“A Barroso hay que frenarla para que deje de entrenarse”
Lo asegura Carlos Borrello, director técnico del seleccionado argentino. Analizó el fútbol femenino y recordó con gratitud a Clarisa Huber, la otra tandilense mundialista.
El de Carlos Borrello es el nombre más representativo en la historia de los seleccionados femeninos de Argentina. Desde su lugar de entrenador, condujo durante once años al combinado albiceleste, en dos ciclos hasta el actual que tuvo pocos días atrás la participación en la Copa del Mundo de Francia.
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Este Diario se comunicó con Borrello para conocer sus sensaciones de la reciente actuación en la cita mundialista y sus conceptos sobre la tandilense Agustina Barroso, una de las figuras destacadas desde su función de marcadora central.
-¿Qué evaluación hace de la actuación argentina en el Mundial?
-En líneas generales, creo que estuvimos a la altura de la competencia. Sabíamos que iba a ser exigente y dentro de todo respondimos de acuerdo a lo que pretendíamos.
-¿Los primeros partidos se plantearon teniendo en cuenta la superioridad de las rivales?
-Seguro, porque sabíamos que en caso de abrirnos lo podíamos pagar caro. De hecho, eso nos pasó en el gol que nos hizo Inglaterra, cuando quedamos mal escalonados. Estos rivales no perdonan. Nuestra apuesta era llegar a través de una pelota parada, pero la premisa era mantener el orden. Y apelamos a esa rebeldía que tienen nuestras jugadoras.
-¿Contra Escocia el panorama era diferente?
-Ahí cambió todo, teníamos que jugar a ganar. Fuimos a buscarlo, ellas también, estuvieron más efectivas y nos sacaron tres goles de diferencia. Con los cambios llegó la reacción y alcanzamos el empate. Si duraba cinco minutos más, alguno de los equipos hubiera ganado, porque los dos necesitábamos ganar.
-¿Esa rebeldía de la que habla ya se percibía antes de empezar el torneo? ¿Notaba a las jugadoras enchufadas?
-Sí, totalmente. Yo usé la palabra ilusión, porque en cada entrenamiento y cada amistoso el equipo demostraba estar metido. Yo sentía que la entrega la tenía asegurada. Lo que pedí y trabajamos mucho fue el orden y el trabajo colectivo.
-En ese contexto, ¿qué representa Agustina Barroso?
-A Agustina la conozco hace muchos años. Una persona sensible, afectuosa, querible. Y como jugadora crece día a día. Junto con Aldana Cometti fueron dos pilares del equipo, ya que eran las marcadoras centrales y tuvieron mucho trabajo. Tengo el mejor concepto desde lo personal y desde lo futbolístico. Ha crecido y es una central bien plantada, que da garantías en la marca.
-¿Cómo es ella en el día a día?
-La tuve en el Sub 20, en la UAI Urquiza y en el seleccionado mayor, así que la conozco bien. Hace un gran esfuerzo, es aplicada para entrenarse. Hay jugadoras a las cuales hay que exigirles más en las prácticas. A Barroso hay que frenarla para que deje de entrenarse. Tiene una obsesión con el fútbol y con la preparación. Por supuesto que todo eso tiene su premio.
Otros tiempos
-Le tocó dirigir al seleccionado en tiempos más complicados en lo organizativo. ¿Cómo fueron esos cambios?
-Básicamente, lo que cambió fue el apoyo. Yo pedía algo fundamental, que es la competencia permanente del seleccionado, con amistosos en fechas FIFA. Eso se fue corrigiendo y este año se respetará. Lo importante es que no se pare la actividad.
-¿Los partidos previos al Mundial formaron parte de eso?
-Claro, fuimos a Estados Unidos a jugar con equipos universitarios y a un cuadrangular en Australia. Lo de Australia sirvió para evaluar, para ir mejorando. Empezamos mal con Corea del Sur, cuando teníamos algunas jugadoras lesionadas, y nos acomodamos con Nueva Zelanda y el local. Esa evolución me permitió ver cosas interesantes del equipo.
-¿Darles continuidad a chicas jóvenes es una prioridad?
-En la parte estructural, es fundamental que las jóvenes tengan actividad permanente. Nos encontramos con seleccionados que nos marcan diferencias en ese aspecto. Las nuestras llegan a grandes con falencias técnicas, físicas y de conceptos de juego. Eso debe trabajarse abajo, en la parte formativa.
-¿De qué manera puede lograrse eso?
-Una buena alternativa sería que se juegue fútbol femenino en las escuelas, como ocurre en los países desarrollados. Las van corrigiendo desde chicas y eso se nota. Hoy no existe el tabú de hace diez años, cuando la nena no podía jugar al fútbol. Actualmente, a los padres les gusta que sus hijas jueguen. Hay que aprovechar eso.
-¿La reciente actuación en el Mundial puede servir para eso?
-Sí, es un envión anímico para todo el fútbol femenino. Espero que sea aprovechado.
Otra tandilense
-En su anterior ciclo por el seleccionado tuvo otra jugadora mundialista tandilense, Clarisa Huber. ¿Qué recuerda de ella?
-La conocí cuando ella tenía quince años. Una jugadora con gran capacidad para adaptarse a distintas funciones. Jugó de central, de marcadora de punta, de volante por derecha.
-Con ella ganaron el Sudamericano, en 2006, en Mar del Plata.
-Sí, pero en ese momento no se enteró nadie… Era un equipo espectacular, le ganamos a Brasil. En aquel momento pedí a AFA si se les podía dar algo a las chicas para retenerlas en el país. Faltó ese apoyo y esa generación se fue diluyendo.
Vuelta al ruedo
-¿Qué viene para el seleccionado femenino?
-La semana que viene arrancaremos con la Sub 20, que tenemos que trabajar para la eliminatoria del año que viene. Y el 9 comenzaremos con la mayor, para los Juegos Panamericanos de Lima.
-¿El plantel para Lima será similar al que jugó en Francia?
-Habrá varias que repetirán, pero también la idea es rotar y darle participación a otras jugadoras. También de movida habrá cinco menos, porque la lista de Panamericanos es de dieciocho jugadoras, cuando en el Mundial eran veintitrés.