La familia de Ailín se mostró satisfecha y aliviada con la condena para el femicida de la joven
La madre y las tías de la joven asesinada el año pasado en su departamento de 4 de abril al 500 por su expareja, Damián Gómez, expresaron su conformidad ante el fallo del juez Pablo Galli, que refrendó el pedido de prisión perpetua efectuado por fiscal Morey. "Sé que mi hija lo perdono a él, pero yo jamás lo voy a perdonar", manifestó la mamá, quien aseguró que esta condena le permitirá a ella y su familia seguir adelante después de todo el horror.
Luego de conocida la sentencia dictada por el juez del TOC 1 Pablo Galli, que condenó a Damián Gómez a la pena de prisión perpetua por el femicidio de Ailín Torres, su madre, Cristina Farías, y sus tías, Mónica y Dora, se hicieron presentes en el piso del ciclo La ciudad (ECO TV y 104.1 Tandil FM) para conversar con los conductores sobre el fallo de la Justicia, al que consideraron ejemplar y reparador.
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Con la voz entrecortada por la emoción, Cristina aseguró que después de tan devastador suceso siguió adelante por sus dos hijos, Federico y Tomás, y su familia. Además, señaló que la sentencia se conoció justo un día después del crimen y el mismo día que Ailín fue dejada en su morada final. “Es un día muy especial, porque el 12 de noviembre del año pasado la dejamos en su lugar y este año le dieron perpetua al culpable”, dijo. La familia no había dado entrevistas ni tenido apariciones públicas hasta la fecha, resguardando su dolor mientras esperaban el cierre judicial del terrible episodio que el 11 de noviembre de 2017 les cambió la vida para siempre.
La progenitora de la joven asesinada destacó el excelente el trabajo del fiscal Gustavo Morey, a quien definió como un “gran ser humano”, manifestando su agradecimiento infinito por su actuación, que posibilitó esta condena que ofrece, al menos, un consuelo entre tanta desolación.
Sobre la actitud de Gómez durante la audiencia del jueves, en la que se presentaron los testimonios y pruebas para que el jurado popular pudiera emitir su veredicto de culpabilidad sobre el imputado -acusándolo efectivamente de homicidio agravado por la relación de pareja en el contexto de violencia de género- expuso que dirigió su mirada hacia él para ver si se la devolvía, pero el que otrora fuera pareja de su hija y le quitó la vida, no fue capaz de mirarla a la cara.
La dolida madre manifestó que, si tuviera la oportunidad de preguntarle algo, la única pregunta sería: ¿por qué? El interrogante que quedará por siempre flotando en el aire es ese. “Otra cosa no hay, qué le pasó por la cabeza, no pensó en nadie, en ella, sus padres, nosotros”, sostuvo, y afirmó que la familia del culpable nunca se acercó a su entorno y jamás tuvieron comunicación alguna con ellos.
El amor después del horror
Las tías de Ailín puntualizaron que fue una hija más para todos ellos, y que el hecho de ser una familia muy unida y de mucho amor, los ayudó a atravesar tan tremenda situación. “El jueves fue largo, penoso, nos tranquilizó que empezara y terminara el mismo día”, ponderó Dora.
Un detalle que llamó la atención en el juicio fue que, en el momento de brindar su declaración, la mamá de Ailín se refirió al asesino como “Dami”. “Eso era él era para mí en su momento, lo teníamos como un hijo más en nuestra casa, hacía la vida como mis hijos, jugaba a los jueguitos, comía, dormía, le festejábamos los cumpleaños, asistía todos los eventos familiares”, contó en la entrevista.
“Yo sé que mi hija lo perdonó a él, siempre fue una persona muy hermosa, muy buena, pero hoy creo que ella estaba con nosotros porque queríamos justicia. Quizás haya querido la misma justicia que nosotros. Ella era mi hija, mi amiga, mi compañera, yo jamás lo voy a perdonar”, sentenció la mujer, que hizo muestras de sobrada entereza y sensibilidad a lo largo de este proceso que ayer pudo culminar, de la mejor manera que la Justicia terrenal permite.
“Le prometí a mi hija que si se daba la justicia que esperábamos iba a seguir con mi vida, lo voy a tratar de hacer. Mi marido está bien, está conmigo siempre, somos el uno para el otro y nos apoyamos. Con el amor de mis hijos y mi familia, vamos a salir adelante”, añadió.
El círculo familiar de la víctima cuestionó, por su parte, el accionar del abogado de la defensa, Claudio Castaño, y calificaron que sus dichos fueron una “locura total”, en referencia a que en la audiencia de cesura celebrada el viernes, el controvertido letrado alegó que el femicidio fue un “traspié” y que Gómez tiene toda una vida por delante como para pasarla en la cárcel; “cosa que mi hija por lo visto no”, respondió Cristina.
“Los alegatos fueron una vergüenza. Sentimos impotencia durante el juicio, pero somos respetuosos y apelábamos por todos los medios que la Justicia fuera firme y dictara una condena ejemplar”, consideró una de las tías.
Aparte de los agradecimientos a la comunidad de Tandil y a los medios de comunicación por el acompañamiento y el tratamiento respetuoso del caso, sobre el final de la conversación, Farías reafirmó su buena relación con Nicolás Guallarello, novio de Ailín al momento del trágico episodio y único testigo presencial del sangriento hecho, sobre el cual en el pasado pesaron dudas acerca de su reacción, que posteriormente no tuvieron ningún asidero y fueron descartadas. “Tengo buen trato con Nicolás, su familia es excelente, no tengo nada que decir de ellos”, cerró. “Ella va a descansar en paz y seguiremos adelante”.
La Justicia penal pudo, al menos, reparar de algún modo tanto dolor. Aunque quizás nunca haya respuestas a ciertas preguntas, la prisión perpetua aparece como un límite a la violencia machista que le quitó la vida a Ailín. Ahora, ella y su familia podrán estar en paz.