Loimar: la Cámara Empresaria fijó su postura
“Trabajo y consenso, la única fórmula posible”
En medio de la conflictiva y angustiante situación que atraviesa la fábrica Loimar, la Cámara Empresaria de Tandil dio a conocer su opinión al respecto y pidió públicamente que “empresarios, empleados, proveedores y el Estado” asuman sus responsabilidades.
La entidad presidida por el contador Marcos Redolatti instó a una convocatoria a los distintos protagonistas e invitó a la reflexión y al diálogo para hallar una solución, “la cual –advirtió- seguramente no será la óptima desde lo individual, pero puede resultar viable desde un enfoque colectivo”.
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Tras calificar a la Loimar como una firma “testigo y protagonista del desarrollo inmobiliario local- desde Mitre 856 consideran que resulta “evidente” que tanto empresarios, como empleados, proveedores y el Estado -en sus distintos niveles- han sufrido pérdidas que no se recuperarán “pero estamos convencidos –indicaron- que la única manera de superar esta situación es con empeño y trabajo y procurando formas de generar valor agregado.
No es la primera ni será la última vez que una empresa enfrente la necesidad de reorganizarse para subsistir -advirtieron – pero existe un marco legal que contempla esa situación, asignando derechos y obligaciones”.
En ese contexto, la opinión de la entidad empresarial apunta al pleno compromiso del Estado.
“Cuando surgen distintas interpretaciones, es él quien tiene la responsabilidad de acercar a las partes y velar por el cumplimiento de la ley con la celeridad que la situación amerita para minimizar las pérdidas”.
Compromiso y esperanza
Sin desestimar la complejidad de la crisis de la fábrica de cerámicos y ladrillos (“la experiencia nos indica que cuando una empresa se liquida rara vez alcanza para cubrir los pasivos”), en la Cámara Empresaria consideran que el contexto actual invita a cierto optimismo, al menos más que un año atrás.
“El sector de la construcción es uno de los principales motores de la economía del país y será un medio fundamental para movilizar la economía impactada por los efectos de la pandemia”, expresaron.
No obstante, quedó en firme una opinión categórica respecto a la condición ineludible que debería darse para que Loimar pueda salir a flote: “cuando priman la voluntad de invertir y de trabajar es más factible cumplir los compromisos postergados y generar nuevos empleos”.
Finalmente, apelaron “al compromiso del sector empresario para honrar sus deudas y seguir invirtiendo para generar un futuro más próspero; a la razonabilidad del sector sindical en su misión de velar por los derechos del trabajador respetando las facultades de organización del empleador; y del Estado provincial desde el rol clave de llevar adelante las gestiones y audiencias que sean necesarias hasta alcanzar un acuerdo”.