La presidenta de la Asociación de Abogados consideró que el intento de femicidio “podría haberse evitado”
Noelia Domenighini lamentó que no haya habido un abordaje que pudiera impedir el hecho teniendo en cuenta que hubo denuncias. En esa línea, sostuvo que “lo que más me preocupa es que si hubo un abordaje en algún momento, el hecho podría haberse evitado”. Evaluó que el acompañamiento a las víctimas es “insuficiente” y que faltan recursos, capacitación y herramientas para asistirlas adecuadamente.
Luego del caso de violencia de género que conmocionó la ciudad el domingo por la tarde, El Eco de Tandil dialogó con referentes de la Mesa Intersectorial contra la Violencia Familiar y de Género y de la Asociación de Abogados de Tandil, quienes brindaron su perspectiva acerca del hecho por el cual Patricia de la Calle lucha por su vida, tras haber recibido un disparo de su pareja, que luego se suicidó. En primer lugar, coincidieron con el incremento de casos de violencia de género que se vienen registrando y consideraron que hechos como el sucedido podrían haberse evitado.
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La presidenta de la Asociación de Abogados y coordinadora de la Mesa Intersectorial contra la Violencia Familiar y de Género Noelia Domenighini explicó que tomó conocimiento de que había denuncias previas al hecho, lo cual “me hace pensar que hubo intervenciones sin ningún tipo de abordaje que haya podido impedir esto”.
“Cuando pasan estas cosas lo que más me preocupa es que si hubo un abordaje en algún momento, podría haberse evitado”, sentenció.
Si bien, planteó que “no podemos tener la seguridad del ciento por ciento de que se pudo haber evitado, porque ninguno de nosotros lo sabemos a fondo, pero sí se podría haber evitado con un buen abordaje y no me refiero solamente al dictado de medidas cautelares en las situaciones de violencia, sino a la contención de esta mujer, al sostenimiento de estas denuncias porque tomé conocimiento de que en un momento ella habría retirado denuncias”.
“Esto de no poder sostener la denuncia, estos altibajos, que denuncie y se arrepienta y vuelva con el agresor y cuando está al límite vuelva a denunciar, es muy común. Sucede porque no hay contención a las víctimas, no se aborda esa problemática”, manifestó.
Y añadió que “cuando una mujer decide hacer la denuncia siendo víctima de violencia hay que contenerla desde distintos aspectos, desde el psicológico, el psiquiátrico, el económico, porque probablemente esa mujer si se va de ese domicilio no tenga adonde ir, esto también habla de un presupuesto que se destina a estas problemáticas tanto a nivel provincial como a nivel local, porque la falla no está sólo en Poder Judicial”.
“Cuando ocurren estos hechos generalmente ponemos el foco en la Justicia, pero yo creo que falla la Justicia, el Estado en general, la sociedad, fallan seguramente muchas instituciones y eso debe preocupar”, señaló.
Expuso que justamente a poco de conmemorarse el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer el próximo lunes 25, tener que vivir una situación de este tipo en Tandil, “preocupa, moviliza, angustia”.
Y recalcó que hace tiempo vienen pidiendo “secretarías especializadas en género, de pedir más defensorías, una oficina de violencia doméstica, que es parte de esta contención de la que hablo, y el acompañamiento que es lo que entiendo no se estaría dando”.
Acompañamiento insuficiente
“Yo creo que están un poco solas las víctimas y en parte las instituciones que aparecen como actores para acompañar, son insuficientes, porque es tan grande la problemática a nivel local que es insuficiente lo que tenemos a veces, no dan abasto”, evaluó.
Asimismo, recalcó que “no es que no haya buena predisposición de parte de los actores que abordan la problemática, el tema es que cuando son tantas las problemáticas y no tenés ni recursos, ni herramientas, ni personal capacitado para poder abordar como corresponde”.
“No tengo estadísticas pero de lo que veo cotidianamente en el ejercicio de la profesión y al estar involucrada en cuestiones de género yo creo que hay un aumento de los casos de violencia de género y hay una mayor vulnerabilidad en los niños y niñas que son parte de esta problemática familiar. Es muy preocupante y no hay buenos abordajes”, sostuvo.
Falta de capacitación
En ese marco, cuestionó que la causa estuviera caratulada como “Tentativa de homicidio” e instó a los agentes judiciales a “llamar las cosas por su nombre” porque se trata de “una mujer que la intenta matar un agresor que lo dicen los vecinos, los familiares que había hecho denuncias, es una tentativa de femicidio”.
“Si no podemos llamar a las cosas por su nombre, menos vamos a poder abordar estas situaciones. Falta capacitación en todos los poderes del Estado de lo que es la violencia de género para poder abordarla. Entonces vamos siempre para atrás. Sancionamos una ley para evitar esto pero no la implementamos. De hecho a nivel local salió una ordenanza para adherir a la Ley Micaela y todavía las capacitaciones no se han efectivizado y no hay indicios de que se vayan a llevar a cabo”, sostuvo.
Frente a ese panorama, remarcó que “esto tiene que ver con políticas públicas, que el Estado pueda reconocer que está teniendo esta problemática y que requiere de políticas públicas que el Ejecutivo tiene que ejecutar y bajar lineamientos de cómo trabajar”.
La contención de los menores
En cuanto a los dos hijos de la víctima, que están al cuidado de un familiar mientras su madre lucha por su vida, remarcó que “el Estado va a tener que contenerlos por todo lo que vivieron y vieron. Esperemos que la mamá se recupere, pero si un familiar debe hacerse cargo el Estado debe responder económicamente porque tal vez la persona no tenga los medios para mantener a los niños”.
“Si la mamá falleciera hay que ver que familiar quedaría al cuidado y es importante la Ley Brisa en ese hipotético caso que esperemos no suceda y que la mamá pueda salir adelante, que establece reparación económica para niños y adolescentes en los casos que alguno de sus progenitores han muerto en manos de su otro progenitor”.
DESDE LA MESA CONTRA LA VIOLENCIA
Resaltan que un llamado al 101 al escuchar
una situación de violencia puede “salvar vidas”
Por su lado, otra de las coordinadoras de la Mesa Intersectorial contra la Violencia Familiar y de Género, Yanina Venier, lamentó que “no siempre llegamos a tiempo con los acompañamientos, tanto de las organizaciones de la sociedad civil como desde el Estado” y aseguró que los casos de violencia de género se han incrementado el último tiempo.
“Nos preocupa que estos casos quizás no salen a la luz, pero sin llegar a estos extremos vemos que hay un crecimiento de las situaciones de violencia, y la cercanía del fin de año supone para muchas un aumento del riesgo, pareciera que los ánimos hacen que haya un caldo de cultivo para que estas situaciones se presenten”, afirmó.
Y expuso que “muchas de estas situaciones no llegan a tener denuncias previas o pedidos de ayuda, y es lo más preocupante”.
En ese contexto, señaló que van a realizar una campaña gráfica en centros de salud y comunitarios en los espacios de sindicatos e instituciones, “para indicar que ante situaciones de violencia la única salida no es la denuncia, que a veces genera mucho malestar y dudas, sino que se puede pedir ayuda, asesoramiento, acompañamiento en distintos momentos y que eso lo puede hacer tanto una persona que está sufriendo una situación de violencia de género como un familiar, una amiga, un amigo, cualquiera puede consultar”.
“Para eso resaltamos la importancia de utilizar los recursos que están disponibles en el ámbito del Estado, y esto es llamara de manera anónima al 144 para pedir asesoramiento o asistencia y para urgencias la importancia de utilizar el 101, o 107”, indicó.
Además, está la posibilidad de “acercarse a la Comisaría de la Mujer a pedir apoyo, acompañamiento, al equipo técnico que allí trabaja, no sólo para realizar una denuncia cuando la persona no está todavía lista, sino para recibir acompañamiento. También en la Dirección de Políticas de Género, a la Defensoría que está en 9 de julio y Montevideo, son instituciones que no sólo van a actuar cuando hay un hecho grave como el que sucedió sino que también pueden acompañar cuando hay otro tipo de violencia que son a veces la antesala para que este tipo de hechos se produzcan”.
“Este pareciera ser el punto final de una relación que seguramente el tiempo que duró hubo otra serie de señales que ameritaban pedir ayuda o acompañamiento sin que eso signifique necesariamente realizar una denuncia. Y hay que resaltar la importancia que tiene realizar la denuncia para poder contar con las medidas de protección adecuadas como puede ser una restricción de acercamiento, un botón anti pánico que por sí mismos no resuelven la situación de violencia pero que ayudan a generar alertas en la comunidad y el Estado”, manifestó.
Un llamado puede salvar vidas
Por otra parte, remarcó la importancia de que los vecinos, al escuchar situaciones de violencia, llamen al 101 de manera anónima. “Ante esta situación siempre se puede llamar tanto al 144 para pedir asesoramiento como al 101 de forma anónima, lo cual puede salvar vidas”, enfatizó. “Aparentemente hubo denuncias anteriores pero que no continuaron, ni en una cuestión judicial ni en una medida de protección efectiva, de todos modos es importantísimo el rol que cumple la comunidad y los vecinos en estos casos. A veces los vecinos no quieren meterse cuando entienden que hay una relación violenta y que piensan que no van a poder ayudar en algo que ven como cotidiano pero un llamado a tiempo puede cortar una situación que no termine en algo tan grave como lo que sucedió este fin de semana”, advirtió.
Y añadió que “ese alerta de un vecino, una vecina que llame al 101 cuando escucha el primer grito, hace que por lo menos la situación de tensión se diluya en ese momento y es un llamado de atención para el agresor de que la víctima no está sola, y que esto no queda puertas adentro de la casa”.
A su vez, explicó que muchas veces la víctima no puede sostener su denuncia por otras cuestiones como “no poder llevar una vida económica de manera autónoma, de realizar el cuidado de los hijos sin la ayuda de esa persona, hay otras situaciones que llevan a las mujeres a no cortar esta relación de pareja, eso no quiere decir que no podamos ayudar”.
“Incluso en esas situaciones los vecinos pueden alertar a las fuerzas de seguridad para que corten el momento de tensión pero a su vez esa persona que está viviendo esa situación de violencia puede pedir ayuda al Estado, que puede venir de distintas formas, como por ejemplo pensar en su proyecto de vida, si necesita trabajar”, indicó.
Muchos femicidios sin denuncia previa
Por otro lado, se refirió al informe del observatorio contra la violencia de Provincia del año pasado donde se difundió que de 113 femicidios sólo 12 habían realizado denuncias previas, esta estadística más o menos se repite en general, es decir hay un gran porcentaje de femicidios que no han sido denunciados, eso al Estado y a las organizaciones nos tiene que llamar la atención respecto de cuáles son los dispositivos que están al alcance de las personas que sufren violencia para solicitar ayuda”.
“La denuncia es una de ellas, pero tiene que haber otros canales, el de los centros de salud comunitaria, escuelas, dirección de políticas de género para que la gente pueda hacer un llamado de atención sobre lo que está viviendo, lleve esto a una denuncia o no”, indicó.
En tanto, sostuvo que “el femicidio en términos legales es el punto más extremo de la violencia de género, porque acaba con la vida. Lo que venimos señalando es que hay una vida previa al femicidio que suele ser muy tortuosa, que esa vida de opresión de mido, amenazas, significa casi una tortura diaria para muchas mujeres que ni siquiera llegan a pedir ayuda, entonces tenemos que generar los dispositivos para generar a la comprensión de que lo que se vive está mal, que la mujer comprenda que no merece esa violencia”.
“Hay que trabajar para desnaturalizar esta violencia tan asumida, es una obligación del Estado construir políticas para modificar estos vínculos sociales y comunitarios y estamos lejos todavía de haber emprendido esa tarea. En el ámbito provincial hubo un desfinanciamiento muy grande de política de género que llevo a que no haya campañas que les permita a esta personas reconocer que el calvario que viven se puede modificar”, afirmó.