Los cartoneros reclaman un predio para trabajar en condiciones dignas
La principal dificultad que enfrentan los cartoneros de la ciudad es la falta de un predio para poder disponer y separar los distintos materiales reciclables que recogen en la calle. Actualmente, esta tarea la realizan en sus hogares, situación riesgosa y desagradable no solo para ellos y sus familias, sino también para sus vecinos, ya que tienen sus patios y distintos sectores de su casa abarrotados de basura.
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Desde el Movimiento de Trabajadores Excluidos -MTE-, que nuclea a los trabajadores del sector, se vienen impulsando diversas gestiones con el Municipio con el objetivo de conseguir un galpón para poder así superar esta penosa situación y trabajar en condiciones dignas.
Si bien las conversaciones han avanzado, aún no se logró una definición, por lo que buscarán ser recibidos por el intendente Miguel Lunghi con la intención de poder alcanzar una solución.
Así lo anticipó ayer la cartonera Carina Hidalgo, quien recibió a El Eco de Tandil en su casa ubicada en calle Los Jazmines 1898, del barrio La Movediza, para mostrar en las condiciones en las que trabaja, con su patio repleto de basura.
Hasta allí, también, se acercó otro trabajador de la actividad, Leonardo Romeo, quien se dispuso junto a ella a contar su experiencia.
“Yo junto cartón y chatarra, ése es mi trabajo desde hace mucho tiempo y están viendo lo que es mi patio, donde reciclo y desguazo lo que recolecto en la calle. Hay muchas cosas que tengo que traer a mi casa para poder hacer el trabajo, que en realidad deberíamos hacer en otro lugar”, manifestó Hidalgo.
Puntualmente, explicó que desguazar el material es por ejemplo desarmar una cocina o un termotanque y separar los metales, ya sea aluminio o bronce, para luego venderlos.
Igualmente, aclaró que en Tandil “solo hay tres lugares de acopio y ahí juega también el tema de los precios. El cartón hace tres años que está a 1,3 pesos, entonces no sirve vender un viaje por cartón, sino que hay que vender dos o tres viajes para hacer 300 pesos”.
“No podemos
seguir así”
Por su parte, Romeo aseguró que lo que necesitan imperiosamente es un lugar para poder trabajar y, según las conversaciones mantenidas hasta el momento con autoridades de la Dirección de Medioambiente del Municipio, ya hay uno tentativo, pero todavía no está confirmado.
“Seguiremos luchando por un espacio del ferrocarril, que supuestamente tiene fines de un centro cultural, pero está en desuso. De no ser ése, tendremos que conseguir otro porque no podemos seguir así”, admitió.
En su caso particular, contó que no puede llevar nada a su casa porque no tiene espacio. “Tengo que vivir al día, lo que junto, lo junto en cualquier lado y lo vendo. Y los compañeros que tienen patio, lo tienen lleno y no se puede vivir así porque los vecinos tampoco tienen la culpa de que nosotros no tengamos trabajo, y lo que hagamos, los perjudique”, señaló.
En ese sentido, Hidalgo reconoció que le gustaría que los chicos “no tengan que pasar por medio de la chatarra que tengo acá para venir a la pileta. El espectáculo es éste: en el medio de la basura tengo la pelopincho de los nenes y no tengo otra opción porque vivo de esto”.
Una reunión
con Lunghi
En efecto, pidió que el intendente Miguel Lunghi los reciba para poder plantearle esta necesidad y buscar una solución. “Atiéndanos por favor, no tenemos nada en contra suyo, queremos un galpón para trabajar. No le pido que usted venga todos los meses y me saque con su camión todo lo que tengo en el patio. Quiero un lugar para trabajar. Ferrobaires tiene una locomotora abandonada hace tres años. Ese lugar no lo está usando nadie. Yo estoy viviendo entre la mugre, usted no doctor. Por favor ¿se puede poner en nuestro lugar?”, reclamó la cartonera.
Mientras tanto, valoró la buena predisposición de todos los actores con los que se han venido reuniendo hasta ahora. “Todos nos han dicho que van a estar con nosotros y que estamos haciendo un trabajo que poca gente hace. Obviamente, cuando vos sacás la cocina a gas afuera o el termotanque, no te lo levanta el camión de recolección, sino nosotros y a pulmón, con un carrito o una moto”, expuso.
Aclaró que no tiene otra opción porque se quedó sin trabajo y tiene que mantener a su familia. “Tengo 44 años y no es tan fácil conseguir trabajo. Hasta 35 te toman para atender un teléfono en una remisería, después no servís para nada”, lamentó.
Sobre la ganancia, Romeo aclaró que “varía según el día. Entre mil y dos mil pesos por semana; más no. No alcanza para nada, pero es un trabajo digno. Es indigno vivir así. Es sucio, pero plata limpia”, por lo que insistió en que necesitan de un lugar para trabajar.
La organización
del sector
Con miras a poder conseguirlo, entonces, Hidalgo detalló que ya están organizados para poder comenzar a trabajar en un galpón, incluso, contó que tienen armado un listado de los recuperadores que estarían en condiciones de sumarse.
“En la Cooperativa de Recuperadores de Tandil, para estar hoy por hoy trabajando adentro del galpón, somos 28 personas. Tenemos un listado, en el incluimos el horario en el que cada uno puede venir porque hay gente que está en la calle y que hace changas extras. Además, tenemos todo lo que administrativamente te piden para formar una cooperativa, solo necesitamos el lugar para trabajar”, insistió.
Promotoras
ambientales
Por otro lado, anunció al cierre que en marzo próximo pondrán en marcha la iniciativa del MTE “Promotoras ambientales”, a cargo de mujeres cartoneras que trabajarán brindando educación ambiental en diversas instituciones para difundir la importancia de la separación en origen, reutilización y reciclado, además de hacer visible y ponderar el trabajo cotidiano de cartoneros y cartoneras.
Esta tarea de promoción ambiental será avalada por la Universidad a través de un proyecto de extensión y contará con el respaldo de la Dirección de Medioambiente.
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