El Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales celebró cinco años de vida

El Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires es quizás la entidad profesional bonaerense más nueva y celebró el viernes su quinto aniversario, tema que fue mencionado durante un nuevo podcast de El Eco, ya disponible en la web y en redes sociales.

La entrevistada fue la ingeniera agrónoma Josefina Wynne, presidenta del consejo directivo de la regional sudeste del Colegio.

“El Colegio es muy nuevo dentro de lo que son los colegios profesionales. Antes los ingenieros agrónomos estábamos en la entidad que nucleaba a todos los ingenieros de diferentes especialidades en la provincia” planteó inicialmente la profesional.

Evaluó que la creación del nuevo colegio “fue un logro muy importante que se dio en una asamblea extraordinaria constitutiva que se realizó un 19 de enero, hace cinco años, en La Plata”.

Wynne explicó que “la Provincia delega en los colegios profesionales la facultad de regular el ejercicio de la profesión, en este caso de ingenieros agrónomos y forestales y otras carreras como licenciaturas de las Ciencias Agrarias que están incluidas para poder acceder a la matrícula profesional”.

Cuando se le mencionó el rol fundamental de la profesión en la producción de alimentos de calidad, la ingeniera señaló que “la provincia de Buenos Aires tiene diferentes producciones, extensivas e intensivas, de todo tipo y particularmente en nuestra región sudeste, donde el motor del desarrollo regional es la producción agropecuaria”.

La matriculación

Al referirse al ejercicio profesional, Wynne dijo que la matriculación es “un camino de a poco, paso a paso” y marcó que “no había una cultura de la matriculación dentro de los colegas. Hay colegas que lo que hacen es asesoramiento, otros estudios, otros comercialización de insumos, otros se dedican a la educación universitaria o secundaria, investigación… En realidad, todo es ejercicio profesional y para eso necesitás estar matriculado. Es un trabajo que se hace de a poco y los colegas van entendiendo que tienen que estar matriculados”.

Planteó que “pertenecer al Colegio Profesional les da un marco regulatorio muy importante, incluso al momento también de jerarquizar la profesión, regular honorarios y -por ejemplo, en la aplicación de fitosanitarios- poder recetar de manera formal, con todo lo que ello implica”.

La referente regional del Colegio destacó que “la prescripción de un fitosanitario químico o biológico, la realiza sí o sí el colega ingeniero agrónomo. Luego el aplicador es el que lleva adelante el proceso, pero la prescripción es exclusiva de nuestra profesión y tiene que estar reglado, por supuesto, con una receta agronómica”.

Consultada sobre la toma de conciencia de los productores sobre el rol de los ingenieros agrónomos, Wynne dijo que “en los últimos años vamos viendo eso” y puso como ejemplo que “si uno entra al sistema del ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires - el ente que hace la fiscalización de las aplicaciones- cada vez más se están realizando recetas. Es lo que corresponde indefectiblemente al momento de hacer una aplicación y en el mapa que uno encuentra es muy notorio el número de recetas agronómicas que se van haciendo”.

La ingeniera agrónoma Josefina Wynne dijo que “eso viene de la mano de los ya más de 4.000 matriculados que tenemos en la provincia de Buenos Aires. En nuestra región Sudeste particularmente ya hay arriba de mil matriculados. La región la componen 22 partidos”.

La suma de profesionales al Colegio se explica en que “cuando pensamos en un médico, en un licenciado en nutrición, en un psicólogo, vemos que todas las profesiones tienen su colegio profesional, donde tenemos un número de matrícula. Eso avala el ejercicio legal de esa profesión, la validez del título, que ha egresado de una universidad nacional, público o privada. Los colegas egresados recientes tienen la posibilidad de acceder sin un costo a la matrícula en los primeros dos años y tenemos vínculos con las universidades. En nuestra región particularmente son dos facultades de Agronomía, algo no es poco: una de la Universidad Nacional de Mar del Plata y la otra de la Unicén, donde los egresados en general se insertan rápidamente en el medio y para eso necesitan estar matriculados al momento de ejercer la profesión”.

Aval 

Otra de las funciones del colegio es el aval a los profesionales, que tocan temas muy sensibles. “Uno maneja agua, el recurso suelo... Entonces los colegas sienten un respaldo legal ante una demanda que pueda haber. Se trata con productos químicos y pueden existir derivas si una aplicación no está realizada de manera correcta, con las condiciones meteorológicas adecuadas. El colega, con toda la prescripción que ha hecho y las recomendaciones, si lo ha hecho de manera correcta y considerando todos los parámetros, no tiene ningún problema. Puede haber siempre algún cuestionamiento cuando las aplicaciones son cerca de localidades”, acotó.

En el cierre destacó que el quinto aniversario del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires “es una fecha muy importante. Primero fue la Asamblea Extraordinaria constitutiva en La Plata e inmediatamente después -en febrero- la primera asamblea provincial que se realizó en la ciudad de Azul, justo soy azuleña. Fue muy muy importante la cantidad de colegas que vinieron de toda la provincia y de a poquito el Colegio empezó a caminar”.

La profesional relató que la institución tiene organizadas comisiones de trabajo. “Actualmente en la región sudeste tenemos comisiones de Suelos, Agroecología, Arbolado, Receta Agronómica y Honorarios, para regular los valores profesionales que son importantes para para unificar criterios al momento del reconocimiento profesional”.

Finalmente invitó “a los colegas a que se acerquen. El Colegio lo hacemos entre todos y es un logro muy importante, no solo para la provincia, sino para nuestra región Sudeste, que tiene tantas producciones hoy en día y muy diversificadas”, culminó.