La venta de dólares en comercios sería interesante en las ciudades turísticas
En principio aparece como una opción interesante para ciudades turísticas, según surge de un relevamiento sectorial.
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El director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Carlos Vasco Martínez, dijo a Télam que el sector supermercadista “evaluará la medida, pero por ahora no parece haber demasiado interés”.
“Ya es complejo manejar un supermercado, por lo que ponerse a funcionar como casa de cambio sería más complejo”, analizó el ejecutivo que representa a las grandes cadenas.
“No es algo imposible, quizá sería posible en las zonas turísticas. Lo que pasa que el ‘core’ (corazón) del negocio supermercadista es la venta de productos de consumo masivo. Esta posibilidad de vender dólares no despierta gran interés”, advirtió.
Por su parte, Fernando Aguirre, vocero de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), que agrupa a los supermercados regionales, dijo a Télam que “es prematuro opinar. Aún no se conocen las exigencias” para la comercialización.
Otro supermercadista consultado por Télam opinó que es “complicado por el tema de la seguridad. Habría que tener un lugar totalmente independiente y personal especializado”.
Por su parte, Sergio de Acha, presidente de Kiosqueros Unidos, dijo que “seguramente se venderán dólares en los kioscos en las zonas donde sea rentable realizarlo”.
“Va a haber que readecuar los negocios para realizar esta actividad. En los lugares turísticos es importante que lo podamos hacer”, estimó en diálogo con radio Continental.
Recordó que “en muchos kioscos hoy realizamos la tarea de cobro de facturas y en su momento se enviaba dinero al exterior. Habrá que implementar otras medidas de seguridad y costos, porque para muchos no va a ser rentable”.
No obstante, consideró que “es una buena oportunidad de negocios para todos los kiosqueros que tenemos una difícil situación”.
Para Damián Di Pace, especialista en consumo de la consultora Focus Market, “la medida busca que haya más operadores para que se reduzca la brecha entre el dólar oficial y el paralelo”.
Reconoció que los comercios pequeños van a tener que acondicionar sus locales en materia de seguridad, y opinó que “en los supermercados y grandes cadenas es más fácil” en ese aspecto. “Quizá sirva para los kioscos del microcentro que atienden a turistas”, evaluó.
Cuestión cultural
En tanto, Matías Wilson, jefe de Economía de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) dijo que “hay que ver qué efecto tendrá esto. No creo que la gente se vuelque masivamente a comprar y vender dólares en el supermercado”.
“Persiste una cuestión cultural y es que un banco o una casa de cambio oficial aporta más tranquilidad”, opinó.
Aclaró que según la medida del BCRA “los comercios deberán estar registrados para operar en el mercado cambiario”.
“La normativa propone algunos comercios como supermercados, hoteles y cadenas de electrodomésticos, pero todos deberán estar inscriptos en el BCRA como operadores”, describió.
Dijo que “con esta inscripción podrán operar en el mercado cambiario. Este es un mercado regulado. Si no se registra se está fuera de la ley”.
A su criterio, la norma “apunta a tener un mercado más transparente y con mayor competitividad”, y estimó que “ésta es una medida que toma el BCRA para combatir los arbolitos y aumentar la competitividad en el mercado financiero”.
Respaldo de Came
La ampliación del negocio cambiario a comercios y personas físicas dispuesta por el Banco Central tendrá un “impacto positivo” en la economía, de acuerdo con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
“La medida tendrá un impacto positivo en la economía no sólo porque simplifica una operatoria que forma parte de la vida cotidiana de individuos y empresas, sino porque reduce la especulación y elimina la informalidad de ese mercado”, destacó la entidad en un comunicado.
Además, incorpora “una posibilidad de ingresos adicional para los comercios que lo deseen y podría reducir los márgenes entre compra y venta”.
“Apunta a seguir levantando barreras y desburocratizando la economía, se trata de pequeñas acciones positivas que reduzcan el laberinto de costos que enfrentan empresarios y consumidores cotidianamente”, consideró el presidente de la CAME, Fabián Tarrío. (Télam)
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