Necrológicas
V MARÍA MARTHA GRIECO DE VIDAGUREN
Recibí las noticias en tu email
El 31 de enero murió María Martha Grieco, una esposa, madre, hermana, tía y amiga excepcional que dejó su huella en cientos de personas de esta ciudad. Había nacido el 21 de abril de 1941, y fue la hija de Marta María Segunda Zerillo y Juan Ángel Libertario Grieco.
Su madre Marta Zerillo era la hija de un conocido escribano de Tandil, Juan Antonio Zerillo, y su padre Juan Grieco fue un médico que vino de Buenos Aires y se mudó primero a María Ignacia, para trabajar en el hospital de Vela, y luego se mudó a Tandil.
María Martha fue la hija mayor del matrimonio que tuvo otros cuatro hijos: Graciela, Juan, Carola e Inés. Cuando ella era una niña, su hermano Juan falleció trágicamente, quedando las cuatro hermanas que muchos conocieron como “las chicas de Grieco”.
María Martha estudió en la Escuela Normal, donde se recibió de maestra. Desde muy chica aprendió inglés y le gustaba hablarlo. Practicaba escuchando canciones de Elvis Presley y cantantes internacionales de la época y viendo películas de Hollywood. En su vida adulta, se dedicó enseñar inglés como profesora particular.
Desde muy joven, a los 13 años, estuvo de novia con Marcelo Vidaguren, el hijo menor de otro médico amigo de sus padres, a quien ella conocía desde su más tierna infancia.
A los 23 años, se casó con Marcelo, quien también estaba terminando la carrera de medicina en Buenos Aires. Tuvieron cuatro hijos, a Juan en 1966; a Guadalupe 1968, a Teresa en 1974 y a Lucas en 1980.
María Martha integró numerosos grupos, comisiones e instituciones de la ciudad. Hizo trabajo voluntario en distintas entidades y también decoró iglesia para casamientos, bautismos, comuniones de amigos y conocidos de forma voluntaria.
Una de sus grandes pasiones fue la jardinería y los arreglos florales. Fue socia fundadora y miembro muy activo del grupo Tandil del Buenos Aires Garden Club, con el que participó en exposiciones, charlas y viajes.
Gran cocinera y viajera, amante de la música clásica y de las cosas bellas, impecable en sus modos atentos y corteses. Mucha gente la recordará en sus últimos años dando la vuelta al Lago con Marcelo, con quien compartió hasta sus últimas horas, desplegando su infaltable sonrisa y amabilidad ante todas las personas que se cruzaron en su camino.
Dedicatoria:
“Se fue mi mamá… Una mujer brillante, que dejó su luz en cada uno que la conoció.
Esta enfermedad tan triste y larga me enseñó a ir descubriendo las mil cosas increíbles que mi mamá dejaba a su paso. Me encantaría que cuando yo parta, alguien me admire y me quiera tanto como yo a ella.
Una mujer feliz, que hacía feliz a la gente que la rodeaba. Siempre alegre, súper generosa, compañera incondicional que daba todo. Brillante y súper inteligente, creativa, amiguera, que nos enseñó que la vida hay que vivirla y disfrutarla cada segundo.
Una mamá increíble, siempre presente, con esa tranquilidad de los sabios, sabía decirte la palabra justa, el abrazo perfecto y la caricia más tierna. Sólo con su mirada de rayo láser te ponía derechito cuando te mandabas una macana. Cariñosa y justa hasta para retarnos. Pero siempre apoyándonos en cuanta locura se nos ocurría emprender.
Una mujer que hacía de todo sin esperar nada a cambio; inquieta, activa, nos enseñó a dar lo mejor de cada uno sólo por el placer de dar. Sin que se note y sin jamás echar nada en cara, hacía todo genial.
Sólo con mirarla y sin escuchar ningún tipo de sermón me enseñó a vivir la fe, la espiritualidad, a ser sereno y atento. A disfrutar de la familia y de los amigos, a apreciar los buenos gustos, los viajes, las fiestas, el arte, la música y la naturaleza. A tratar con respeto al amor de tu vida y también a tus enemigos.
Como avanzada para su época, nos enseñó siempre que hombres y mujeres son iguales, que todos podemos hacer todo y valernos por nosotros mismos, pero que es tanto más lindo hacerlo siempre juntos.
Hacer el bien sin mirar a quién; el tiempo perdido no se recupera jamás, no le hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan, no pasar por arriba de una escoba sin levantarla… y tantas frases suyas se vienen hoy y me quedan… ¡para siempre!”.
V CARLOS EDGARDO GASTALDI
El pasado 5 de enero falleció Carlos Edgardo Gastaldi, vecino ilustre de Tandil. Nació en 1946, en el fondo de la florería Rosie Marie, ubicada en Rodríguez al 700. Sus padres, Dora Arias y Edgardo Carlos Gastaldi, eran los propietarios del comercio.
Cursó sus estudios secundarios entre la Escuela 1 y el colegio San José, aunque también hizo un año de pupilo en Azul.
En 1966, se fue a estudiar abogacía a la ciudad de La Plata, pero regresó a los tres años para fundar el primer Quijote, reconocida librería de Tandil, en la calle Yrigoyen 1096, donde se vendían manuales y libros usados. A fin de ese mismo año, se mudó a la esquina de Rodríguez y Mitre, para terminar en el año 1985 en Rodríguez 585 hasta 2012, fecha en que la librería cambió de propietario.
Carlos Gastaldi no sólo fue un librero, también fue un gran gestor y promotor de la literatura y la cultura. Por su librería pasaron grandes escritores y personalidades importantes, como Ernesto Sábato, María Elena Walsh, Quino, Facundo Cabral, Luis Aguile, Osvaldo Soriano, Jorge Di Paola Levin, entre muchos otros. El contacto con los escritores le permitió hacer las veces de periodista, presentador y, hasta crítico literario.
En su afán de innovar y acercar el libro a todos, fue el precursor de la Feria del Libro en Tandil, y, uno de los primeros en hacer marketing con folletines, columnas en programas de radio y publicaciones semanales en El Eco de Tandil.
Lamentablemente, las crisis económicas en la Argentina hicieron mella en su negocio y en el año 2007 sufrió un ACV, problemas estos que le imposibilitaron seguir con el mismo ímpetu, desarrollando las tareas que tanto amaba y por las que luchó con tanta pasión.
A pesar de sus imposibilidades físicas y económicas, en el año 2013 pudo concretar la realización de un suplemento mensual en el diario El Eco, plasmando así como su último proyecto, el deseo de dar visibilidad a personas y personajes de la ciudad de Tandil.
Sus hijos, Paula, Luciana, Sebastián y Martín, lo recuerdan -a un mes de su fallecimiento- con mucho dolor, pero agradeciendo el legado de honestidad, trabajo y pasión que les dejó y el recuerdo perdurable de tantos momentos compartidos, de alegrías y tristezas que permanecerán siempre con ellos.
“Te amamos y te extrañamos. Hasta siempre. Tus hijos”.
V JUANA GARCÍA
Días atrás se produjo el fallecimiento de la pequeña Juana García, causando su deceso una profunda tristeza en sus seres queridos.
Su familia decidió recordarla con el siguiente texto. “Con la luz llegaste el 7 de marzo de 2016 y al alba partiste el pasado 22 de enero 2020. Te recordamos así, enojona y trompuda, pero tan pequeña y llena de amor. Sabemos que estás cerca, bien cerca. Estás, en algún lugar, estás. No podemos tocarte, así como no se puede tocar el amor, pero sí podemos sentirlo. Estás en la sonrisa de algún recuerdo. En el silencio y en los suspiros. En el eco que se produce cuando reímos. Estás, sabemos que estás.
No tan lejos, no buscamos tan lejos. Estás cerca, bien cerca a nuestro lado. Nos sostienes cada vez que nos sentimos caer. Nos acaricias cada vez que comienza a doler. Hay dos caminos posibles: llorar porque te has ido o sonreír porque has vivido.
Podemos llorar, cerrar la mente, sentir el vacío y dar la espalda. O podemos hacer lo que te gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
Nadie dijo que esto fuera fácil, pero hay un lugar en el que siempre estarás, ese lugar que nos mantiene firmes, de pie y unidos como familia. En nuestros corazones vivirás eternamente Juani. Tu mamá Vanesa, tu hermano Tomás, Nano; tus abuelos Mary, Alberto y María; tu tíos Luciana, Érica, Cristina, Julia, Sergio y Natalia; tus primos Tatiana, Mateo y Pilar y tu madrina Lucrecia”.
V ROGELIA ALCARAZ DE LARROSA (RAQUEL)
Había nacido en Luján de Cuyo (Mendoza), el 23 de octubre de 1935. Allí transcurrió su infancia y adolescencia, hasta que se mudó a Azul (provincia de Buenos Aires), donde conoció a quien fuera su esposo, Adolfo Larrosa. De esa unión nacieron Susana (Loly) y Alejandra, quienes hoy junto a hijos políticos, nietos, nietos políticos y bisnietos la recuerdan de esta manera.
“Carta a mi abuela: Me pidieron que escriba sobre vos. No sabía por dónde empezar, ¿tengo que hablar de tu infancia? De todo lo que pasaste, el hambre, el destrato, el maltrato. ¿Tengo que contar que hiciste la primaria de grande? Que aprendiste a leer porque te desesperaba no saber, y desde que aprendiste nunca te vi irte a dormir sin leer algo, el diario, una revista (conocí las ‘Muy Interesante’ gracias a vos).
Alcanzará con enumerar todos tus trabajos. Fuiste mucama, peluquera, cocinera. Como cocinera (tu gran pasión), te luciste en el Hotel Continental, en el Hotel Manantial, en el Hotel Hermitage. Inauguraste el Quincho, trabajaste en Confitería Norma preparando comida para eventos. En el club Hípico, en la parrilla Don José al pie del Monte Calvario, en La Casa de Elsa, en el restaurante del Hotel Torino. Espero no olvidarme de ninguno, pero ¿sabes una cosa? Esa lista no cuenta de tu cansancio, de tus sueños, de tu olorcito a comida cuando volvías tarde. Esa lista no incluye los manjares que preparabas para nuestros cumpleaños, las navidades y cualquier momentito que teníamos juntos. No cuenta ni remotamente que aunque vinieras muerta de trabajar, siempre tenías un momentito para charlar; que aunque te durmieras nos acompañabas al cine, que salías de trabajar y nos llevabas a Renzo a tomar un helado y a la calesita porque no importaba el cansancio, importaba vernos felices.
Tuviste dos hijas maravillosas, Loly y Alejandra. Nietos y bisnietos. Para todos siempre vas a ser el ejemplo de lucha, una guerrera. Nosotros extrañándote, no quiero caer en la nostalgia ni molestarte, sabemos que allá donde estés, seguro, estás bien, que debes estar cocinando algo rico como siempre. Poniendo una sonrisa ahí donde haga falta y nunca bajando los brazos”.
V MARÍA ISABEL ECHEVERRÍA (CHAVELA BOCHI)
El pasado 16 de enero falleció María Isabel Echeverría, más conocida como “Chavela Bochi”, causando un profundo dolor entres sus seres queridos y amistades. Su familia acercó hasta esta Redacción el siguiente texto con el que la recuerdan.
“Mis dos amores. Después de haber vivido, haberme enamorado, querido y amado, he comprendido que nunca tuve un amor como el tuyo mamá. Un amor, a prueba de todo, un amor de verdad. Un amor tan grande que no se puede expresar con palabras. Un amor modesto que sólo se exteriorizaba con miradas furtivas y sonrisas cómplices. Fuiste mi amiga, en ti confiaba todos mis secretos. Ahora que ya no estás y que yo he crecido, he comprendido la grandeza de tu amor.
Gracias mamá por habernos enseñado tantas cosas en esta vida, tantos momentos compartidos. Gracias mamá por tu inmenso amor, al que sólo puedo corresponder amando de esa misma forma a mi hija, como vos me amaste a mí.
Siempre estarás en una canción, un lugar, donde un aroma a jazmines te traiga a mí. En todas partes corazón, no habrá un solo día que no miremos al cielo y no te recordemos.
Descansa en paz junto a Jesús, junto a la abuela, ya le pedí a Jesús que las cuide mucho y todo ese amor que han brindado sea el premio hoy de tu cielo.
Hasta siempre linda mamita. Tu Angelita. Mariana”.
V EDUARDO ALBERTO FARIZA
Nació el 7 de marzo de 1936 en Tandil, Su pareja fue Amalia Romero (f), y su familia también estaba conformada por sus hermanos Rubén Ismael, Antonia Rosa; sus cuñadas Inés y Marta; sus sobrinos Osvaldo, Diego, Silvina, Gustavo y Sergio.
Desde muy chico se dedicó a las tareas rurales lo que le permitió, en aquel entonces, jugar al fútbol y defender los colores de Azucena Juniors. Fariza contaba con una potente zurda, y su familia siempre recuerda cuando mediante un fortísimo remate agujereó la red. Lo hizo en un partido disputado en Cuatro Esquinas, y quienes presenciaron aquel gol destacan que les era imposible encontrar dónde había quedado la pelota para poder continuar con el juego.
Ya instalado en la ciudad, trabajó en Metalúrgica Tandil y siguió vinculado al deporte en la disciplina bochas. Fue un gran bochófilo, que logró un total de treinta trofeos.
Terminó su vida como albañil y ya jubilado, luchó contra una cruel enfermedad que se lo llevó de este mundo el pasado 14 de enero. Sus restos fueron trasladados a la ciudad de Dolores para su cremación.
V JUANA BLESA BELLIDO
A los 70 años, el pasado 18 de enero, falleció Juana Blesa Bellido, causando tristeza y dolor entre sus seres queridos.
Juana había nacido el 9 de febrero de 1949, en Arboleas, provincia de Almería, España. Era hija de José Antonio Blesa Pardo y Ana María Blesa Bellido Gómez.
Pasados los años, conoció a su gran amor Alberto Luján (Tucho) y la familia se agrandó con la llegada de Mariana, Pablo y Guadalupe, completando el amor con sus nietos: Aisha, Martín, Nicole, Alexis y Bautista, que eran la luz de sus ojos.
“Si tenemos que describirte, las palabras bondad y honestidad cobrarían vida. Se nos fue un alma preciosa, amable y por sobre todas las cosas, querida por cada persona que cruzó en su camino.
Mamá, te fuiste muy repentinamente, dejándonos un vacío enorme. Todavía no se puede creer que partiste físicamente, pero siempre vas a estar en nuestros corazones. Fuiste una persona maravillosa y sobre todas las cosas, la mejor mamá que la vida nos pudo dar. Luchaste hasta el final, dándonos fuerzas y dejándonos tranquilos porque estás descansando.
Te queremos mucho, te vamos a extrañar y recordar siempre”.
Sus restos descansan en el Cementerio Municipal.
V MARÍA ALICIA IBARRA VIUDA DE RIVAROLA
Nació en Tandil el 7 de diciembre de 1942. De muy joven, conoció a quien sería su esposo, Sergio Eduardo Rivarola, formando una gran familia con sus siete hijos. Luchadora incansable, de carácter firme y fuerte, madre abnegada para la que sus hijos lo eran todo.
Mientras los criaba, estudió enfermería para darles un mejor pasar. Fue su profesión y pasión. La vida la golpeó fuerte cuando le arrebató a sus hijos. Primero a Pedro, muy joven, y años después a Eduardo, y fue difícil seguir. Sus nietos y bisnietos le dieron fuerza y alegría.
Su última batalla fue por su vida, no pudo. Demasiadas cicatrices en su alma y corazón.
“Fue una luchadora, nos dejó el legado del trabajo, la honradez y a su manera, el amor a la familia. Así la recordaremos siempre sus hijos, nietos y bisnietos”.
V RAÚL JORGE D’ALESSANDRO
Por 1930 nació, el 29 de abril, en la ciudad de Bolívar, Raúl D’Alessandro, “El Flaco”, como le decían. Desde muy temprano salió a trabajar para ayudar en su casa, pero gracias a eso aprendió el oficio de bicicletero, con Juan Jarque, y así fue como se lo conoció en Tandil. Con los años logró su propio negocio, que finalmente se lo vendió a Juan Modaffari.
Su pasión fue subirse a esas dos ruedas y “comerse el mundo”. En los años 50 corría esas carreras que hoy quedaron plasmadas en viejas fotos ajadas en blanco y negro. Por los 60 cambió de rubro, y adquirió la agencia de autos Dacavi, donde comerciaba NSU, luego Valiant y finalmente Peugeot en la empresa Traful.
La vida le puso en el camino a “La Negra”, María Sprovieri, esa mujer de fierro que lo acompañó por más de 66 años, en las buenas y en las malas, compañeros inseparables hasta el último día.
Hoy, sus hijas, Laura y Silvia, junto a sus esposos, Alberto y Raúl, y sus nietos Diego, Leandro, Rosario, Agustina y Victoria, guardan en sus corazones el recuerdo de un gran hombre, sensible, servicial y humilde, tranquilo y en paz, porque una vida como la de él no tiene otro final más que “allá arriba”, adonde habrá llegado volando el 23 de enero pasado en una bicicleta dorada y luminosa.
“Gracias por todo, como nos decías siempre, viejito”.
V JOSÉ BONIFAZIO
José Bonifazio o como todos lo llamaban “Tito”, nació en Ramos Mejía, el 18 de febrero de 1952. Vivió en Hurlingham con sus padres, quienes lo traían de chico a Tandil por su salud. Su sueño más ansiado era vivir en esta ciudad. Estudió Ingeniería en Automotores, carrera que no pudo concluir por razones laborales y políticas (eran momentos muy difíciles).
Tenía un taller mecánico en Hurlingham, en donde sus clientes muchas veces sólo charlaban ya que tenía una cultura general muy amplia, le gustaba mucho leer, también era un apasionado de los comics desde chico. Era un hombre que infundía respeto por su seriedad, pero los que lo conocían sabían que era bondadoso y pacífico.
Se casó con Matilde Repetto, cuyos padres venían seguido a Tandil, y el congeniar por los lugares tranquilos los unió más. Tuvieron tres hijos: Sebastián, María Laura y Hernán, (los tres aman a Tandil), y cuatro nietos. Su hija, que le decía papucho, heredó el gusto por la lectura. Sebastián y Hernán, por la tranquilidad y el verde.
Fue padre muy presente, sumamente generoso y honesto, siempre hablaba de frente. Dedicó su vida al trabajo, pero el domingo disfrutaba la sobremesa y la cena con amigos, le gustaba la pesca y todo lo referente al agro lo leía los domingos.
Con Matilde, su compañera de vida, visitaban muy seguido Tandil. Federico, su sobrino del corazón, quien estudió el primario con Hernán y amigo de toda la familia, quien vive acá hace casi 30 años, siempre dice que “Tito es más tandilense que los propios de Tandil”.
Esperaba jubilarse y cumplir su sueño tan esperado con Matilde (se llamaban “vida” o “vidita”), con quien estuvo 46 años casado. Fueron los años más felices desde que vivió en Tandil, amaba su huerta orgánica, sus plantas aromática, todo su pequeño jardín. Le gustaba cocinar utilizando lo que cosechaba.
Compartía los eventos, como la cata de quesos y la de vinos, la Fiesta de la Sierra y el Salame. Se enojaba mucho cuando algunos turistas no respetaban las costumbres locales. Siempre decía que es fácil vivir si uno hace las cosas bien y ese “bien” encerraba todos los valores de las personas.
“Gracias vida; gracias papucho; gracias viejo. Fuimos muy felices, nos dejaste tanto que va alcanzar para llenar la tristeza de tu ausencia”.
Síndrome de Ménière, la enfermedad que produce
síntomas de vértigo y trastornos del equilibrio
El Síndrome de Ménière es un trastorno del oído interno que en la mayoría de los casos afecta a un solo oído, es caracterizado por ataques repetidos de vértigo y es una afección muy común, se considera que en el país puede haber entre 4000 y 8000 casos nuevos.
El vértigo, según el Hospital Británico de Buenos Aires, es una sensación de movimiento propio o del medio ambiente, la persona suele sentir que gira o que todo gira alrededor de sí misma. Se diferencia del mareo y la persona corre mayor riesgo a caerse y suele no poder movilizarse.
Se le da el nombre a esta enfermedad gracias al médico francés Prosper Ménière quien descubrió los síntomas de esta patología por primera vez en el año 1861. La causa de la aparición de la crisis es el aumento anormal de líquidos en el oído interno, estos líquidos tienen un equilibrio de producción y reabsorción.
El principal síntoma es el vértigo rotatorio y afecta tanto al oído interno como al equilibrio, en las primeras crisis produce mucha inseguridad e incluso sensación de muerte inminente y se puede presentar en cualquier edad, aunque es más probable que ocurra a principios de la adultez y la mediana edad.
Parece que existe una prevalencia de migraña en pacientes con el síndrome, la migraña puede dañar irreversiblemente al oído interno, por lo tanto, es frecuente que el síndrome aparezca en pacientes con personalidad neurótica; el estrés, la fatiga, las complicaciones familiares o laborales, pueden influir en la aparición de la enfermedad.
El Hospital recomienda que al padecer vértigo, es importante mirar a un punto fijo para disminuir el movimiento ocular que origina esta sensación de giro y permanecer sentado o acostado para evitar el riesgo de caídas. A su vez, evitar incorporarse rápidamente de la cama, evitar los riesgos de caída por vértigo posicional benigno, que es la causa más frecuente de vértigo en los adultos mayores y puede ocurrir espontáneamente sin síntoma alguno previo.
El trastorno del equilibrio es un problema médico que hace que uno se sienta tambaleante o mareado, es posible, que al estar de pie, sentado o acostado, la persona sienta como si se estuviera moviendo, flotando o que todo le da vueltas. Estos trastornos pueden ser causados por ciertos problemas de salud, medicamentos, o un problema del oído interno.
Diagnóstico
El Síndrome de Ménière es un tipo de trastorno del equilibrio que, por lo general, lo diagnostica y lo trata un otorrinolaringólogo, médico que trata trastornos del oído, garganta y nariz, sin embargo, no existe una prueba definitiva ni un síntoma único que pueda hacer el diagnóstico. Para poder hacer un diagnóstico se tiene que tomar en cuenta la presencia de: Pérdida temporal de audición. Sensación de que el oído está lleno. Ataques repentinos de vértigo, náuseas y vómitos. A pesar de que no existe una cura para la enfermedad, con los tratamientos actuales se puede tratarla, se sugiere la intervención temprana con medicamentos.
Restricción de sal y uso de diuréticos (puede reducir la frecuencia de vértigos).
Evitar el alcohol y la cafeína. Hay personas que necesitan tratamientos más invasivos, como tratamientos quirúrgicos, ya que puede ocurrir que los métodos anteriores no resulten efectivos, por eso se sugiere consultar al otorrinolaringólogo para pensar en una resolución quirúrgica de los vértigos.
En Jujuy, este año fabricarán
aceite de cannabis medicinal
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, recorrió los predios de Finca El Pongo en la ciudad jujeña de Perico, donde se encuentran los primeros viveros de plantas de cannabis que se utilizarán para la elaboración de aceites con fines medicinales que “fabricaremos este año”, señaló.
“Jujuy está generando un hito en este tipo de producción, que no solo atiende la salud, sino que también se constituye en una alternativa de diversificación productiva”, indicó el mandatario jujeño sobre el emprendimiento.
Morales recorrió junto a responsables del proyecto la zona núcleo de producción como la cámara de germinación, luego se dirigió a la zona de invernaderos y posteriormente recorrió el predio que será ocupado en el futuro por otros invernaderos y ensayos a campo abierto.
“Este año fabricaremos el primer aceite de cannabis medicinal de la República Argentina”, dijo Morales al analizar un informe técnico del laboratorio y el módulo de investigación y desarrollo que comenzarán a construirse en los próximos meses.
El proyecto nace a través de un acuerdo firmado entre la empresa jujeña Cannava SE y la estadounidense Player’s Networks, para la plantación de cannabis que se utilizarán con fines medicinales.
Morales valoró que Jujuy “es la primera provincia del país en abordar en forma institucional el fenómeno científico y medicinal del cannabis, y se está trabajando en el desarrollo científico y tecnológico de sus derivados”.
“El proyecto está avanzando bastante bien”, consideró, y detalló que están en pleno funcionamiento “dos invernaderos y se van a instalar otros más” sobre la plantación que ocupará 35 hectáreas.
Por otra parte informó que en la zona se implementó “un sistema de seguridad importante con cámaras, alarmas perimetrales, y un destacamento especial policial con un monitoreo importante de las fuerzas de seguridad nacionales”.
A ello se suman las supervisiones correspondientes del Inta, Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de la Semilla (INASE) y otros organismos nacionales que “dieron el visto bueno a la iniciativa”, comentó.
El gobernador afirmó que “está previsto el financiamiento para la construcción del laboratorio de extracción de aceite medicinal, con visto bueno técnico de Anmat”, y estimó que en el segundo semestre “se comenzará a fabricar en Jujuy el primer aceite de cannabis de grado médico de la República Argentina”.
Finalmente, recordó que la idea es instalar un laboratorio en la Zona Franca de Perico, y construir un módulo especial en Finca El Pongo, ubicada a unos 30 kilómetros de la capital jujeña, para la investigación científica y desarrollo de tecnología. (Télam).