LAS TREINTA DEL FÚTBOL
Agustín Harguindeguy, la pelota siempre al compañero
"Rulo" lleva veinte años siendo un "5" prolijo y de buen pase. Nació en San José y escaló varios niveles en otros equipos de la ciudad. El sello de un volante de esos que da gusto ver jugar.
Pocos futbolistas tandilenses han logrado mantenerse durante tanto tiempo en un nivel destacado como Agustín Harguindeguy, un “5” de corte y pase preciso.
De la cantera de Deportivo San José, “Rulo” llevó su fútbol por varios equipos locales y de la zona. Se consolidó en Independiente en distintas etapas, reforzó a Grupo Universitario en épocas de Argentino B y a Santamarina en el Argentino A. También en Tandil jugó para Excursionistas y Ferro, donde formó parte del equipo campeón 2019 y anotó un gol decisivo en la final frente al rojinegro en el estadio Dámaso Latasa.
Fuera de la ciudad, Harguindeguy pasó por Independiente de San Cayetano, Atlético San Manuel, Jorge Newbery de Lobería, Defensores de Juan N. Fernández, Sarmiento de Ayacucho y Ferrocarril Roca de Las Flores.
Clase 1983 y el menor de los hermanos futbolistas (Raimundo nació en 1977 y Gastón en 1979), Agustín siempre fue un mediocampista de esos que aportan prolijidad a sus equipos. La entrega justa al compañero mejor ubicado, gracias a una pegada certera, ha sido su característica distintiva. Sus gustos quedan reflejados en una treintena de temas.
Tu primer recuerdo de fútbol. Con mis hermanos, vivíamos en un departamento y nos íbamos a la cochera. Nos pasábamos las tardes pateando, me mandaban al arco.
Tu debut en Primera División. Fue a los 16 años, en San José, contra Excursionistas.
Tu mejor partido. Jugando para Grupo, en el Argentino B, contra Ferro de Olavarría. Hice un gol y ganamos. Fue de noche, en el estadio San Martín.
Tu peor partido. Tuve muchos, pero uno que recuerdo es con Independiente en La Pampa, en el Argentino C. Me echaron y quedamos eliminados por penales.
Una alegría del fútbol. El ascenso con Independiente en 2009.
Una tristeza del fútbol. Cuando me rompí los ligamentos cruzados, jugando para Santamarina en Copa Argentina.
Un amigo del fútbol. Tengo varios, no podría nombrar uno solo.
El mejor futbolista que tuviste de compañero. Julio “Chivi” Prezioso.
Un jugador rival. Ezequiel “Trapito” Ceballos, de Alvarado de Mar del Plata.
El mejor equipo que integraste. Independiente en 2009. Otro que jugaba mucho era el de 2016, cuando perdimos en La Pampa por penales.
El mejor equipo que enfrentaste. Unión de Mar del Plata en el Argentino C.
Un ídolo del fútbol. Ariel Ortega.
Un ídolo fuera del fútbol. Mis viejos.
Un técnico. No podría elegir uno solo, pero me quedo con “Colo” Nosei, “Geri” Villar y Duilio Botella.
Una cancha. El Agustín F. Berroeta y el José María Minella de Mar del Plata.
Un árbitro. No tengo preferencias.
Un personaje del fútbol. Guillermo “Crespito” Larrocea y el “Vasco” Vergara.
Una virtud como futbolista. Entregar todo.
Un defecto como futbolista. El temperamento.
El mejor gol que hiciste. Jugando para Newbery de Lobería, contra Villa del Parque de Tres Arroyos, desde afuera del área.
El mejor gol que viste. Uno del “Manza” Villar, jugando para Independiente. Arrancó a gambetear desde cerca del córner, hasta quedar mano a mano con el arquero.
El mejor futbolista de Tandil. Hay muchos de gran nivel.
El futbolista con mayor proyección en Tandil. Valentín Depietri.
El mejor futbolista de Argentina. “Nacho” Fernández.
El mejor futbolista del mundo. Neymar.
Un equipo en el que te hubiera gustado jugar. River Plate.
Una camiseta que te gustaría tener. La del “Burro” Ortega.
Otro deporte. Pádel.
Tu actividad, además de futbolista. Administración de consignataria de Hacienda.
Un sueño por cumplir en el fútbol. Terminar jugando con mis dos hermanos en el mismo equipo.