Los hermanos Peuscovich y un abogado fueron imputados por el delito de “estrago”
El venidero 1 de marzo, a pocos días que se cumpla un año del megarrecital ofrecido por Carlos “Indio” Solari en Olavarría, donde hubo dos muertos y cientos de heridos, los hermanos oriundos de Tandil Matías y Marcos Peuscovich y el abogado Gustavo Zurita, como responsables de la empresa organizadora del show, tendrán que presentarse en sede judicial en Azul para ser indagados por los delitos que ahora se les imputa en carácter de coautores.
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Así lo confirmó la fiscalía interviniente en esta causa penal iniciada el 11 de marzo de 2017, cuando el predio La Colmena, lugar elegido para el recital, se vio totalmente desbordado ya que la capacidad máxima era para unas 156.000 personas, ingresando muchos más.
Javier León de 42 años y Juan Francisco Bulacio de 36, perdieron la vida asfixiados, producto de las avalanchas generadas por el público presente, situación que obligó a Solari a interrumpir el concierto en un par de ocasiones.
Aquella jornada el clima, tras lo acontecido, se notaba raro principalmente desde lo que bajaba desde el escenario, con intervalos a veces pronunciados entre temas y temas, algo no habitual y con un final que fue distinto al acostumbrado ya que al clásico “Ji Ji Ji” que indica la culminación de la “Misa” se le anexó “Mi perro dinamita”, situación que también descolocó a los fanáticos.
En medio de aquella noche en un colapsado predio, hubo dos muertos que excepto quienes acompañaban a las víctimas el resto de los presentes recién se enteró fuera del lugar. También hubo cientos de heridos de distinta consideración que poblaron el Hospital olavarriense, sumándose los intoxicados por la ingesta de alcohol o estupefacientes. Un caos que se prolongó en la salida del lugar por la enorme masa de asistentes que se acercaron de distintos puntos del país.
Citados
La Unidad Funcional de Investigaciones Especiales con sede en Azul, a cargo del fiscal David Carballo, convocó para el jueves 1 de marzo a los tandilenses, que ahora son considerados desde la acusación como los coautores a título penal del desastre en el que se convirtió aquel recital.
Carballo consideró que se está en presencia de un “estrago”, siniestro asociado a la cantidad de gente que desbordó las instalaciones del predio de La Colmena.
En un momento se especulaba que las responsabilidades penales por lo sucedido podían alcanzar al propio Carlos Solari y al intendente de la ciudad de Olavarría Ezequiel Galli. La instrucción finalmente solo señala por lo ocurrido a quienes tuvieron a su cargo la organización del concierto.
Los hermanos Matías Iván y Marcos Estanislao Peuscovich fueron notificados de la formación de la causa en su contra luego del allanamiento que la investigación realizó en la productora que tienen con domicilio en Buenos Aires.
Una tercera
persona
Tras la feria judicial, los hermanos han sido notificados, pero desde la fiscalía interviniente imputaron a una persona más, también como coautora del delito de “estrago”.
Se trata de un abogado identificado como Gustavo Eduardo Zurita, de 59 años, que es apoderado de la empresa organizadora del recital y que también formaba parte de la organización del mencionado evento. u
Una imputación con
características especiales
El delito de “estrago” que les imputan a los tres organizadores del recital del Indio en Olavarría tiene especiales características. El fiscal Carballo, con los elementos de prueba reunidos hasta ahora en la causa, está convencido de que son coautores de un estrago con dolo eventual agravado por haber causado la muerte de dos personas y por haber puesto en peligro de muerte a otra.
Amparado en las facultades que otorga el Código Procesal Penal, el funcionario judicial resolvió imputarles “alternativamente” otro delito que es el de estrago culposo agravado por haber causado la muerte de dos personas y por haber puesto en peligro de muerte a otra, en concurso ideal con homicidio culposo.
Según lo explicado a los colegas del diario El Tiempo, esa acusación alternativa ha sido planteada para el supuesto de que en el futuro juicio, que por el caso se haga, los jueces que intervengan interpreten que lo sucedido no encuadre en el primero de los delitos mencionados.
Penas
Hay una diferencia sustancial también en cuanto a los montos de las penas que contemplan ambas calificaciones penales. Mientras que para la primera de las figuras mencionadas van desde los ocho a los veinte años de prisión; en la segunda de las calificaciones esas escalas son ostensiblemente inferiores: de dos a cinco años de cárcel.
Más allá de ese convencimiento que existe por parte de la fiscalía que lo sucedido se encuadra en el primero de los delitos ya referidos, los procesamientos no implicaron que también se ordenaran las detenciones de los tres imputados que ahora tiene esta causa penal. “No son necesarias” esgrimieron desde la Justicia, teniendo en cuenta que hasta ahora se ha comprobado que los imputados se han ajustado a derecho y colaborando, a través de sus representantes legales, en ese proceso penal que sigue siendo materia de instrucción.
Para el caso “estrago con dolo eventual” habla de que los organizadores del show debieron representarse la posibilidad de que el hecho delictuoso ocurriera, ante ese desborde de público que hubo aquella noche, y que no obstante ello siguieron adelante con la realización del concierto.
La acusación alternativa quiere decir, en palabras de los instructores, que hubo negligencia por parte de los productores en la organización del show.
Números
Desde la fiscalía confiaron que la elección del lugar la hicieron los productores y que el mencionado predio La Colmena cuenta con capacidad para poco más de 150 mil espectadores.
Según Sadaic, se menciona en la causa que para el recital se habían vendido 196.000 tickets. Pero para ser más precisos se solicitaron otras pericias. La Unidad de Criminalística de Alta Complejidad de la Policía Federal Argentina, que tiene un margen de error de un cinco por ciento, calculó que hubo aquella noche 243.498 personas.
Para el Instituto Tecnológico de Buenos Aires que intervino a través de gestiones realizadas desde la Procuración General bonaerense, señaló que fueron 225.000 espectadores porque se anunciaba como el último del Indio Solari.
Además de muchos lesionados y dos muertes, hubo destrozos que alcanzaron a diferentes bienes, además de las roturas provocadas en la Terminal de Omnibus al día siguiente cuando los fanáticos buscaban retornar a sus hogares gratis.
La causa penal tiene diecinueve cuerpos y tres anexos a través de los cuales se han volcado ya más de cien declaraciones testimoniales. Se estima que no falta mucho para el cierre de la Investigación Penal Preparatoria, lo que implicará la posterior requisitoria de elevación a juicio del expediente donde ahora hay tres imputados.
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