La ola de despidos en Agroindustria alcanzó a uno de los dos trabajadores de agricultura familiar local
La medida alcanza a unos 600 empleados del área y, desde el gremio creen que este número se incrementará. En Tandil ahora quedará una sola persona a cargo de la Secretaría y se desconoce qué pasará con los proyectos que estaban encaminados. Los más castigados son los pequeños productores, que ya se quedaron sin el Monotributo Social, y contaban con el asesoramiento de estos coordinadores.
El Ministerio de Agroindustria de la Nación, ahora convertido en Secretaría, efectuó una serie de despidos masivos en la mayoría de las ciudades del país, y Tandil no fue la excepción. Dentro de los casi 600 trabajadores que quedaron fuera del sistema, la medida alcanzó a Victoria de Estrada, quien se desempeñaba junto a Sergio Rumbo en coordinación y desarrollo territorial de la Secretaría de Agricultura Familiar de Tandil. Ahora, el área quedará a cargo de una sola persona.
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La notificación le llegó vía whatsapp el pasado viernes, como a todos, donde se enumeraba la lista de despedidos y así cada uno de los afectados se enteró de su cese. En tanto que ayer recibieron el telegrama de despido, que además advierte que estas personas ni siquiera tendrán derecho a una indemnización.
Tras tomar conocimiento de la afectación local, dirigentes seccionales de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) se contactaron con la damnificada y juntos se reunieron con el jefe de Gabinete, Julio Elichiribehety, para buscar una solución al conflicto. Mediante un comunicado, Hugo González y Hemán Gasparini, secretarios generales de la CTA de Trabajadores y de la CTA Autónoma respectivamente, manifestaron que la única respuesta del ministro Miguel Etchevere hasta el momento “fue el silencio y la represión a los trabajadoras que pedían diálogo y conservar la dignidad de su trabajo”.
Asimismo, subrayaron que los despidos implicarán la desaparición de políticas públicas y apoyo al sector de la Agricultura Familiar, “el más vulnerable dentro de la cadena productiva y quien más necesita el acompañamiento del Estado para poder llevar adelante su actividad”.
“El despido afecta la vida de una trabajadora y familia tandilense”, determinaron, a la vez que aseguraron que impacta sustantivamente en las actividades que la oficina realiza en Tandil y la región.
Pierden los más chicos
Las modificaciones para los pequeños productores empezaron con la quita del Monotributo Social Agropecuario, que dejará de ser gratuito a partir del año que viene. Como los agricultores familiares contaban solamente con un mes para darse de baja o hacer las adecuaciones necesarias y no contraer deuda, desde la Secretaría local se ocuparon de ubicar a uno por uno, informarlos de la resolución y asesorarlos. En este sentido, por ejemplo, Victoria de Estrada fue quien se encargó personalmente de guiarlos en la serie de trámites que debían realizar, ya que las normativas no resultaban claras y logró en menos de un mes resolver la situación de todos los inscriptos.
Esta asistencia técnica, que alcanza a las cuestiones legales, lo referido al monotributo, la obra social y los aportes jubilatorios, con la que disponían los productores ya no estará.
Por otro lado, la despedida, también formaba parte de diferentes planes que se desconoce si tendrán finalmente continuidad en la ciudad o qué curso seguirán, ya que en su mayoría requieren de mucho trabajo. De hecho, puntualmente venían desarrollando un proyecto especial de “Pro Huerta”, relacionado con excedente de producciones hortícolas, que justamente la semana próxima desde el Inta iban a visitar Tandil en el marco de una auditoría nacional, para lo que de Estrada estaba al frente de los informes.
Cabe destacar que la mayoría de los productores que reciben la asistencia desde esta Secretaría son tan pequeños, que es la única oportunidad que tienen de recibir un veterinario en su campo, ya que verdaderamente no tienen capacidad de pagar uno. “Es gente que se levanta muy temprano y se acuesta muy tarde de tanto trabajar, a quienes no les sobra la plata para contratar a un profesional”, destacaron desde Agricultura Familiar. Además, advirtieron que al llegar a esos campesinos, es necesario ser asistente social, contador, veterinario, ingeniero agrónomo, entre otros, para poder atender todas las carencias que tienen y brindarle la mayor cantidad de herramientas posibles para su prosperidad.
Indignación y protesta
Más allá del cuestionamiento de la medida en sí, una de las indignaciones más fuertes de los que se desempeñan con pasión y convicción en el área, es que desde Agroindustria dejaron trascender que se trató siempre de un sector donde “ponían plata” pero nunca salía adelante porque la gente no tenía “visión empresarial” ni suficiente ímpetu emprendedor.
Por el contrario, los trabajadores despedidos alegaron que muchos de estos pequeños productores con muy poca ayuda del Estado lograron armar su propio proyecto, y fundamentalmente fue por el acompañamiento que recibían de los coordinadores.
“La injusticia de estos despidos es que no tuvieron un criterio de ningún tipo”, manifestaron desde la oficina de Agricultura Familiar, quienes además señalaron haber cumplido siempre con todos los informes solicitados desde Nación.
En este marco de desolación, militantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) marcharon el lunes a la Plaza de Mayo, en Capital Federal, para reclamar la reincorporación de los 600 trabajadores. Además, luego del discurso del presidente Mauricio Macri, realizaron un “abrazo” simbólico frente a la Casa Rosada.
Los manifestantes se movilizaron desde el Ministerio de Agroindustria hasta el de Modernización, donde realizaron un acto central en el que pidieron la reincorporación de empleados estatales y advirtieron que “habrá más despidos a partir de los cambios que implementará el Gobierno”. Luego se dirigieron a la zona de Plaza de Mayo para continuar con la protesta y pedir “una mesa de diálogo” con las autoridades nacionales.
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