Necrológicas
V JOSE FRANCISCO MIÑO
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José Francisco Miño había nacido en Salada, Corrientes, un 24 de julio del año 1938, hijo de Lorenza Miño, con sus cuatro hermanas.
A sus 6 años de edad viajó a trabajar a Resistencia (Chaco) como ayudante de carpintero, allí se encontró con su tío Alejandro Miño, donde permaneció hasta los 18 años, que se independizó alquilándose una habitación en una casa de familia.
A los 20 años ingresó al servicio miliar, formando parte del Ejército de Formosa. Tuvo la suerte de conocer al presidente Juan Domingo Perón, asilado político en ese Ejército, donde le regaló sus zapatos, “dicho por los zapatos negros que usaba” que aún se conservan.
Fue durante el tiempo en el Ejército que perdió a su madre. Al salir del servicio militar se incorporó al cuerpo del Misterio de Salud, donde conoció a su actual y única esposa, con la cual tuvo sus dos primeros hijos: Sergio y Alicia en Resistencia.
Por motivos de salud del mayor en 1969 viajaron a Tandil donde se radicaron para dejar aquí sus raíces, en el Barrio San Juan, trabajando en varios lugares como la fábrica carboquímica metalúrgica y en el Cementerio Municipal donde dedicó 21 años de labor, jubilándose en el 2001.
Con cuatro hijos más: Elizabeth, Andrea, Mirian y Mauricio, de los cuales en el seno de su hogar recibió a sus 28 adorados nietos y sus 19 bisnietos, que eran el orgullo para él. La familia lamenta su desaparición física y lo recuerda con mucho amor.
V JOSE MARIA LUNA (EL GORDO)
El pasado 30 de agosto falleció en Tandil José María Luna, alías “El Gordo”, a los 82 años de edad. Nació en Rauch el 13 de noviembre de 1935, siendo hijo de Soila Sayago, hermano de Jacinto (f), Ismael (f), Nilda (f), Cacho, Jesús (f), Ramón y Pedro.
Sus trabajos comenzaron en la zona rural, en su ciudad natal y al venirse a vivir a Tandil se desempeño como portero en diferentes escuelas: la 1, la 56 y el exIser, hasta su merecida jubilación.
En el barrio de Villa Italia, donde pasó la mayor parte de su vida, lo conocían como “El Gordo Luna”.
Su hija, hermanos, sobrinos lo recuerdan felizmente tocando el acordeón. Que el cielo escuche su música. Buen viaje querido “Gordo Luna”.
V SARA EVELIA SAGARNA
El pasado 10 de agosto falleció la señora Sara Evelia Sagarna, a los 84 años, generando un profundo dolor entre sus seres queridos y amistades.
Había nacido en la ciudad de Azul, pero desde muy joven se radicó en Tandil donde formó pareja con Adán Ringelmann (f), con quien tuvo una hija María del Carmen y su vez crió a su hijo del corazón, Jorge Alberto.
Mujer noble y trabajadora daba lo que no tenía, siempre ayudando al prójimo. Sus hijos, sus nietos Nicolás, Mariano y Martín Salvi, su nieta del corazón Sofía Errasti, sus hijos políticos Gustavo M. Salvi y Andrea Nogueras la recuerdan con amor.
V CARLOS ORESTE LUNGHI
El pasado 7 de septiembre falleció en la ciudad de La Plata Carlos Oreste Lunghi, de profesión contador que residía en la capital provincial. Nacido en Tandil, cursó sus estudios primarios en el Colegio San José y secundarios en la exEscuela Normal. Desarrolló sus estudios universitarios en la Universidad Nacional de La Plata, donde se radicó y llevó adelante sus actividades profesionales.
Durante algunos años se desempeñó como perito en el Poder Judicial y fue designado en 1983 como Contador General de la Provincia de Buenos Aires por el entonces gobernador Alejandro Armendáriz, cargo que ocupó hasta 1986. Posteriormente ejerció la profesión en el ámbito privado.
Estaba casado con Ana María Pagola con quien tuvo cuatro hijos: Carlos Guillermo, Silvia maría, Ana Cecilia y José Emilio.
Su hermano, el doctor e intendente de la ciudad Miguel Ángel Lunghi, despidió a su hermano con un escrito que publicó en las redes sociales y que transcribimos.
“Siempre es doloroso despedir a un hermano, mucho más aun cuando ha sido un hermano mayor. Ese lugar de protección, de consejos y de guía desde la misma infancia hasta los últimos días de su vida, ocupó Carlos Lunghi en mi vida.
Se ha ido, además de mi hermano del alma, un hombre íntegro, un radical sin dobleces, un padre ejemplar y alguien que hizo coincidir como la cifra mayor de sus principios lo que decía con lo que hacía.
Te vamos a extrañar mucho, querido hermano.
Un abrazo de toda nuestra familia a la hora del adiós”.
V IRENE ANA GONZALEZ DE LUENGO
Falleció el 17 de agosto pasado a la edad de 76 años en Tandil su ciudad natal, dejando un gran vacío en sus seres queridos y después de una larga enfermedad descansa hoy en paz, en la gloria de Dios nuestro señor.
Ya estarás en el cielo junto a tu viejito querido: Eduardo C. Luengo (f) con quien estuvo casada durante 45 años.
De esa relación nacieron siete hijos: Miriam, Eduardo, Damián, Gustavo (f), Ana, Christian y Luisa. Le gustaba recordar su niñez al lado de sus abuelos, tíos y primos. Amaba las comidas de los domingos en familia.
Sus hijos políticos Pablo, Juan Manuel, Andrea. Sus nietos Luis Alberto, Vanesa, Lautaro, Karen, Juan Cruz, Lucila, Carola, Loreley, Rocío. Sus bisnietos Bianca, Felipe, Uriel y Milena. Familiares, conocidos, amigos que pudo abrazar en este paso por la vida la lamentan su partida y siempre la recordarán con mucho amor.
V FRANCISCO ALFREDO ÁLVAREZ
Nació el 24 de agosto de 1959 en Tandil, criándose en el barrio Paraje El Molino hasta los 19 años donde se fue a Cañuelas, permaneciendo dos años y regresando a la ciudad. Laboralmente se desempeñó en la fábrica Loimar por espacio de 14 años, para luego residir en la estancia La Masedoña, trabajando sus últimos años como peón rural.
Lo que más le apasionaba era la cacería y el fútbol, su pasión River Plate. Formó pareja y tuvo dos hijos: César y Carla quienes le dieron trece nietos que lo recordarán eternamente.
Sus últimos años los disfrutó en el barrio La Unión lugar de la ciudad donde construyó su casa, compartiendo parte de su vida con sus hermanos Elena, Elsa, Susana, Jorge y Oscar. Sobrinos, yernos, nuera, vecinos y amigos lo recuerdan con cariño.
Dedicatoria
“Tu partida fue una sorpresa inesperada para todos tus seres queridos, quienes quedaron con un profundo dolor. Te recordaremos con esa sonrisa tierna y tus gestos inigualables. Tus hijos y nietos te vamos a llevar siempre en el corazón. Te vamos a extrañar y nos vas a hacer mucha falta. Hasta pronto abuelo Gallego”.
V EMILIO JOSE GOMORY
Nació en Coronel Suárez el 30 de marzo de 1921, formó una hermosa familia con Lila Meyer, y fruto de ese amor nacieron sus cuatro hijos: Emilio, Armando, Liliana y Mirian. Tiempo después llegaron nueras y yernos, 14 nietos y 12 bisnietos, que eran su felicidad.
Fue uno de los excelentes tapiceros de muebles de la ciudad, profesión que siguieron hijo y nieto. Su mayor felicidad fue su familia y su preocupación porque cada uno estuviera “encaminado en la vida”. Siempre activo y actualizado de todo lo que sucedía.
“La vida fue muy generosa, nos lo prestó 97 años, lo disfrutamos, lo vamos a extrañar siempre pero recordándolo con serenidad, paz y mucho amor. Te amamos papá”.
Dedicatoria
Su nieta Guillermina acercó a nuestra Redacción un sentido escrito para también plasmar su recuerdo. “Dicen que los abuelos nunca mueren, solo se vuelven invisibles. Abuelo querido, abuelito cabeza dura, abuelo eterno, nos volveremos a ver. Mientras tanto te pienso y tengo los más hermosos recuerdos de los momentos compartidos. Seguís presente en cada reunión familiar, en cada encuentro los domingos, en las historias que nos contaste, en los rincones repletos de fotos. Te quiero mucho abuelo. Gracias infinitas a la vida por haberme dado la oportunidad de disfrutarte tanto. Los abuelos nunca mueren, dejan huellas en el alma y vos abuelo seguís viviendo en mi corazón”.
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