Los trabajadores informáticos ya tienen su gremio para negociar salarios y condiciones laborales
La formalización de la delegación Tandil de la Asociación Gremial de Computación permitirá al sector encaminarse hacia una estructura legal nacional. En el lanzamiento se presentó al flamante delegado, Manuel Alonso, y a Julián Rasmussen como secretario administrativo. Del encuentro también participó el secretario general del Sindicato, Ezequiel Tosco.
El viernes por la noche se desarrolló el acto de lanzamiento de la delegación Tandil de la Asociación Gremial de Computación (AGC), en el que se presentó a Manuel Alonso a la cabeza de la organización y a Julián Rasmussen en la secretaría administrativa. Con motivo del encuentro, el secretario general del Sindicato, Ezequiel Tosco, arribó a la ciudad para brindar acompañamiento y apoyo.
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Se trata de la formalización de un proceso que comenzó hace seis años con la alineación de Trabajadores Informáticos Tandil (TIT), que se empezaron a juntar y conversar sobre las condiciones laborales. Con el paso del tiempo, fueron avanzando en legitimidad, dándose a conocer tanto en empresas como en el ámbito de la Universidad. Así empezaron a encaminarse hacia una estructura legal nacional de la mano de la Asociación Gremial.
El flamante delegado regional, Manuel Alonso, calificó el acto como un paso muy importante, ya que dejaron de ser una agrupación para ser delegación. “Es una organización institucional que nos permite tener un peso de otra categoría a nivel local en el sector informático”, explicó.
A partir de ahora tienen la entidad para sentarse a hablar con la cámara empresaria (Cepit), empresas en particular, con el Municipio y la Universidad con el propósito de firmar convenios, comenzar a trabajar en programas de capacitación, en un esquema de relevamiento del sector y sobre todo, mejorar las condiciones laborales.
Por su parte, desde la AGC a nivel nacional se acercaron a esta ciudad para ser parte de esta formación. Ezequiel Tosco, secretario general adjunto de la asociación, contó que vienen trabajando hace más de 25 años y justamente están atravesando un período de notable avance en la cuestión legal.
“Creemos que estamos en el camino correcto, donde tuvimos muchos desafíos y discusiones con el movimiento obrero, que ha querido quedarse con la representatividad de los trabajadores, sin tener en cuenta la necesidad o especificidad”, reveló.
En este sentido, sostuvo que el paso que dieron resultó fundamental para la gente que trabaja en la industria, ya que la intención es “fomentar que se les respete y reconozca su propia identidad”.
La cuestión salarial
“Como todos, nosotros nos vemos afectados por la situación económica coyuntural que tiene que ver puntualmente con la inflación que afecta al poder adquisitivo”, indicó, a lo que agregó que al ser aún un sector desregulado sin paritarias ni convenio colectivo, que se rige principalmente por la oferta y la demanda, muchas empresas no ofrecen aumentos salariales para todos sus empleados, sino que lo hacen por rendimiento.
Todavía depende de cada trabajador hablar individualmente con su empleador y pedir un aumento. Ese es el principal motivo para juntarse y empoderar al trabajador informático, así darle más fuerza a sus reclamos, argumentos y necesidades. “Esperamos poder establecer un aumento colectivo como piso”, sostuvo.
En la ocasión, Alonso invitó a todos los informáticos para que se sumen y se acerquen al gremio, “que lo sientan parte” y no sientan miedo, destacando que es una organización que está creciendo a paso firme. Además, alentó que se trata de la construcción de la identidad informática y su sindicato, que la harán entre todos o no la harán. “Está en nuestras manos y queremos darle la impronta del estudiante y trabajador de sistemas, con sus particularidades y necesidades concretas, con su idiosincrasia”, definió.
Sentar las bases
Hay varias problemáticas que inducen a la gran precariedad que atraviesa el sector, según detalló Julián Rasmussen, quien oficiará de secretario administrativo de la delegación. Eso sucede debido a que hay empresas que no pagan obras sociales para el grupo familiar de los empleados u horas extras, por ejemplo.
“Como no hay regularización ni un sindicato que pelee por esos derechos, el empresariado se aprovecha de esa situación, a la vez que hay compañeros en desconocimiento de sus derechos, y todo lleva a que trabajemos cada vez en una forma más precaria”, determinó.
En Tandil hay entre 50 y 60 empresas identificadas dentro del rubro, mientras que la cantidad de empleados está estimada en torno a los dos mil. El nuevo secretario contó que las compañías son muy variadas, como así también la situación de cada una y los distintos trabajadores.
“Queremos sentar las bases para que a partir de ahí, todos podamos desarrollar nuestra labor”, concluyó.
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