Promotoras sociocomunitarias realizan tareas de prevención en los barrios ante el brote de coronavirus
El equipo forma parte de las actividades de formación que se desarrollan desde hace tres años en La Movediza y en Villa Aguirre. Todas las semanas salen a recorrer la zona para repartir tapabocas e informar a los vecinos sobre las pautas de cuidado y prevención. “Creemos que la promoción de los cuidados es lo mejor para que no se sigan sumando contagios", sostuvieron.
Silvina Massolo es parte del grupo que conforman un total de ocho promotoras del Centro de Salud de La Movediza -hay doce más en Villa Aguirre-, donde se han formado y profundizado su capacitación en enfermedades ambientales y endémicas, alimentación saludable y soberanía alimentaria, derechos sexuales reproductivos y no reproductivos, violencia de género, discapacidad, cuidado de la niñez y atención de las crianzas. Esta actividad de formación se desarrolla desde hace tres años en conjunto con el Observatorio Social de la Facultad de Ciencias Humanas, los CeSac de La Movediza y Villa Aguirre, las PRIM y el MTE Tandil.
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Mejor prevenir que curar
En comunicación con El Eco de Tandil, la mujer contó que “en las casas cuentan con pocos barbijos, usan siempre el mismo y no tienen para cambiárselo, entonces pensamos en poder acercar estos insumos y la información necesaria”. Es que uno de los males de este tiempo, además de la deuda que todavía queda con ciertos sectores de la comunidad, es la desinformación y la circulación de noticias falsas, que generan confusión y pánico en las personas.
Con la participación de agentes de salud del CIC de La Movediza, como el médico Mauricio Rojas, Massolo junto a sus compañeras Yamila Guzmán, Alejo Anderis y Soledad Guzmán salieron a “patear” las calles de tierra para garantizar el acceso al derecho a la salud para todos los habitantes. Se dividieron en sectores y salieron a entregar los 160 barbijos que tenían disponibles, además de acercarse a dialogar con las familias y llevarles información clara y certera para que puedan cuidarse con tranquilidad. En este sentido, sostuvieron que cosas tan simples como higienizar correctamente los espacios, desinfectar y lavarse las manos pueden marcar la diferencia y contribuir a una vida más saludable.
“Es fundamental, ante esta situación, que el Estado, en articulación con las organizaciones sociales, dé respuestas concretas que conduzcan a frenar los contagios en los barrios de nuestra ciudad. Creemos que la promoción de los cuidados es lo mejor para que no se sigan sumando contagios”, explicó la joven.
Crear un puente
En su andar, velan por la prevención, pilar de la atención primaria, y tratan de ser un puente entre la gente y los efectores de salud para que no se forme un cuello de botella, pero que den las respuestas adecuadas a las demandas de los vecinos. Así, informan sobre los síntomas del coronavirus y efectúan recomendaciones acerca de cuándo es propicio llamar para no colapsar las líneas telefónicas o generar aglomeraciones en los espacios sanitarios.
En tanto, Massolo expuso que se ocupan de canalizar lo urgente y ayudar con también con el tema de las libretas del control de niño sano que deben presentarse en la Anses. Esto es una gran preocupación en el barrio, porque para muchos vecinos es el único recurso disponible y necesitan poder cumplir con la documentación obligatoria para acceder a los beneficios.
Asimismo, la atención en el Sistema de Salud está restringida por el brote de casos y los controles se hacen sólo a las embarazadas, puérperas hasta 10 días y niños sanos hasta un año. El resto, son urgencias y seguimiento de patologías crónicas.
Sobran necesidades
En el camino, también detectaron necesidades e inquietudes. Por ejemplo, en el área conocida como La Movediza 2, delimitada por las calles Azucena, E. Rodríguez, González Pacheco, Galicia y Ruta Provincial 30, que no cuenta con la extensión de la red de agua potable y posee tanques que el Municipio se encarga de abastecer, hubo algunos problemas con el llenado de los tanques y la provisión del agua.
El aislamiento es también un problema en lugares donde las deficiencias habitacionales son ostensibles y se complejiza aún más la ardua tarea de cumplir con esta medida. De hecho, algunas personas –bajo criterio epidemiológico- fueron trasladadas hasta el gimnasio del Campus universitario para evitar focos de infección en las barriadas.
“Todo se complica. El día que estuvimos había tormenta y es difícil pensar en un protocolo de aislamiento cuando a una persona o familia se le está por volar el techo y se van a la casa de sus vecinos para resguardarse, las viviendas a veces no tienen baño adentro ni los elementos necesarios. Eso se visibiliza aún más en este contexto. No podíamos quedarnos de brazos cruzados y quisimos salir a hacer nuestro trabajo. Es un laburo que se debería convidar a todos los barrios”, expresó.
En efecto, parte de las conquistas y la lucha es lograr el reconocimiento pleno por parte del Estado, para desarrollar sus tareas con mayor holgura y respaldo, y que este modelo pueda replicarse en diversos puntos de Tandil. “Lo hacemos convencidas y creemos que el camino es por ahí, hace falta más reconocimiento y que se dé importancia al trabajo territorial, para evitar que se llegue al consultorio con enfermedades que se pueden prevenir”, cerró.