Defensoras de la Ley de Aborto Legal palpitaron el debate en el Centro Cultural Universitario
“Es nuestro mundial”, resumió Gisela Giamberardino, integrante de la agrupación feminista Mala Junta. Así se vivió durante toda la jornada de ayer el debate de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Centro Cultural Universitario.
Recibí las noticias en tu email
Desde temprano, comenzaron a llegar mujeres de distintas edades y también algunos hombres que tiñeron de verde el espacio y se fueron ubicando en el cine del Centro Cultural, donde durante toda la jornada se proyectó el debate.
Con gran expectativa y fervor, se vivieron las largas horas en las que los diputados expusieron sus posiciones a favor y en contra de la legalización del aborto.
Argumentos a favor, argumentos en contra, generaban reacciones en el público expectante. A favor, aplausos, cantos. En contra, abucheos, silbidos y más cantos. Sin lugar a dudas, el debate se vivió con pasión.
Mientras en el minuto a minuto la votación no dejaba de ser ajustada, con la dificultad de predecir el final, se aguardaba con ansias el voto de los indecisos.
Afuera del espacio donde se proyectaba el debate, también se palpitaba el momento histórico que se estaba respirando.
Allí, entre charlas e intercambio de opiniones se dispusieron dos mesas, una de ellas en la que se vendían masitas, dulces, panes y otros productos que ayudaban a calmar el hambre durante tantas horas de debate. Otra donde se pintaban las uñas color verde, representando la postura a favor de la ley. Mientras tanto, los pañuelos verdes desfilaban por todo el Centro Cultural.
“Es nuestro
mundial”
En diálogo con El Eco de Tandil, Gisela Giamberardino expresó que “es nuestro mundial y la verdad es que esperábamos gente pero hay muchísima más de la que pensabamos, siguen llegando chicas, grandes, mamás con sus hijas, compañeros de trabajo, muchos varones también por suerte”.
“Cada debate nos provoca diálogo entre nosotras. Es un momento muy pedagógico, muy instructivo y también muy catártico, porque cada argumento a favor nos ilusiona y cada argumentación en contra da cuenta de todo el trabajo que tenemos por delante como mujeres y feministas en torno a seguir explicando la necesidad de que el aborto clandestino no es una cuestión en abstracto”, manifestó.
Y recalcó que se trata de una cuestión de “salud pública” y que hay que entenderlo como un “derecho”.
“Nos llama la atención de muchos diputados y diputadas y también concejales de acá el prurito de decirlo públicamente tiene que ver con el no convencimiento de que es un derecho, así que seguiremos trabajando en ese sentido”, sostuvo.
Votación
muy pareja
En cuanto a la votación, ayer en horas de la noche, afirmó que “por los datos que nos llegan de Capital no está definido todavía, está muy parejo, seguimos sin poder saldar hasta mañana (por hoy) el debate. Se dice que hay 150 en el recinto que van a querer hablar, por lo tanto si cada uno habla 5 o 10 minutos vamos a estar muchas horas, nos han dicho que puede durar hasta las 7 o 10 de la mañana”.
En ese contexto, señaló que van a permanecer en el Centro Cultural hasta que se defina la votación.
“Es como una fiesta, en el sentido de que sigue siendo un encuentro, nos da alegría vernos, nos estuvimos abrazando permanentemente con gente que llega, las chicas jóvenes siguen llegando, y eso nos da también una responsabilidad que es contenerlas en el mejor de los sentidos”, sostuvo.
Un día
histórico
Consideró que es un día “histórico” ya que desde el año 1983 se presentaron casi 300 proyectos que “nunca se trataron”.
Por lo tanto “es un día histórico para la sociedad argentina, el hecho que se haya tratado y el movimiento que causó en las ciudades”.
“De Tandil viajaron algunas compañeras, algunas decidimos quedarnos justamente para organizar a nivel local también y garantizar que podamos juntarnos”, afirmó.
Contó además que las personas que viajaron desde distintos puntos del país “vamos con un manual que circuló por internet para tener los cuidados correspondientes y tratando de evitar cualquier tipo de enfrentamiento, la idea es demostrar que somos gente pacífica, democrática, que las mujeres podemos tomar las calles y las plazas y que eso no significa que seamos un peligro”.
“Tenemos posiciones fuertes y muy desencontradas sobre todo con los grupos católicos pero son diálogos que ya hemos saldado. Vi una foto de la CGT de mujeres con el pañuelo así que hablar con distintos sindicatos, organizaciones, partidos políticos, eso nos ha dado una gimnasia de diálogo con distintos sectores”, manifestó.
Por último, “nos inunda un deseo verde de que se apruebe y se salde esta deuda con la democracia pero la verdad que no sé si se va a aprobar. La ansiedad que tenemos es muy importante creemos que sería lo más justo para la sociedad”.
Este contenido no está abierto a comentarios