El comerciante que frustró el asalto dijo que volvería actuar igual para “defender lo mío”
El titular de la despensa ubicada en San Lorenzo al 800 narró a este Diario lo sucedido. Con su mano derecha vendada, contó que forcejeó con uno de los delincuentes en una reacción impensada pero que volvería a hacer. Además sostuvo que la situación económica es complicada y que falta seguridad por la zona.
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El lunes por la noche, a poco del cierre de una jornada laboral que cada vez extiende más el horario para hacer rendir las cuentas, el titular de una despensa ubicada en San Lorenzo al 800 puso en fuga a tres delincuentes que intentaron asaltarlo con un arma blanca.
Ayer, con su mano vendada por el corte que recibió en el forcejeo con uno de los intrusos, Raúl Gallardo volvió a la rutina luego del episodio vivido para retomar su actividad.
En diálogo con El Eco de Tandil defendió su reacción al ratificar que fue para “defender lo mío” y no dudó en señalar que volvería actuar del mismo modo. “La situación no está para regalar nada”, enfatizó.
Se sensibilizó al pensar lo que podría haber sucedido en el mismo momento si hubiese estado su mujer y su hijo, que tiene capacidades diferentes. “Por ahí se asusta y quizás lo lastiman pensando que puede hacer algo”, dijo. Y luego se tomó una licencia para bromear sobre el episodio al calificarlo como “una falta de respeto” asaltar a un carnicero con un cuchillo Tramontina.
El atraco
Como se informó en la edición pasada, el intento de asalto ocurrió alrededor de las 22 de este lunes cuando una persona ingresó al local simulando ser un cliente, con un envase en la mano. “Me preguntó si le podía vender una cerveza y cuando me voy para el otro mostrador entró otro corriendo y me tiró un cuchillazo en el pecho”, describió Raúl Gallardo.
En ese momento la intención del delincuente fue amedrentarlo para lograr que entregara el dinero de la recaudación. Fue allí que, en un rápido accionar, “me corrí para atrás, lo agarré de la muñeca con mi mano izquierda y para asegurarme lo tomé también con la derecha”, y así fue que alcanzó el cuchillo tipo Tramontina que empuñaba el ladrón.
“Cuando le agarré las dos manos, lo acerqué para el mostrador y eso lo desconcertó. Como se vio medio perdido, pegó un tirón para atrás para liberarse y así me cortó la mano”, relató.
Finalmente ambos se dieron a la fuga por Mitre junto a un cómplice que los esperó en la puerta mientras la escena transcurría en el interior.
No conforme con el ataque sufrido, Gallardo tomó la cuchilla de carnicero y salió a la calle a perseguir a los delincuentes que huían a pie en dirección al centro de la ciudad.
Al regresar al local observó que corría sangre por mano y recién allí constató la herida que le produjo el forcejeo. La profundidad del corte demandó la atención en el Hospital, donde recibió dos puntos de sutura.
Falta de seguridad
También el damnificado se refirió a la falta de seguridad en la zona, donde se replicaron hechos de similares características en el último tiempo, y fue crítico con la concentración de efectivos en las cuadras del microcentro.
“En esta calle no hay cámaras pero en la avenida está repleto; cuando empezó a funcionar la Policía Local pasaban una o dos veces y ahora no pasa nadie y estamos a cuatro cuadras del centro”, planteó.
Además señaló que, la situación económica y las “pocas ventas” complican la actividad y obligan a juntar “peso a peso” para llegar a pagar los impuestos y los servicios e incluso a extender la jornada laboral.
“Es una locura lo que pagamos”, dijo y agregó que “cada vez hay que trabajar más horas para poder subsistir. Es un desastre lo que está pasando”.