatura de entre 20 y 18 grados bajo cero ubicado en el vacunatorio del Hospital de Niños “Debilio Blanco Villegas”.
A fin de conservarla en óptimas condiciones y poder aplicársela al personal de salud afectado al área de cuidados críticos –las primeras dosis son para terapia intensiva, servicio de emergencia y sector de hisopados-, desde la Municipalidad comenzaron a preparar toda la logística días antes de que llegaran los frascos.
El propio Matías Tringler había comunicado a El Eco Multimedios que con antelación, y para evitar improvisaciones y posibles inconvenientes, iniciaron todo el proceso previo a la aplicación de la vacuna. Se compraron los freezers, se decidió dónde colocarlos y se capacitó al personal.
Por su parte, Pablo Díaz Cisneros agregó que se compraron dos congeladores y que uno de ellos se adquirió de manera inmediata para que cuando la Sputnik V arribara, ya estuvieran las condiciones necesarias para almacenarla.
Si bien el equipo de refrigeración cuenta con la posibilidad de regular la temperatura entre los -18°C y los -23°C, aseguraron desde el Sistema de Salud Pública que no se está utilizando a su máxima potencia para tener un mayor margen y “evitar que si hace mucho calor tengamos algunas bajas de temperatura”.
En tanto, el segundo freezer fue comprado como respaldo del primero, para utilizarse en caso de que el inicial sufriera algún desperfecto técnico: “Si pasa algo, no podés salir en ese momento a buscar otro. Entonces la idea era que si había algún inconveniente, pudiéramos utilizar el otro”.
Cabe señalar que, ante una eventual situación en la que se corte el suministro eléctrico, el Hospital cuenta con un grupo electrógeno propio que se activa de manera automática e instantánea, de modo que no habría mayores problemas con ello.