Dos niños confirmaron que fueron testigos del abuso que sufrió su compañerito en el baño del Jardín 901
Una vez retomada la actividad tras la feria judicial, se activó la causa que busca esclarecer lo ocurrido en el Jardín de Infantes 901, donde papás denunciaron que su hijo de 4 años fue abusado por un profesor. En la semana se realizaron las nuevas Cámaras Gesell con los tres menores que habrían sido testigos del suceso. Dos niños dijeron ver los tocamientos. Uno no pudo expresar ni reseñar nada.
Tal como se había anticipado en estas páginas, reanudada la actividad judicial, la fiscalía a cargo de Marcos Eguzquiza retomó las actuaciones en torno a la instrucción penal preparatoria que investiga la denuncia de un presunto abuso de un profesor a un niño de 4 años en el baño del Jardín de Infantes 901.
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Ayer, dando continuidad a lo que se había previsto tras el receso, se concretaron las audiencias en torno a las Cámaras Gesell programadas para con los tres menores que habrían sido testigos del suceso ventilado que sacudió a la comunidad educativa en particular y conmovió a la ciudadanía en general.
Teniendo en cuenta la sensibilidad del caso y su complejidad a la hora de hacer comparecer a niños de 4 años y su capacidades de expresión, de fuentes judiciales se confió que las diligencias resultaron positivas a la hora de poder avanzar en el expediente.
En efecto, por lo que trascendió, uno de los niños testigo confirmó el suceso presentado como un abuso en el baño de la institución (también había hecho lo propio la hermanita de la víctima). A sus modos y sus formas, el niño coincidió con lo expuesto y expuso que vio cuando el docente tocaba en las zonas íntimas a su compañerito.
No así ocurrió con el otro menor entrevistado por los especialistas y bajo la custodia de los agentes judiciales citados para la ocasión. Al decir de las mismas fuentes, en este caso el niño no pudo expresar nada sobre el episodio ventilado. “No habló del caso ni de nada”, se aclaró con insistencia a la hora de dejar sentado la imposibilidad de indagar más allá frente al delicado caso frente a un niño con sus limitaciones expresivas –naturales a su corta edad-. Léase, su silencio no inclinaba la balanza ni para un lado ni del otro de las partes en pugna.
Cabe consignar que precisamente el niño que no pudo contar nada ayer ante los actores judiciales, sí lo había hecho espontáneamente frente a su madre cuando el caso se expuso, por lo que se desprende que en la semana entrante será citada la mamá en pos de ratificar la primera versión que dio sustento a la denuncia de los papás del niño presuntamente abusado.
Asimismo, aún resta tomarle declaración a la madre de la víctima (ya se había hecho con el padre), con lo que se daría por cerrado el desfile de testimonios que aluden a las partes involucradas como a los circunstanciales testigos. En ese tren, se confirmó que los niños que fueron sometidos a las Cámaras Gesell ya no serán más citados, la clave del avance en la pesquisa versará sobre la credibilidad que se le dé principalmente a los mayores de edad que de una u otra forma recibieron de primera mano los relatos de los niños, de quienes obviamente también se tiene en cuenta el grado de verosimilitud de sus exposiciones, a criterios de los peritos intervinientes.
La causa
Como se vino detallando en ediciones pasadas, ya el pequeño de 4 años había contado a los papás primero y a los funcionarios judiciales después, la agresión sexual de parte del profesor de teatro, el 2 de julio pasado en el Jardín de Infantes 901.
En Cámara Gesell, el niño expresó en los mismos términos que dio sustento a la denuncia penal, que fue radicada durante la madrugada del 3 de julio pasado, en la Comisaría de la Mujer y la Familia.
El turno para la declaración del menor fue otorgado con celeridad, circunstancia que fue valorada de manera positiva por el fiscal Marcos Eguzquiza, teniendo en cuenta la edad de la víctima y la posibilidad de que pudiera olvidar rápidamente los hechos sucedidos en el baño del jardín.
Ante el psicólogo Andrés Burgardt, el niño se mostró tranquilo, fue elocuente y ratificó las versiones que sus padres habían expuesto ante la policía y que luego le contaron El Eco de Tandil.
A partir de ratificarse los dichos denunciados, el fiscal había solicitado turnos para que declaren en Cámara Gesell tres compañeros de la sala de 4 años del Jardín 901, diligencias que se realizaron durante esta semana.
Se trata de una nena, que es hermana melliza del niño presuntamente abusado, y dos varones que habrían estado en el baño en el momento del ultraje. De los tres niños testigos, dos coincidieron con lo denunciado por la víctima.
Vale reseñar que por otro carril, se había instruido a la Comisaría de la Mujer y la Familia para que citen a declarar como testigo a la docente a cargo de sala de 4 y a la directora del Jardín, para que den cuenta de lo ocurrido en la institución con el menor que estaba a su cuidado.
El caso
Sobre el hecho denunciado, los padres del pequeño supieron relatar oportunamente a este Diario lo que le habría ocurrido a su hijo de 4 años, el martes 2 de julio pasado, en el baño del Jardín de Infantes.
El relato del pequeño surgió a la noche, después del partido entre Argentina y Brasil por la Copa América, cuando lo mandaron a lavarse los dientes. “Mi marido nota que se tocaba la cola. Le preguntamos qué era lo que le había pasado, si le picaba la cola o le dolía. Entonces, lo llevo a revisar a la habitación. Viene mi marido enseguida. Él dice que le dolía la cola, y cuando le preguntamos qué era lo que le había pasado, nos comentó que un profesor nuevo le había metido el dedo adentro de la cola”, relató Eliana.
En tanto, cuando siguieron interrogando al pequeño, le pidieron que les mostrara de qué manera lo habían tocado. “Se baja el calzoncillo y se intenta meter el dedo de su mano adentro del ano”, confirmó la mamá, con angustia.
Enseguida, llamaron al 911 para saber qué tenían que hacer y les indicaron dirigirse a la Comisaría de la Mujer para radicar la denuncia. A partir de entonces, se cumplimentaron distintos trámites judiciales tendientes a esclarecer el hecho.
En principio, Andrés llevó a su hijo a revisar al Hospital de Niños, aunque no quedó registrada esa primera visita y luego surgió un informe que fue anexado a la causa judicial.
En paralelo, padres de distintas salas de la institución educativa acompañaron a la familia en una marcha para exigir justicia que se realizó el miércoles pasado. Allí los recibió el intendente Miguel Lunghi, junto a buena parte de su equipo, quien les brindó su apoyo, les ofreció un abogado a través del programa Acceder y acompañamiento psicológico.