Unas 600 personas pidieron el fin de la persecución a usuarios y cultivadores de la planta de cannabis
La Marcha Mundial de la Marihuana es un evento que se realiza desde 1999 de forma simultánea y autónoma, el primer sábado de mayo de cada año, en ciudades de todo el mundo y los ciudadanos de Tandil no fueron ajenos a esta realidad que cada vez grita más fuerte.
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El objetivo consistió en realizar un reclamo común que evidencie la cantidad de personas que exigen normalizar la situación de la planta de cannabis y terminar con la criminalización y persecución de sus usuarios y cultivadores. Teniendo en cuenta las particularidades propias de cada país, en las distintas manifestaciones se reclama desde el cese de las detenciones, los procesos penales o las multas a usuarios y cultivadores, hasta el reconocimiento de los usos medicinales e industriales del cannabis y la regulación del acceso al mismo.
En Tandil particularmente, un diverso y amplio público participó de las diferentes actividades propuestas desde la organización. El programa comenzó en la mañana de ayer con una charla informativa sobre los beneficios y propiedades del cannabis medicinal, llevada a cabo en el Centro Cultural Universitario, de la que participaron más de un centenar de adultos con diferentes tipos de afecciones propias, de familiares o cercanos, entre otros. De allí transitaron juntos elevando con orgullo sus carteles hasta llegar a la glorieta de la Plaza del centro. El mejor detalle de esta marcha es que estuvo encabezada por un niño, que de la mano de su padre cargaba un mensaje pidiendo “No más presos por plantar”. Y eso no fue todo, más adelante brindaron un taller de cultivo de marihuana y este mismo pequeño pidió encarecidamente que le den una “plantita” para poder curar a su hermano.
A lo largo del día la concentración siguió sumando gente, ya que hubo música y otras actividades hasta las 19. Se estima que en toda la jornada han pasado más de 600 personas entre activistas, usuarios recreativos, terapéuticos y responsables, investigadores, profesionales de distintas áreas, cultivadores y parte de la comunidad en general que hicieron eco del reclamo.“Fue muy fuerte y emocionante tanta diversidad, es increíble que acá pase esto”, dijo con pasión Ana María Fazekas, fundadora de Cannabis Medicinal Tandil.
La lucha tandilense
Como cada año, se trata de una movilización por una reforma en las políticas de drogas vigentes que, con el apoyo de la sociedad civil Cannabis Medicinal se puede hacer visible.
Los pedidos apuntan a un cambio en la Ley de Estupefacientes N° 23.737, vigente desde el año 1989; al cese de los allanamientos y detenciones a usuarios y cultivadores de todo el país; además por la inmediata amnistía de todos los compañeros, privados de su libertad por cultivar y detenidos por tenencia; por una pronta regulación del cannabis en todas sus formas y aplicaciones; por un acceso al derecho a la libre disposición sobre el propio cuerpo y a las libertades individuales consagradas por el Artículo 19 de la Constitución Nacional.
Asimismo bogan por un registro amplio e inclusivo de pacientes con patologías en las que el cannabis ha probado su efectividad según estándares internacionales (Art. 8 de la Ley de Cannabis Medicinal 27.350); por el reconocimiento de los saberes y las prácticas tradicionales, de fitoterapéutica que acompañan desde siempre a los pueblos; por un plan integral de reducción de daños en todos los establecimientos educativos, sociales, de salud y la constante capacitación actualizada a profesionales tanto en el ámbito público como en el privado.
También aclamaron por el reconocimiento a las numerosas investigaciones internacionales, así como el fomento de investigación en el país por parte de Conicet, del INTA y universidades públicas, extendiendo los límites de esta ley N° 27.350 en pos de abordar la salud de un modo integral y fundado en las experiencias que ya existen, y por último, por un efectivo uso del cáñamo, respetando las normas internacionales establecidas por la Convención Unica sobre Estupefacientes de la ONU, a la cual Argentina adhiere legitimando el cáñamo como cultivo agrícola.
Cultivar su propia medicinaHace rato que desde Cannabis Medicinal apelan al autocultivo con el fin de que cada persona pueda contar con su propia planta, de la cual obtener el aceite y adquirir de esa forma la medicina que necesita de manera totalmente gratuita.
De acuerdo a lo que contó el “Indio”, que es quien dio el taller público ante unos cincuenta adultos atentos y expectantes, se trata de una planta con más de 150 propiedades que en Tandil se da muy bien. Los que cultivaron en primavera hoy ya tienen su cosecha y están pudiendo hacer su propio aceite.
También contó que el gran problema que tienen no es la policía sino los ladrones. Esto genera todo lo contrario a lo que ellos promueven, pues los bandidos la utilizan para su comercialización ilegal. “Nosotros lo que queremos es que cada uno tenga, que no vayan a comprar y que se alejen justamente de todo ese mercado negro”, remarcó.
Si bien esto es ilegal todavía, se amparan dentro del artículo 19 de la Constitución Nacional que dice que los actos privados que no afecten a terceros están exentos de la autoridad de los magistrados y quedan entre la persona y dios.
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