Por Valeria Muda 

El 29 de octubre de cada año se conmemora el Día Mundial del Ataque Cerebrovascular, con el objetivo de informar y concientizar a la comunidad acerca de esta enfermedad, que puede ser mortal o generar una discapacidad para el ser humano. Este es una de las causas principales de internación domiciliaria y uno de los primeros motivos de muerte en el país. Es por ello que resulta fundamental conocer sus síntomas y formas de prevención para volver a conectarnos con lo que nos hace bien.

En términos estadísticos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que 15 millones de personas sufren un evento vascular cerebral al año en todo el mundo. De este grupo, 5 millones mueren y otros 5 millones sufren una discapacidad de por vida. Esta patología es la principal causa de discapacidad, la tercera causa de muerte en Argentina y la segunda a nivel mundial.

Frente a este contexto, siempre se aconseja consultar con urgencia al médico/a ante la aparición de algunos de los siguientes factores: repentina dificultad para articular la palabra; coordinar movimientos; confusión mental; trastornos parciales o totales de la visión; piernas, brazos o parte de la cara adormecidos o con menos fuerza; dolor de cabeza o sensación de estallido. Está estudiado que la consulta médica temprana genera mayores posibilidades de sobrevida y reduce las consecuencias que se puedan producir. 

Dentro de las patologías más atendidas en internación domiciliaria se destacan las enfermedades cardio y cerebrovasculares, lo que revela el alto porcentaje de personas asistidas que sufren alguna secuela por ACV y encuentran en esta modalidad de atención una aliada clave para su recuperación. En nuestro país, la internación domiciliaria fue incluida en el Plan Médico Obligatorio (PMO) hace 20 años, por lo que su cobertura está garantizada por las obras sociales y prepagas. Esta alternativa, que se afianza en todo el mundo, brinda a los pacientes la posibilidad de recibir en su hogar atención y cuidados multidisciplinarios de rango hospitalario, cuando todavía precisan control, monitorización y asistencia compleja.

Sin embargo, es fundamental hacer hincapié en los hábitos saludables para evitar el accidente cerebrovascular (ACV). Dadas las circunstancias que venimos atravesando, luego de dos años de pandemia y encierros, resulta imprescindible poner el foco en el vínculo, cuidado y bienestar de nuestro cuerpo. Además, debemos ser cada vez más conscientes de la relación con el ambiente, que es nuestro hogar y que está probado el impacto que tiene en nuestra salud.

Si bien las campañas son siempre de gran ayuda para lograr que la sociedad tome conciencia sobre la enfermedad, sobre sus riesgos y consecuencias, tal vez lo más complejo de las mismas, sea lograr que las personas puedan implementar los hábitos saludables en su vida cotidiana. 

Conectarnos con nuestra salud es caminar al aire libre, realizar una actividad didáctica y lúdica que nos guste. Es realizar los chequeos médicos de forma periódica. Es nutrir nuestro cuerpo con alimentos que nos hagan bien. Que nunca nos falte el vínculo con nuestro propio cuerpo, con nuestro medioambiente y con las personas que convivimos en él para lograr un desarrollo sano, vital y saludable.

(*) Licenciada en Administración de Servicios de Salud, Directora de Grupo Medihome