Gobierno y rebeldes libios confirmaron su participación en la Cumbre de Berlín
Tanto el presidente del gobierno libio de Acuerdo Nacional (GNA), Fayez al Sarraj, como el mariscal rebelde Jalifa Hafter, confirmaron su participación en la cumbre internacional sobre el futuro de Libia que tendrá lugar el próximo domingo.
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La cita en la capital alemana, convocada por la canciller, Angela Merkel, y auspiciada por Naciones Unidas, permitirá abrir una nueva instancia de diálogo tras el fracaso de la cumbre multilateral celebrada esta semana en Moscú, en la que Hafter se retiró sin firmar el acuerdo propuesto por Rusia y Turquía.
El portazo del líder del Ejército Nacional Libio (LNA), que controla buena parte del país -incluidas zonas con recursos estratégicos-, provocó alarma en la comunidad internacional e intensificó las amenazas de Ankara sobre una mayor intervención militar en Libia.
Tras reunirse ayer en Bengasi con el canciller alemán, Heiko Mass, Hafter anunció su asistencia al encuentro del domingo con “la intención de contribuir a su éxito”, según consignó la agencia de noticias EFE.
Al Sarraj, por su parte, que sí había firmado el pacto propuesto en Moscú, ratificó también su presencia en la cita en la capital alemana.
La ONU informó que la Conferencia de Berlín tiene como objetivo poner fin a las divisiones internacionales y a la injerencia extranjera en la convulsionada Libia.
A principios de mes, el mariscal rebelde lanzó una ofensiva contra el GNA, reconocido por la comunidad internacional y con sede en Tripoli, al tiempo que Turquía aprobó el envío de tropas al país norafricano para apoyar a Al Sarraj.
Según afirmó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sus fuerzas permanecerán en Libia hasta que haya libertad y estabilidad, apelando a los vínculos históricos entre ambos países.
Pese al revés de la cumbre de Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin, en colaboración con Erdogan, logró la firma de un alto el fuego entre los dos contendientes, que entró en vigencia el pasado domingo.
De momento, el cese de hostilidades ha sido relativamente respetado, a pesar de las reiteradas acusaciones mutuas de violaciones entre los beligerantes.
Apoyo
Hafter, tutor del Parlamento electo y del Ejecutivo no reconocido en la ciudad oriental de Tobruk, cuenta con el apoyo económico y militar de Rusia, Arabia Saudita, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, además de tener el respaldo político de Francia y Estados Unidos.
El GNA, en cambio, se sostiene en el apoyo económico y militar de Turquía, único país que admitió el envío de tropas, y el político de Qatar e Italia, nación que también se ha pronunciado en favor de un eventual despliegue de soldados.
Además dispone de la ayuda militar de la poderosa ciudad-estado de Misrata, aliada de Ankara y Roma, que sostiene la defensa de Tripoli ante la falta de apoyos en el resto del país. (Télam)