La familia del ciclista que fue embestido en Avellaneda y Moreno no pierde las esperanzas
Gonzalo Salomón lleva 22 días internado en terapia intensiva del Hospital, conectado a un respirador. Sus padres detectaron algunos cambios positivos. “Nos escucha, pero él tiene que recobrar la conciencia”, dijo su mamá. La fe y las oraciones alimentan la esperanza de la familia en su recuperación.
“Gonza sigue estable. Ahora está dormido porque le tuvieron que hacer una traqueotomía”, contó Patricia, la mamá de Gonzalo Salomón, el joven de 22 años que fue embestido por un automóvil el miércoles 3 de abril, cuando el conductor Alberto de Luca iba por Avellaneda hacia Buzón y dobló a la izquierda para tomar Moreno.
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El joven, que circulaba en bicicleta, aún no recobró la conciencia en los 22 días que lleva internado en el área de Terapia Intensiva del Hospital.
“Sí está despierto, y nosotros lo estimulamos. Nos escucha, pero él tiene que recobrar la conciencia. Eso todavía no ha pasado”, explicó Patricia y confirmó que sigue conectado a un respirador.
Además, indicó que cualquier mejoría “depende de Gonzalo solamente, porque como recibió todo el golpe en el cerebro, todo depende de cómo vaya evolucionando. Nosotros vemos pequeños cambios, pero los médicos aún no ven, no les alcanza para decir que ha reaccionado. Con nosotros, los papás, sí ha tenido algunos idas y vueltas que nos hacen pensar que de alguna manera es una reacción”.
Patricia relató que su hijo les agarra las manos y la semana pasada, cuando comenzó a mover su cuerpo, le pedían que se moviera si los escuchaba y estuvo todo el tiempo activo.
“Los médicos lo ven aún, según su mirada, como reflejos, pero para nosotros hay pequeñas cosas que él hace que son una respuesta”, expresó.
“Que la gente se ponga a orar es muchísimo”
La mamá de Gonzalo expresó que sienten el apoyo de la comunidad. “Sabemos que la gente está orando, que intercede por la vida de él. Se acerca gente y nos ofrece lo que sea que necesitemos, y obviamente que sentimos que toda la ciudad está conmovida y también movilizada por esto. No solamente están apenados por lo que pasó, sino haciendo algo. Para nosotros que la gente se ponga a orar es muchísimo”, valoró.
En terapia intensiva, al mediodía y por la tarde, visitan a Gonzalo sus papás Patricia y Marcos, su hermano menor Francisco y su novia Erika. La vida cambió para esta familia, que convivía con este estudiante de Sistemas de la Unicen, un joven activo y comprometido que hoy se encuentra en una cama en el Hospital, peleando por su vida.
Su madre, de una enorme fortaleza y temple, confió que “solamente es Dios. Nada más. No hay otro secreto. Es él el que nos da esta esperanza de saber que esto va a cambiar. Es un golpe fuerte, porque verlo a Gonza antes y verlo ahora es difícil, pero tenemos esa esperanza, sabemos que Dios está y que él está obrando en su favor. Así que sólo nos queda esperar y ver cómo Gonzalo va a reaccionar. Creemos que va a seguir su vida normalmente y si no es así, Dios nos fortalecerá, nos dará la manera”.