Hugo Alejandro Labrecht, un conocido ladrón
Años atrás, desde este medio se informaba acerca de un “personaje” que llevaba una especie de doble vida: Un trabajo estable en una reconocida firma, una familia constituida y, en sus ratos libres, salía a cometer los atracos en soledad para salvar varias deudas que había contraído.
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Era justamente Hugo Alejandro Lambrecht, quien recientemente fue nuevamente aprehendido por robar a mano armada en una verdulería. Por aquel entonces tenía 31 años y había sido detenido por la policía cuando se aprestaba a cometer un robo en un comercio de avícola denominado Plumitas, de Avellaneda y 4 de Abril. En un primer momento se resistió a la identificación y se estableció que intentaba ingresar a un vehículo Renault 11, dominio UCX-143, estacionado a escasos metros de la citada esquina.
Aprehendieron a un hombre por robar con un cuchillo y un arma falsa en una verdulería
En la requisa se detectó que tenía dos celulares, además de una bolsa de tela de características similares a la apreciada en filmaciones obtenidas durante otros asaltos.
Asimismo, fue hallada una réplica de arma de fuego (pistola) con cargador y corredera de color plateado con mecanismo de desplace, similar al accionado en varios hechos, además de dinero en efectivo y un cuello de tela color rojo y negro (coincidente al mencionado en distintos hechos).
Lambrecht se hizo conocido porque repetía sus atracos en los mismos lugares, conducta que llamaba la atención por cómo desafiaba a todo el sistema, confiaron oportunamente desde la policía.
Los hechos en su contra
Este medio había logrado acceder al expedienten en el que constataban los hechos que se le endilgaban al acusado.
El primero había sido por un caso acontecido en mayo de 2014, cuando ingresó a una sucursal de la cadena de heladerías Grido. Esgrimiendo un arma de fuego –que resultó ser de utilería- intimidó a una de las empleadas y le exigió que le entregara la recaudación.
El segundo ocurrió días después, en otro local de la misma cadena. El modus operandi fue el mismo: mientras apuntaba con el arma de juguete, gritaba: “Dénme la plata, dénme la plata…”.
El tercer hecho sucedió una semana más tarde en la misma sucursal de Grido, ubicada en Avellaneda al 1600, y repitió la modalidad del robo.
Un mes después ingresó a la panadería Del Sol ubicada en Alvear salud al 200 y, tras amenazar con la pistola a la empleada, se alzó con un botín de 2.000 pesos.