La mitad de las metalmecánicas paralizadas
El empresario Omar Farah fue otro de los actores políticos de la ciudad que dejó su impresión sobre la situación que está atravesando el sector industrial, especialmente aquellos vinculados con la metalmecánica.
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En diálogo con el programa “No hay dos sin tres” (104.1 Tandil FM), coincidió con lo afirmado por el secretario general de la UOM en Tandil, Carlos Romano, respecto a la crisis.
Al respecto dijo que “el sector metalmecánico está muy complicado, el resto no está tan mal como nosotros, de hecho Michielotto, que ganó el premio de la industria por Agrobolsas, la verdad que se lo merece porque ha sido una persona que ha crecido mucho en su empresa. Estamos contentos por eso y festejamos el bienestar de los demás, pero nosotros no tenemos mucho para festejar. Estamos todos detrás de la misma necesidad, que las empresas puedan tener trabajo”.
Detalló que “diría que la mitad de las empresas está parada o con muy poco trabajo. Algunos con la gente con mitad de jornada, otros sin reducir la jornada van pagando las quincenas como pueden. Realmente es un horizonte de incertidumbre, porque en concreto nuestro sector depende de cuál es la percepción de lo que va a ser el futuro del país. Habitualmente son proyectos de inversión donde vamos todos enganchados de una u otra manera, abasteciendo bienes constructivos o de capital o abasteciéndolos de piezas que hacen a un proceso intermedio de la fabricación de un bien final”.
Al ser consultado sobre si esta situación tiene que ver con el país o la región explicó que “Brasil es un país que absorbe gran parte de nuestra mano de obra. Hoy si bien ha dejado de caer y está en vista de desarrollar algunas cosas nuevas, todavía está bastante frenado y no tenemos la respuesta rápida que necesitaríamos”.
Detalló que “a nivel local tiene que ver con cuestiones de la economía, de la política y sobre todo de este impasse que tenemos hasta las elecciones del mes de octubre. Creo que es principalmente por eso, a pesar que las variables económicas tampoco nos terminan de acompañar ya que seguimos teniendo un nivel de tasas altas de financiación. Si bien hay mucho hecho en torno a los créditos, la baja de tasa, el subsidio y el encuadre como pyme, la tasa de corte que en definitiva los proyectos ponderan al momento de ser analizados está muy alta, en relación a la tasa de interés que tenemos para cualquier colocación en el mercado”.
Aseveró que “la inflación si bien viene bajando, todavía está en niveles altos y al mismo tiempo la carga impositiva que en algunos aspectos hay consideración para aliviar un poco el tema, la verdad es que la moneda impositiva cae día a día y hay que disponerlo si no te embargan las cuentas”.
Diferencias
Días atrás el desde UOM se planteaba que hay empresas que están en crisis y otras que están trabajando muy bien y hasta contratando empleados. Sobre las diferencias entre unas y otras Farah dijo que “dejar algunas variable de lado sería hacer un análisis parcial. Creo que se da una mezcla de todo, pero principalmente tiene que ver con las posibilidades de inversión que hemos tenido en los últimos diez años que han sido escasas porque venimos de crisis en crisis”.
Añadió que “el período más importante y productivo que tuvo el sector fue entre 2002-2007 y algunos se estiraron hasta 2009. Después de la 125 y la crisis internacional fue muy difícil acomodarse y veníamos de diez años totalmente parados, entonces por ahí tiene que ver por dónde pasa la cuestión de la inversión. Qué es lo que se pudo hacer y qué no”.
Añadió que “las fundiciones necesitan una gran inversión y los valores son muy altos y la maquinaria muy cara. Cambiar los procesos productivos, que es lo que hace falta, no se arregla con una inversión pequeña. Los talleres de mecanizado y las matricerías hemos tenido un poco más de inversión. Comprar un centro de mecanizado es más accesible en los valores de mercado que lo que sería invertir en una fundición”.
Remarcó que “siempre habrá dudas si la gestión fue o no mala y en cuanto al mercado depende del producto que se haga. Aquellos que hacen productos más tecnológicos, menos globalizados o con menos competencia a nivel internacional tienen mejor resultado que las empresas que están fuertemente expuestas a la competencia internacional y el mercado globalizado”.
En otro tramo de la nota especificó que “llegamos a tener los equipos de trabajos mínimos y también depende mucho del grado de conocimiento que se le haya podido dar al personal y cuáles han sido las alternativas que el mercado te dio para hacer frente a determinados trabajos y que esa gente esté mejor preparada”.
Conversión
Esta crisis que atraviesa el sector metalmecánico se viene hablando desde hace mucho tiempo. Al respecto señaló que “deben ser unos 20 años donde no hay un destino industrial y también coincide a nivel internacional donde China va a pasos agigantados sustituyendo todo lo que se produce en el mundo, no es un problema que tenga Argentina, es algo a nivel internacional”.
Comentó que “convertirse significa poder estar dentro del rubro que uno es capaz de manejar en los productos que menos competencia tenga a nivel internacional y que más tecnológicamente se demande, en el país o en el exterior, y la capacidad que uno tenga para diseñar y hacer posibles cosas que la gente en general piensa que se podrían fabricar, porque es de una dinámica permanente”.
Sindicato
Farah contó sobre la relación que ha tenido en todos estos años con el sindicato, sobre lo que señaló que “de acuerdo a la circunstancia, hemos estado muy juntos en algunas cosas y distanciados en otras, porque tiene que ver con un cambio de concepción. Si uno siente que los empresarios son explotadores de personas y en otro momento entendemos que los empresarios dan y generan trabajo, la concepción es muy distinta y en el momento que estamos discutiendo, lógico que nos vamos a pelear por esa temática”.
Acotó al respecto que “después en general coincidimos en las cosas, a veces logramos entendernos en lo que estamos diciendo y a veces no. Más que nada tiene que ver dónde uno está parado, conociendo qué es lo que se padece, se sufre o se beneficia de una parte o de la otra. Pero finalmente hay que terminar acordando en lo que se busca, al menos trazar una línea de lo que es un mismo objetivo, porque no hay persona que aguante”. u
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