La ganadería regenerativa logra fijar carbono y más productividad
La unidad demostrativa de cría bovina “Nueva Palmira” del Inta Rafaela aplicó el manejo regenerativo del pastizal natural, lo que le permitió aumentar la biodiversidad, la fertilidad y tasa de infiltración de agua en el suelo.

Regenerar es una palabra que proviene del latín y significa dar nueva vida a algo que se degeneró para restablecerlo o mejorarlo. Así lo define la Real Academia Española (RAE). Este concepto fue aplicado para diseñar el pastoreo en la unidad productiva “Nueva Palmira” del Inta Rafaela, con muy buenos resultados.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDe acuerdo con Virginia Mazzuca -extensionista del San Cristóbal, Santa Fe-, “el pastoreo planificado con manejo hístico apunta a mejorar todo el ambiente del sistema ganadero pastoril”. Según detalló, “se busca reestablecer la fertilidad natural de los suelos, al tiempo que mejora la biodiversidad con la aparición de nuevas especies. Además, aumenta la tasa de infiltración de agua en el suelo y el porcentaje de cobertura en el suelo.
A estos indicadores se suma un aumento en el secuestro de carbono, una mejora en la productividad tanto a escala animal como de producción de forrajes y la rentabilidad del sistema. Para Mazzuca, “Si todos los indicadores mejoran, medidos por un protocolo de verificación de resultados ambientales (EOV, por sus siglas en inglés) confirman que se está regenerando el suelo”.
Para la especialista, la clave del éxito está en respetar los tiempos de recuperación de los pastizales y en planificar el pastoreo, de acuerdo con la disponibilidad de materia seca, la época del año y los requerimientos del rodeo.
Además, subrayó la importancia de considerar las características propias de cada potrero para la toma de decisiones: “No todos los potreros son iguales: por ejemplo, los potreros de bosque nativo conservan mucho más la calidad del forraje y la humedad que el pastizal abierto. Entonces, a esos lotes se les puede asignar categorías de vaquillonas con un requerimiento de mejor calidad de forraje que las vacas adultas”.
El caso
La Nueva Palmira cuenta con un rodeo de 385 vacas en servicio:11 toros, 70 vaquillonas de reposición y 320 terneros. Su superficie es de 596 hectáreas, el 15 por ciento está cubierto con especies leñosas del bosque nativo, 10 hectáreas fueron sembradas con especies megatérmicas y el área restante corresponde a praderas de “gramillar”.
Perennia es un nodo regional miembro de la Red Ovis21 en la Argentina y de la red Savory a nivel internacional que promueve la ganadería regenerativa para cuidar el ambiente, mejorar la calidad de vida rural y aumentar la rentabilidad agropecuaria.
En menos de dos años el proyecto ya sumó 70 mil hectáreas en 90 establecimientos de Santa Fe que están en proceso de aprendizaje e implementación de la agricultura regenerativa. Uno de ellos es la unidad demostrativa de cría bovina “Nueva Palmira”.
Para Martin Favre, educador en Manejo Holístico y Responsable de Nodo Perennia de Ovis 21 en Santa Fe, “la ganadería regenerativa es una oportunidad fantástica de desarrollar el ambiente y la sociedad argentina, brindando alimentos diferenciados y servicios ambientales para su población y el mundo”.
Y, en esta línea, subrayó: “La Argentina tiene una enorme oportunidad con 150 millones de hectáreas de tierras de pastoreo de manejar en forma correcta esos ambientes brindando al planeta servicios ambientales vitales y necesarios en este momento de la humanidad”.
De acuerdo con el especialista, “el manejo holístico ayuda a los productores que desean hacer ganadería regenerativa a lograr resultados económicos, sociales y ambientales, con un protocolo de medición mundialmente validado para certificar productos regenerativos y parámetros de regeneración del ambiente”.