Reunión entre el secretario general de la UTA y Transporte bonaerense para debatir sobre la situación de Río Paraná
En la tarde de ayer el secretario general de la Unión de Tranviarios (UTA) a nivel nacional, Roberto Fernández, se juntó con el subsecretario de Transporte provincial Lisandro Perotti para trabajar en conjunto en pos de definir acciones a desarrollar con respecto al conflicto que viene acarreando la empresa local Río Paraná. Al término del encuentro la intención hablaba de contactarse con el dueño, Mario Morel, y ponerlo en autos de lo resuelto en la reunión, sin embargo al cierre de esta edición el titular no habría tenido novedades.
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Según trascendió Morel habría viajado anoche de vuelta a esta ciudad y en el transcurso del día de hoy pondría al tanto de la situación a los trabajadores de la firma, que, según se pudo conocer, están impacientes por saber qué ocurrirá, ya que no tienen información de ningún lado.
Por otro lado, tras los rumores de venta de la empresa y la continuidad del paro por la falta de regularización de los salarios y la ausencia de confirmación de la entrada de nuevos micros, el hermetismo ha sido total.
Consultados algunos de los actores involucrados en el crítico panorama, no dejaron de subrayar que aquel apoyo que los trabajadores tenían para con su empleador comienza a resquebrajarse. Desde el primer día de desatado el conflicto con la presencia de UTA los obreros “se pusieron el cuchillo entre los dientes” -dicen los consultados- para defender a la empresa y el empresario. Pero con el paso de los días y la incertidumbre creciente ya a esta altura solo piensan en seguir trabajando, sea con Morel o con quien sea, y manteniendo las condiciones laborales que tuvieron hasta hoy.
Es que la versión más fuerte habla de una fusión con otra empresa de transporte foránea, quien entre otras condiciones habría puesto sobre la mesa la necesidad de despejar la conflictividad precisamente con el gremio, sobre quien trascendió que además de reclamar por los haberes de sus afiliados también tiene bajo la manga la deuda que la empresa tandilense tiene para con el propio sindicato.
Por eso, hoy sería clave el arribo de Morel a la ciudad para que cara a cara con los trabajadores aclare qué está pasando y dé certezas sobre el futuro, principalmente para ellos, que en definitiva desde el comienzo se los nombró como la prioridad en todo este complejo entramado donde se cruzan intereses varios (desde lo económico hasta lo político) en que se ha transformado el escenario.
“Tenemos tres empresas paradas
y Río Paraná no es la excepción”
El secretario gremial de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) delegación Mar del Plata, Sergio Medina, aseguró que hay dos transportistas más en la zona que se encuentran imposibilitadas de circular por no cumplir con las normativas. Además de la tandilense y de El Rápido, que fue la última en caer en desgracia, también está detenida la línea El Ultimo Querandí, de Villa Gesell, hace aproximadamente 90 días.
A lo largo de una entrevista brindada a El Eco Multimedios, el dirigente aseguró que ya hace varios años que vienen registrando problemas con los sueldos y las unidades de Río Paraná. En este sentido respaldó su declaración no solamente en los conocidos reclamos de los usuarios, sino también en las denuncias y quejas efectivizadas en la Secretaría de Transporte.
“Nuestra preocupación se centra en la falta de pago sobre los trabajadores, las medidas de fuerza se dispusieron para que se liquiden todos los haberes en tiempo y forma, pero hasta el momento no hemos tenido respuesta lamentablemente, o sea que la empresa sigue parada”, detalló.
Sin embargo, en algún momento los mismos que desempeñan sus tareas en la compañía local habían asegurado que sus sueldos estaban al día. Tras desmentir esa afirmación, Medina sostuvo que los entiende porque sabe que lo que más quieren es que la empresa siga trabajando. “Mi intención es la misma”, enfatizó, aclarando que hace muchos años que lo conoce al dueño de la empresa, Mario Morel, y lo que quieren es que puedan regularizar la situación económica.
“Cuando empiezan con este tipo de problemas, ya no pueden cambiar las unidades, que no resultan acordes al servicio que tienen que tener y esto también nos lleva a tomar la medida”.
“No estamos en ninguna puja empresarial”, rescató el secretario de UTA, intentando despegarse de las diferentes hipótesis que han circulado desde que comenzó el conflicto, poco tiempo después de que la firma Plusmar SA quisiera ingresar al circuito de Tandil y no lo lograra. “Se ha hablado mucho”. Así es que confirmó que Río Paraná no es la excepción, sino que se suma a las otras dos ya mencionadas que están en apuros y paradas.
“No queremos que una situación grave sea seguida por la caducidad de la empresa, realmente lo que esperamos es que pongan su administración al día para evitar profundizar los problemas en un futuro”, dijo.
En relación, y explicando por qué se desata todo esto ahora, cuando según sus palabras las irregularidades datan de años, sostuvo que siempre dan concesión y tiempo para que puedan llevar adelante la organización y cumplir con lo que corresponde. “Lamentablemente hemos cedido para sostener la fuente de trabajo, pero nos encontramos con que ha habido cierto abuso y no han hecho las cosas como tienen que ser”.
¿Qué va a pasar ahora?
Sergio Medina separó en dos pasos la cuestión, el primero referido a los sueldos y el siguiente en consonancia con las unidades. Se solicitó de forma inmediata la participación del Ministerio de Transporte para que controle el estado de las líneas, tanto de Río Paraná como de El Rápido. Una vez que el procedimiento haya concluido podrán volver a trabajar, siempre y cuando estén “como corresponde”. “Lo sentimos mucho, pero nosotros no lo podemos sostener, no nos podemos hacer cargo de la problemática económica de ellos”, expuso.
Cabe destacar que tal como explicó el secretario, la UTA tiene toda la injerencia no solamente en lo relacionado a los sueldos sino también en el estado de los colectivos. De hecho recordó que fueron ellos quienes solicitaron un inspector para corroborar la seguridad e higiene, a la vez que los pagos de honorarios y los talleres. “Tenemos las facultades para hacerlo y evitamos así futuros incidentes”.
“De acá en más lo que queda es este chequeo, porque si pagan los sueldos el control es fundamental porque se trata de la seguridad de los trabajadores y del usuario”, remarcó. Por ende, mientras los salarios no se regularicen y, además, no se pongan los micros en condiciones el paro continuará. Sin embargo destacó: “No son buenas estas medidas, ya que perjudican al trabajador, pero más aún a la misma empresa y al usuario sobre todo”.
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