DICI RDK
“Me gustan los raperos de la vieja escuela”
Daniel Crespo, mejor conocido como “Dici RDK”, habló de sus mayores pasiones: el rap y la producción musical. Además, explicó cómo surgieron las competencias regionales de rap y el rol que cumple la ciudad dentro de estas prácticas culturales.
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Por Guadalupe Ventos (*)
En estos últimos años, “Dici RDK” se convirtió en un referente en el rap. Para él, lo más importante de esta actividad fue la posibilidad de integrar a miembros pertenecientes a distintos barrios en una misma competencia.
–Empezó creando rimas y luego se transformó en productor y organizador de competencias de freestyle, ¿cómo se fue produciendo esa transición?
-Más que un hobbie, yo diría que era una pasión, una forma de vida. Entonces, a medida que fui progresando, me fui metiendo más en los eventos de la cultura, fui viendo a las personas que organizan y le tomé el gusto.
–Además del rap, ¿crea o produce música de otro género?
-Sí, más que nada rock alternativo, rock soft. Además, organizo eventos y hago asistencia en sonido.
–¿Dónde conoció la cultura del hip hop?
-Yo tenía trece años, la conocí en el barrio de monoblocks. Había un grupo de chicos que enseñaba breackdance y se juntaba a rapear, yo iba aprendiendo de a poco. Después, a los tres años, la glorieta se convirtió en el punto de encuentro. Entonces ya no éramos sólo ‘los pibes del monoblock’, sino integrantes de varios barrios que se juntaban a eso, a rapear.
–La gente del ambiente lo conoce como ‘Dici RDK’, ¿de dónde salió ese apodo?
-Dici era por la firma en la secundaria. No me gustaba ni mi nombre ni mi apellido, entonces la profesora de inglés me empezó a llamar ‘Dici’ y quedó. Y ‘RDK’ son las sílabas de Rapdilence y la ‘K’ es por ‘Klick Klap Klub’; en un momento éramos un grupo grande, entonces nos llamábamos así entre todos.
–¿Quiénes fueron son sus referentes?
-Si tengo que hacer un ranking, los primeros cinco son venezolanos, otros españoles y algún latino. No entran argentinos, porque en los últimos años me he pasado escuchando mucho de habla hispana, pero extranjeros. De ellos me gusta la evolución en contenido, la calidad del sonido y la prolijidad. Acá en Argentina creo que todavía seguimos teniendo buena calidad, para el rap pop, que no es el estilo que a mí más me gusta.
La creación
-Cuando escribe canciones, ¿le gusta compartir ese momento con alguien?
-Cuando ocurre, simplemente lo hacés, aprovechás el momento para anotar lo que estás pensando. No hay momento en que diga ‘bueno, me voy a poner a escribir’. Hay personas que hacen eso, que se dan el tiempo para componer, pero a mí me funciona espontáneamente.
–¿Cómo es el proceso de creación?
-Normalmente, creo los ritmos con la base instrumental. Primero escucho los temas, cuando me gusta uno, analizo su ritmo y con eso le ponemos una letra, o buscamos el ritmo adecuado para eso. En internet hay un montón de bases para bajar.
–¿Tiene algún recurso o fuente de inspiración?
-Es fundamental leer, vivir el día a día, salir a la calle. Todo eso te sirve para alimentar la cabeza y sacar buenas ideas. Si tenés dudas sobre un tema específico del que querés hablar, esos son los lugares a los que tenés que recurrir.
Relevancia social
-¿Siente que las competencias de freestyle se convirtieron en una actividad cultural de la ciudad?
-Diría que se convirtieron en deporte. La constancia te va a llevar a las grandes ligas y así vas progresando. En cuanto a esta mecánica, me gusta que haya esfuerzo y trabajo para prosperar.
–¿Tuvo la posibilidad de encontrarse con algún rapero reconocido dentro o fuera de Tandil?
-Siempre. Acá a Tandil, en 2012, vinieron casi todos los exponentes de Argentina del rap de ese momento y, como conocía al organizador y productor del evento, tuve la posibilidad de formar parte del staff. A partir de ahí pasaron los años y pude viajar con ellos también. Ahí me metí más en querer tener un estudio y producir, pero fue gracias a esa posibilidad. De acá de Tandil me gusta la vieja escuela, que son los raperos que surgieron en los primeros años como práctica.
–¿Podría contarme más detalles de las competencias? ¿Cómo son, quiénes participan, si hay premios y sus modalidades?
-Las competencias comenzaron como un grupo de amigos que se juntaban una vez a la semana y terminaron en batallas con puntos, sumando tres personas para que hicieran de jurado para que fuera más imparcial. Para cuando quisimos acordar, la mayoría de las competencias eran de noche, tarde/noche. Se transformaron en fechas masivas por mes, con puntaje, con gente que venía de afuera. Tandil formaba el núcleo y venían desde Olavarría, Azul, Ayacucho, Rauch, Mar del Plata y Miramar, que no es poca cosa. Teníamos gente de Villa Gesell, y hasta llegamos a tener gente de Bariloche y San Martín de los Andes, que viajaba porque la competencia tenía repercusión. Todo esto se logró al año de haber comenzado como amigos. El uso de las redes sociales fue fundamental. Ayudó mucho a que eso creciera y sea lo que hoy es. Hoy están haciendo eventos en espacios municipales, eso está muy bueno, que el arte joven haya crecido tanto.
(*) Esta nota forma parte de la serie de doce reportajes realizados bajo la tutela de la profesora Carolina Cordi por diferentes alumnos de Práctica Profesional 1 de la carrera de Comunicación Social para el desarrollo del ISFD y T 10 de Tandil, cada uno de los cuales eligió a un entrevistado.