Médico especializado en violencia familiar aseguró que la gente se está animando más a denunciar
En el marco de el Primer Foro Abierto sobre Violencia Familiar en Perspectiva Social, Javier Indart consideró que faltan organismos que puedan darle contención terapéutica a las víctimas. Además, afirmó que falta “muchísima prevención”.
En el marco de las jornadas del Primer Foro Abierto sobre Violencia Familiar en Perspectiva Social que se llevó adelante en el Centro Cultural Universitario del cual participan destacados profesionales con experiencia en la problemática, el doctor Javier Indart, médico pediatra Jefe de la Unidad de Violencia Familiar del Hospital Elizalde dio una charla sobre “Prevención, detección y consecuencias del maltrato infantil”.
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En diálogo con El Eco de Tandil, el profesional con 25 años de experiencia en la temática, explicó que la detección de estas situaciones de violencia tiene que ver “con toda la comunidad, no hay un especialista, más allá de que uno esté abocado muchos años a trabajar esta problemática, me parece que tiene que ver con el resultado de que la comunidad esté atenta a que estas cosas son más frecuentes de lo que uno piensa”.
Consideró que hay más divulgación de los casos. “Esto hace 10 años hubiese tenido un auditorio muchísimo menos marcado que el que tiene hoy. Yo creo que la gente se está animando a consultar, a denunciar más a los organismos competentes que son la justicia, los juzgados de familia, juzgados de menores, penales”, sostuvo.
No obstante, advirtió que “lo que me parece es que lo que sí nos falta como sociedad es tener organismos o servicios que puedan darle una contención terapéutica a estos chicos”.
“Las situaciones de violencia las categorizamos de cuatro formas. Las que más vienen a un servicio son de abuso sexual, más del 50 por ciento de las situaciones, después el maltrato físico, y mucho menos el maltrato emocional y la negligencia”, detalló.
Falta prevención
Evaluó que la Justicia tiene “el gran desafío de poder restituir estos derechos vulnerados, pero como comunidad y parte integrante de una sociedad uno también le tiene que brindar herramientas a la Justicia para que pueda determinar si una situación es o no es aquella sospecha que generó la intervención de uno. Quiero decir que a veces informes un tanto tibios hacen que a la justicia no le quede otra herramienta que fallar en un sentido que va en contra de lo que nosotros creemos”.
“Creo que uno tiene que ajustarse a escribir aquello de lo que está convencido que le pasa a los niños y decir que es abuso como que también permitirse la posibilidad de que esa situación que aparentemente es abusiva no lo sea”, sostuvo.
Por otra parte, remarcó que “falta muchísima prevención, creo que todos lo podemos hacer desde los distintos ámbitos. Esto que está pasando por ejemplo con los cantantes que se permitían decir algunas expresiones desvalorizantes de la mujer, hoy día la sociedad es la que no lea está permitiendo esto”.
“Me parece que esto es un avance preventivo de otras cosas que pueden haber, me parece que aceptar que otro piense distinto en las escuelas, que haya variedad de pensamientos, que se acepte al diferente, me parece que en ese crisol están las bases para un desarrollo más armónico en nuestra sociedad”, resaltó.
En tanto, señaló que “en la experiencia que tengo el maltrato físico se da en edades más tempranas, menores de 7 años, mientras que el abuso sexual se puede dar a cualquier edad exceptuando más tempranas, dos, tres años, pero a partir de esa edad podemos tener y por supuesto se da en la adolescencia y en la mujer adulta”.
Pero aseguró que en los casos de abuso hay muchas más víctimas mujeres que varones.
Un desafío
“Es un desafío para los organismos que atendemos esta problemática revertir los trastornos psicológicos que producen estas situaciones. La verdad que es una gran satisfacción ver víctimas que han podido superar esto y se pueden enfrentar ahora a las cámaras y a la sociedad en general pudiendo contar lo que vivieron”, indicó.
Y agregó que “también es importante que las víctimas tengan un espacio para contar pero tampoco a todos porque eso las expone, no está mal que una víctima exponga pero está bien que reserve algo para su intimidad, sobre todo en las situaciones de abuso intrafamiliar”.