El independentismo catalán se desinfló en su movilización anual en Barcelona
La capacidad de convocatoria del separatismo catalán se desinfló en la gran manifestación de ayer con motivo del día de Cataluña, a pocas semanas de la sentencia judicial contra doce de sus líderes implicados en el intento de secesión de 2017.
La marcha es la octava organizada consecutivamente desde 2012 en ocasión de la Diada del 11 de septiembre, fiesta regional de Cataluña que recuerda la caída de Barcelona en 1714 ante las tropas del rey borbón Felipe V, durante la guerra de Sucesión española.
Recibí las noticias en tu email
La participación, cifrada en “alrededor de 600 mil personas” por la policía local barcelonesa, es la más baja desde que la Diada tomara un cariz secesionista hace siete años. Tanto en 2018 como en 2017 participaron alrededor de un millón de personas, según fuentes policiales.
“Volvemos a ser centenares de miles de personas que llenan las calles de Barcelona”, celebró pese a todo Elisenda Paluzie, presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), organizadora del acto.
La dirigente reconoció que “ésta es la Diada más difícil de las que hemos organizado”, y presionó a los actuales líderes de la región, afirmando que “no sólo no hemos avanzado sino que se dan pasos atrás” en el empeño por la independencia.
Los presos, omnipresentes
El último sondeo público del gobierno regional, en julio, mostró que un 48,3 por ciento de los encuestados no quería la independencia, frente a un 44 que sí la quiere.
Por ello, desde el Congreso español, el jefe de gobierno en funciones Pedro Sánchez deseó que “llegue un día en que la Diada sea la fiesta de todos los catalanes y no de una parte”, los separatistas.
La manifestación es un termómetro del poder movilizador del independentismo para cuando en octubre se publique la sentencia contra los doce dirigentes juzgados este año en el Tribunal Supremo por el intento de secesión de 2017.
Algunos llevan casi dos años en prisión preventiva por presunta rebelión y se arriesgan a duras penas de cárcel. En el caso del principal acusado, el exvicepresidente regional Oriol Junqueras, la fiscalía pide 25 años.
Los retratos de los presos eran omnipresentes en la manifestación, y uno de los lemas más presentes fue el de “lo volveremos a hacer”, refiriéndose al intento secesionista.
“Cualquier derecho que se nos niegue lo volveremos a ejercer, incluido el derecho a la autodeterminación”, afirmó el presidente regional catalán, el separatista Quim Torra. AFP-NA