Modi fue reelecto primer ministro de la India con una aplastante victoria electoral
El primer ministro de la India, Narendra Modi, se aseguró otro mandato de cinco años luego de que su partido nacionalista y pro mercado obtuviera una amplia victoria en las elecciones generales de la democracia más poblada del mundo.
Con el escrutinio aún en marcha, el Partido Bharatiya Janata (BJP) de Modi obtenía 302 de las 543 bancas de la cámara baja del Parlamento, asestando una derrota al mayor partido opositor que marca el fin de una era para la principal dinastía política de la India.
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“Es el pueblo de este país el que ha salido victorioso. Si alguien ha ganado, es la democracia”, dijo el premier al celebrar su triunfo ante miles de seguidores desde la sede del BJP en Nueva Delhi.
El jefe de gobierno, de 68 años, dijo que sólo quedaban dos castas en la India, “los pobres y los que quieren trabajar para sacarlos de la pobreza”.
“Necesitamos empoderarlos a los dos”, agregó.
El triunfo del BJP aplasta las esperanzas de regreso al poder de la dinastía Gandhi-Nehru.
Rahul Gandhi, bisnieto, nieto e hijo de tres primeros ministros, esperaba convertirse en el cuarto miembro de la familia en liderar la India.
Luego de intentar sin suerte varias líneas de ataque contra Modi, en particular por supuesta corrupción y por la situación desesperada de los agricultores y la economía deslucida, finalmente debió aceptar su derrota.
“El pueblo es el verdadero mandataria, y ha decidido en favor del BJP. Felicito a Modi y al BJP”, dijo en rueda de prensa en Nueva Delhi el líder del Partido del Congreso, que gobernó la India la mayor parte de su historia moderna y que obtenía apenas 51 escaños.
Además, en una humillación personal, Gandhi admitió que su familia perdió también su bastión tradicional, Amethi, cuya banca fue ganada por un candidato del BJP, informó BBC.
El vasto tamaño de la India, que se extiende desde los Himalayas hasta los trópicos, absorbiendo megaciudades, desiertos y selvas, hizo de la elección un esfuerzo maratónico que incluyó siete etapas y demandó seis semanas, desde el 11 de abril al 19 de mayo.
Con una participación que superó el 60 por ciento en promedio, se estima que alrededor de 600 millones de indios depositaron su voto en las urnas.
Campaña con insultos
La campaña, que se estima costó más de 7.000 millones de dólares, estuvo inundada de insultos: se comparó a Modi con Hitler y con un “insecto”, así como de noticias falsas en Facebook y WhatsApp.
Modi, exmiembro de un grupo militarista de línea dura y ministro principal de Gujurat en 2002, cuando una ola de disturbios dejó mil muertos, la mayoría de ellos musulmanes, tampoco se considera una prenda de unidad nacional.
Los linchamientos de musulmanes y de los dalits –los miembros más pobres y discriminados de la India- por comer carne de vaca, sacrificar y comerciar con ganado han aumentado, lo que incrementa también la ansiedad entre la población musulmana de 170 millones de habitantes de la India.
Con la tercera economía más grande de Asia creciendo demasiado lentamente para crear empleos para el millón de indios que ingresan al mercado laboral cada mes, el desempleo en India está en su punto más alto en cuatro décadas, lo que transforma este tema en uno de los principales desafíos que Modi tendrá por delante.
En política exterior, la relación con Pakistán seguirá como principal desafío, luego de que ambos vecinos y potencias nucleares estuvieran al borde de su tercera guerra luego de la muerte de 40 militares en una ataque de islamistas radicales la parte india de la disputada región de Cachemira. (Télam)