El lunghismo respaldó la renegociación con la Usina y opositores tildaron al Municipio de “socio bobo”
La adenda al acuerdo de accionistas, firmada entre el intendente Miguel Lunghi y autoridades de la Cámara Empresaria, por la deuda en obras por 8,5 millones de pesos, que la Usina mantiene con la comunidad de Tandil, tuvo sus primeras repercusiones ayer, cuando se conocieron las posturas de los concejales Rogelio Iparraguirre y Mario Civalleri. Para el referente de Unidad Ciudadana, el Estado municipal se ha convertido en el “socio bobo” de la empresa de economía mixta, a pesar de ser propietario del 51 por ciento de las acciones y de contar con un presidente del directorio con derecho a veto. En tanto, desde la UCR Cambiemos, el exjefe de Gabinete sostuvo que la firma distribuidora de energía incumplió el compromiso por el congelamiento de las tarifas decretado durante el kirchnerismo y anunció que para junio de 2019 se pondrá al día.
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Tal como informó El Eco de Tandil, en octubre del año pasado el Departamento Ejecutivo elevó al Concejo Deliberante una adenda al acuerdo de accionistas de la Usina para su convalidación. Por entonces, los concejales se enteraron de la deuda que la empresa mantenía con la comuna, originada a partir de incumplir las obras que debía ejecutar por año (cien cuadras de alumbrado, 40 de recambio de postes y 60 sustituciones de lámparas de mercurio a vapor de sodio por año), independientemente de los números que arrojaran los balances.
El expediente quedó planchado tras un pedido de los radicales Marcos Nicolini y Nora Polich para convocar a las autoridades de la Usina. Seis meses después, tras el cambio en la conformación del Legislativo, la Comisión de Economía sacó el dictamen de mayoría y el asunto está en condiciones de afrontar el debate en el recinto.
Balances
millonarios
En principio, el presidente del bloque de Unidad Ciudadana se quejó porque recién se anoticiaron de los años de incumplimiento del acuerdo de accionistas cuando el tema ingresó al Concejo. “En octubre del año pasado nos enteramos de que desde 2010 la Usina Municipal y Popular de Tandil empieza a acumular una deuda con su accionista mayoritario, es decir, el conjunto de los tandilenses”, precisó y llamó a que “no perdamos de vista que tenemos la propiedad de la empresa más importante de la ciudad”.
En esa línea, informó que a partir del tarifazo, la empresa “rinde dividendos importantes” y agregó que “según nos cuentan accionistas, en el último balance la Usina obtuvo dividendos netos por 23 millones de pesos. Es la empresa más grande de Tandil”.
En cuanto a las ganancias para la comunidad, que detenta el 51 por ciento de las acciones y está representada por la Municipalidad, recordó que se traduce en obras que debe costear la Usina y que son extensión del alumbrado público, recambio de luminarias de mercurio a vapor de sodio o a led y de transformación del poste de madera al metálico en donde haya cordón cuneta. “Eso está escrito en un acuerdo de accionistas que estipula cuánto nos tiene que dar la Usina a los tandilenses por año”, refrendó.
Al mismo tiempo, consideró que los veinte legisladores, teniendo en cuenta que “la Usina no se ha caracterizado por tener mucha estima y respeto por los concejales del oficialismo, lo ha demostrado en otras ocasiones, nos enteramos en octubre de 2017 de esta deuda que la empresa viene arrastrando con los tandilenses desde 2010, cuando ingresó para convalidar esta modificación al convenio de accionistas”.
“Funciona en
las sombras”
En segundo término, sostuvo que Unión Ciudadana ha planteado que la Usina “cada día se aleja más de los tandilenses; no brinda información; ha engañado en otras ocasiones al Concejo Deliberante. Es una empresa que funciona en las sombras y no es cualquier empresa; por eso el Intendente pone al presidente del directorio de la Usina y el presidente tiene derecho a veto en el directorio, porque representa al conjunto del pueblo de Tandil”.
Y evaluó que “uno de los problemas que tenemos con la Usina es que hace algunos años tenemos un presidente, el contador Matías Civale, que está enamorado del sector privado y se olvidó que está puesto ahí para defender los intereses del conjunto de los tandilenses. El sector privado tiene sus directores que bien cumplen con su tarea, que es la de defender los intereses de los privados y bien lo hacen, ya están ellos. El presidente de la Usina está para defender nuestros intereses, y claramente se ha olvidado de esto y se ha dedicado a defender los intereses del sector privado. Ahí tenemos un problema”.
Concluyó que su análisis queda en evidencia en la adenda, ya que establece un plazo de ocho años para saldar la deuda con la comuna y agrega que si en ese lapso se modificaran las condiciones del sector energético, revisarían el plazo. “Acá parece que el Estado, los tandilenses, somos el socio bobo, porque hoy que efectivamente se han modificado drásticamente las condiciones del mercado energético producto de los tarifazos a favor de la cadena de transformadoras y distribuidoras, lo que habría que hacer es poner en revisión el plazo para achicarlo”, enfatizó.
Por otra parte, advirtió que “agregaron un artículo muy tramposo que evade las responsabilidades que ellos mismos firman en este acuerdo de accionistas, que dice que si eventualmente la ciudad de Tandil, a través de la Usina, recibiese del Gobierno provincial o nacional luminaria led para alumbrado público, esta iría a cuenta del acuerdo de accionistas. Esto es muy tramposo porque en tal caso deberían agregarse, porque es algo que estaríamos recibiendo los tandilenses”.
“Se ha transformado
en una financiera”
Ya en la arena política, Iparraguirre celebró que sus pares Marcos Nicolini y Nora Polich decidieran no dar el visto bueno a todo lo que eleva el Ejecutivo y recomendaran convocar a las autoridades de la Usina a brindar explicaciones sobre la adenda. También estimó que el expediente quedó “planchado” hasta el recambio de concejales y ahora, con la firma del presidente de la Comisión de Economía José Luis Labaroní, tiene dictamen de mayoría para llegar al recinto.
Pero además reparó en que la renegociación fue elevada para su tratamiento por el exjefe de Gabinete Mario Civalleri, quien hoy es el presidente del bloque UCR Cambiemos y está a cargo de reunir los votos para convalidar el acuerdo con el sector privado.
“Queremos echar luz, poner en superficie el rol de nuestra empresa, de la Usina, para con los tandilenses”, aseveró y recordó que “a finales de 2015 nos enteramos de casualidad, por una carambola, que la Usina había decidido, unilateralmente, dejar de pagar la luz que compra en el mercado mayorista. No nos lo había comunicado a los tandilenses, ni consultado. Lo ocultó. Ahora venimos a descubrir, casi tres años después, que en paralelo había dejado de pagarnos la parte que nos correspondía a los tandilenses que es en obras. Es una empresa de espaldas a la gente y queremos ponerla en superficie”.
En relación a los trascendidos sobre que la Usina ya habría adelantado las obras que adeuda, Iparraguirre manifestó que entonces debe constar en el expediente debido a que la adenda queda vieja, y reclamó que “somos el Poder Legislativo, no una mesa de café. Necesitamos que la Usina se reporte en el Concejo Deliberante”.
De este modo, el conductor de Unidad Ciudadana rechazó que se haya ocultado la deuda, los términos de la renegociación del acuerdo de acreedores y el “desprecio de la Usina” por el Legislativo. “La Usina se ha ido transformando de una empresa orgullo de los tandilenses en una financiera, un lugar inexpugnable”, remató.
Civalleri sostuvo que la adenda
“es favorable” para la comuna
En diálogo con “No hay dos sin tres” (Tandil FM 104.1 de El Eco Multimedios), el presidente del bloque de la UCR Cambiemos Mario Civalleri sostuvo que “la cuestión que dio origen a esta adenda es una situación sobreviniente de una medida que toma el Gobierno nacional por 2014, donde impide a las prestadoras de los servicios eléctricos incrementar las tarifas pero por otro lado, sí habilita el aumento de las grandes distribuidoras como Camesa, con lo cual la Usina de Tandil y todas las cooperativas eléctricas en general de la provincia empiezan a encontrarse con que tienen un incremento importante en el costo que pagan por el fluido eléctrico pero no les es posible trasladarlo a los consumidores”.
Atribuyó este hecho a “la estrategia del gobierno anterior” y definió que buscaba “mantener un esquema absolutamente ficticio de cara a los consumidores, pero en realidad lo que hacía eran enormes desfinanciamientos y quebrantos a las empresas prestadoras”. Agregó que no solo ocurrió con el servicio eléctrico sino también con el gas, y mencionó que el Municipio tuvo que hacer una obra de refuerzo -cerrar un anillo- para habilitar nuevas conexiones de Camuzzi.
Civalleri también consignó que la Usina y otras cooperativas dejaron de abonarle a Camesa. “Evidentemente era imposible pagar, prestar el resto del servicio y pagar los sueldos. No era viable, y durante un par de ejercicios se produjo una deuda que cuando se inicia el gobierno de Cambiemos, en 2015, se toma nota de esta situación, empieza a cambiar esta tendencia y es allí donde nos sentamos con la Usina, como socios que somos el Municipio, y se empezó a plantear cómo se podían recuperar esos años de no inversión”, repasó.
El concejal informó que el acuerdo de accionistas obligaba a la Usina a brindar una unidad determinada de obras por año. “Cuando en 2015 nos sentamos a ver cómo era la situación, fue plantear esquemas de reconversión de esas unidades físicas en dinero y se llegó a construir esa adenda en la cual se preveía un mecanismo y un plazo para que la Usina pudiera devolver las obras que no había ejecutado en ese tiempo. En ese momento, así como se planteaba un refinanciamiento de la deuda con Camesa a ocho años, la Usina pide plantear en el mismo plazo para devolución de las obras pendientes. Es decir, poder seguir cumpliendo con los compromisos anuales del acuerdo de accionistas y esa deuda de dos años de no ejecución, refinanciarla también en 8 años. Nosotros discutimos esto, hicimos una morigeración de esa cláusula y pusimos que en caso de que las condiciones cambiaran, el plazo de 8 años iba a ser máximo”.
En esa línea, Civalleri marcó en que las condiciones cambiaron, entonces “en este momento, se han ejecutado seis octavos de obras” y agregó que “se prevé que para el cierre del ejercicio 2018, en junio del año que viene, estará completada esa devolución. Es decir, en un tiempo mucho más rápido, inclusive que el que nos llevó tratar y ajustar la agenda, la cuestión pudo renegociarse de una manera que es favorable para el Municipio”.
El futuro del
expediente
El presidente del bloque oficialista confirmó que el expediente tiene dictamen, pero aún no se debatió porque falta anexar un par de notas sobre el avance de las obras que solicitó la oposición. Además, consideró que no será necesario que asistan las autoridades de la empresa al Concejo porque los requerimientos de información quedarán saldados con esos documentos.
“Va a tener tratamiento en el recinto y se va a aprobar. Esta es mi mirada”, dijo y evaluó que “la Usina, más allá de que hay veces que puede sufrir ataques desde el punto de vista político, es una empresa que nos pertenece a todos los tandilenses, es de la ciudad, una empresa modelo, y no tiene deudas caprichosas. Si se produjeron situaciones como esta, forman parte de los avatares a los cuales nos expone nuestro país, con muchas variantes en los esquemas de conducción, y hay veces que hay que ser muy prudente para preservar la vida y la salud de las empresas”.
Al regresar al tema de la deuda, explicó que hubo ejercicios en que la Usina se atrasó con las obras y otros en los que superó las que debía ejecutar, como ocurrirá el año en curso, y vaticinó que para el próximo período terminará sin deudas.
Por otra parte, Civalleri destacó que “la Usina es una herramienta muy favorable para poder llevar a cabo una determinada cantidad de cuestiones que son objetivos del desarrollo de la ciudad. No siempre veo que sea bien tratada a la hora de mirarla, capaz que porque se confunde con su conducción, con algún presidente de turno, pero en realidad no hay que perder de vista lo que significa la Usina para la ciudad”.
Las obras pendientes
A partir del acuerdo de accionistas y sus modificaciones, la Usina debía realizar por año, cien cuadras de extensión que implican 300 luminarias; 40 cuadras de transformación (postes de madera a metálicos) con 160 luminarias; y 60 cuadras de recambio de mercurio a sodio con 240 luminarias.
Según obra en el expediente, la deuda de la Usina con el Municipio comenzó en el ejercicio 2010/2011 y alcanzó las 782 luminarias de extensión, 320 de transformación y 376 de recambio, que en 2017 tenían un costo de 8.682.924 pesos.
En el cuadro que se expone a continuación, se informa lo que la empresa de economía mixta concretó en relación a su compromiso.
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