Testigo clave fortalece la hipótesis de un descuido o negligencia en el incendio que murió una joven madre
La tragedia que se cobró la vida de Ingrid Escudero en medio de un incendio en su casa, cobró un nuevo impulso al aguardo de informes periciales que aporten al esclarecimiento de cómo pudo desatarse el siniestro y, en especial, si pudo haber una intencionalidad o se trató de un descuido de parte de los moradores.
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Del expediente judicial trascendió la incorporación de una testigo que resultará clave en el futuro de la pesquisa, siendo que la exposición despejó muchas dudas en torno al accionar, el rol que emprendieron los dos hombres que ocupaban la casa junto a la víctima y su pequeña hija de seis años.
Según se confió, se trata de la primera mujer que acudió al lugar del incendio e hizo el llamado de auxilio a los bomberos, advertida por el desesperado pedido de socorro de la pareja de Ingrid. En efecto, al decir de la testigo, la descripción sobre el accionar del hombre a quien apuntaban las miradas sospechosas desde los bomberos a los primeros oficiales de la policía dista de aquella primera desconfiada impresión, más bien todo lo contrario.
Por lo expuesto en la instrucción a preguntas de los investigadores, la testigo consideró que fue el hombre quien desesperado pidió ayuda e interceptó el auto cuando ella circulaba por la calle en su auto. Así también detalló que ella vio como el hermano de la pareja de la víctima sacó a la menor de la casa y se quedó con la menor dentro del auto, para luego añadir que fue testigo también de cómo el hombre ingresaba y egresaba de la casa sin suerte ante las amenazantes llamas en pos de salvar a su mujer que había quedado presa del incendio.
Contrariamente a la impresión que habían hecho sopesar los bomberos, la mujer dijo que efectivamente vio que ambos sujetos estaban tiznados por efecto del humo que había inundado la precaria vivienda, y que se mostraban visiblemente consternados por el cuadro que posaba frente a ellos sin poder hacer más nada.
Otro dato nada menor para poner a consideración sobre el relato de la testigo, se trata de una mujer que no tenía ni tiene relación alguno con la familia protagonista, que detuvo la marcha de su auto por pedido del hombre que pedía socorro y en tren de solidaridad, para luego aclarar que generalmente circulaba por la dicha calle siendo que es el recorrido rutinario del trabajo a su casa. Con estos “detalles” se descarta cualquier contaminación o intencionalidad de inclinar la pesquisa o favorecer a alguno de los sospechosos.
Cabe consignar que los investigadores aún aguardan por mayores precisiones concluyentes que devengan de los informes de los peritos intervinientes, como así también el comparendo de la menor de seis años que formó parte de la escena, actualmente al cuidado de su padre biológico en Olavarría.
Como se informó, lo que pueda relatar la niña también resultará sustancial en pos de esclarecer sobre las actitudes asumidas por los moradores de la finca siniestrada, versión que aún no pudo ser escuchada, vía Cámara Gesell, siendo que su estado emocional por lo vivido no permitía atravesar el acto procesal, según consideraron los psicólogos de la Asesoría Pericial.
Las hipótesis
Como se vino detallando en ediciones pasadas, a medida que avanzó la investigación y contando con la precisión del informe de Bomberos que descartó que el foco ígneo se haya iniciado accidentalmente, ya sea por un desperfecto eléctrico o un escape de gas de la garrafa que allí había, los investigadores propiciaron una batería de diligencias procesales con el aporte de peritos en rastros en pos de resolver el interrogante de cómo pudo iniciarse el incendio en la cama de Ingrid, quien fue hallada calcinada tendida en el piso, al lado de su cama de dos plazas, donde se inició el fuego.
O se trató de un descuido de los ocupantes de la finca quienes fumaban y contaban con antecedentes de adicciones además del consumo de antidepresivos y medicamentos para dormir, o hubo una intencionalidad, de la propia víctima (antecedentes suicidas), o del resto de los ocupantes de la casa. Como se citó en párrafos anteriores, a partir de la testigo que arribó primero al lugar y pidió el auxilio de bomberos, la pesquisa ahora parece inclinarse hacia la primera de las posibilidades: el descuido o negligencia.
Sobre la intencionalidad, la posibilidad devino ante las sospechas para con el par de hombres, principalmente a partir de las actitudes asumidas alertados por el fuego y una vez que tuvieron que relatar lo protagonizado. Declaraciones confusas y contradictorias invitaron primeramente a mantener una mirada desconfiada sobre sus dichos, pero hasta aquí no hay mucho más para avanzar, siendo incluso que no podrían ser tomadas sus exposiciones como una declaración testimonial ante la eventualidad que finalmente resulten acusados. Asimismo, el grado de parentesco entre ambos (hermanos) inhabilita una declaración que pudiera comprometer al otro, tal reza el Código Procesal Penal.
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