En violento asalto a una distribuidora, robaron unos 20 mil pesos y golpearon a un empleado
Dos delincuentes ingresaron al comercio situado en Lisandro de la Torre y De Roxas y encañonaron al empleado que estaba en la caja. Lo golpearon salvajemente por lo que debieron aplicarle puntos de sutura en el Hospital Santamarina. Había varios clientes en el local al momento del hecho. Los ladrones se dieron a la fuga en moto con el botín. Al cierre de esta edición la Policía apresó a los sospechosos.
Ayer en horas de la mañana, la distribuidora Besoy situada en Lisandro de la Torre y De Roxas, fue el blanco de un violento robo a mano armada. Dos delincuentes encañonaron al empleado que se encontraba en la caja y le exigieron que les entregara todo el dinero. A pesar de que no puso resistencia alguna, lo golpearon salvajemente con el arma de fuego.
Recibí las noticias en tu email
El comercio, también conocido como Mercado Español, tiene una trayectoria de 65 años y es la segunda oportunidad que es el blanco de un atraco de características virulentas.
Su propietario, Carlos Besoy, contó que el hecho sucedió alrededor de las 11.30, los dos delincuentes se movilizaban en una motocicleta que dejaron a mitad de cuadra, por la calle De Roxas.
“Justo yo salía del negocio y ni bien salí ellos entraron atrás a punta de pistola. Uno tenía una escopeta recortada y lo agarraron a un empleado que estaba facturando en la caja, lo acorralaron y le pidieron que les diera toda la plata”, relató a El Eco de Tandil.
Y explicó que “mi hijo y yo estábamos cargando un camión con el Clark y ellos pasaron detrás del Clark y ni los vimos”.
Detención
Contó que después arribó la Policía al lugar, personal de la comisaría Segunda que intervino en el caso, y solicitaron las cámaras a todos los vecinos de la zona, además de las del local.
Una vez perpetrado el ilícito, los malvivientes se dieron a la fuga con el botín en dirección al barrio La Movediza, especularon, versiones que luego iban a cobrar fuerza con el transcurrir de las horas.
Al decir de la pesquisa, anoche, habían logrado dar con el periplo de los malvivientes a través de las cámaras de monitoreo más el registro de imágenes de cámaras de privados. Una vez definido el circuito de huida, la Policía logró dar con el paradero de los considerados autores del violento atraco.
Al cierre de esta edición, los uniformados dieron cuenta de los aprehendidos, identificados como Oscar Alcides Bordón (54) y Braian Maximiliano Franchini (28), quienes fueron trasladados al Hospital por razones de protocolo procesal y, una vez sustanciado el estado de salud de los detenidos, serían alojados en la Seccional.
“No estamos acostumbrados a esto”
“No estamos acostumbrados a esto”, admitió y recordó que años atrás fueron víctimas de otro violento atraco.
“Hace muchos años, cuando teníamos el negocio en frente tuvimos un hecho en el cual mi hijo salió herido porque nos resistimos y no se pudieron llevar nada, pero mi hijo se llevó un tiro en una pierna”, rememoró.
Y detalló que “esta vez no hubo tiros ni nada pero se llevaron un montón de plata, calculo que alrededor de 20 mil pesos”.
Volviendo al asalto que sucedió ayer, indicó que “había unos cuantos clientes, no intervino ninguno porque realmente metían miedo, asustaban, ni se movieron”.
“El chico que trabaja con nosotros, que es como un hijo más, le dieron un montón de golpes tontamente que mi señora les gritaba que por favor no le pegaran”, afirmó.
El empleado atacado, Damián Botella, de 25 años, debió ser trasladado al Hospital Ramón Santamarina con una herida cortante en la cabeza. En el centro asistencial debieron aplicarle algunos puntos de sutura y posteriormente fue dado de alta.
Había otra empleada en ese momento que se encontraba en otro sector, y la esposa del propietario, a quien no le hicieron nada y ella se acercó cuando vio que le pegaban para pedirles que no le pegaran más.
“No tenía sentido pegarle, porque él no se resistió para nada, los dejó que sacaran lo que quisieran, pero con eso intimidaban”, sostuvo.
Ambos ladrones actuaron con sus rostros cubiertos con cascos. No obstante, de acuerdo al relato de testigos se pudo saber que uno de ellos tendría alrededor de 50 años y el otro era un chico joven.
“Lo que más hay que hacer es estar en guardia y tratar de defenderse uno porque la verdad es que no nos defiende nadie. Pero con la familia que tengo y la voluntad que uno le pone a esto no es nada lo que paso, por ahí le roban el sueldo a un jubilado y le arruinan la vida, lo golpean, eso es peor”, afirmó.