EL CAMPEÓN PROVINCIAL QUE ESTUVO AL BORDE DE GANAR EL TÍTULO MÁXIMO
Aquel Tandil que quedó a las puertas de la gloria
En 1973, el seleccionado de esta ciudad fue subcampeón argentino, detrás de Río Cuarto, que se impuso por haber convertido un gol más en el cuadrangular. El repaso para un equipo imborrable.
Hace cincuenta años, el seleccionado de la Liga Tandilense de Fútbol obtenía el subcampeonato en las finales del Campeonato Argentino, en Río Cuarto.
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La formación de esta ciudad desarrolló una campaña impecable, terminó en condición de invicta el cuadrangular final, pero cedió el título porque la selección anfitriona convirtió un gol más.
Previamente, Tandil había dominado la zona clasificatoria, que involucraba a la provincia de Buenos Aires y la Patagonia.
La previa
El seleccionado tandilense inició su campaña frente a Ayacucho, al que superó con un empate 2-2 como visitante y una victoria 3-1 en el estadio San Martín.
El siguiente paso fue frente a La Plata, al que se superó con dos triunfos, 2-0 en la capital provincial y 2-1 en Tandil.
Ante Necochea, la serie se inició con una derrota 0-1 en la ciudad balnearia y se cerró con un concluyente 4-1 en la serrana, que permitió seguir en carrera.
Ya en la instancia semifinal, apareció Tres Arroyos en el camino. En gran labor, Tandil se impuso por 3-2 como visitante; para sellar la clasificación con un 2-2 en casa.
Por el título provincial y un lugar en la fase final del Argentino, el adversario fue Pergamino.
Tandil viajó al norte provincial y cayó 1-2, con gol de penal de Raúl Roldán.
En la revancha, en el estadio San Martín, el local alcanzó un alto nivel y ganó 5-1. Dos goles de Raúl Roldán, otro par de Mario Rodríguez y el restante de Carlos Lasaga.
En esa jornada, Tandil formó con Enrique Del Bueno; Carlos Feriozzi, Oscar Álvarez, Oscar Mendoza, Carlos Pagano, Pedro Gourriet (reemplazado por Norberto Gómez), Aldo Varales, Mario Rodríguez, Luis Caro (Carlos Lasaga), “Cacheta” Roldán y Alfredo Pernía.
Aquel 25 de noviembre hizo recordar a las grandes conquistas tandilenses de la década del ’60, cuando el seleccionado de la Piedra Movediza supo reinar a nivel provincial.
“El fútbol de Tandil en su hora más gloriosa” destacó este Diario en su edición del día siguiente.
Y durante la semana sentenció que se trataba de “Un nuevo título que el tiempo se encargará de hacer grande”.
Nuevo desafío
Con la consagración en el ámbito provincial, Tandil se fijó como siguiente objetivo la participación en la ronda final del Argentino, por la Copa Beccar Varela.
De acuerdo al formato de la época, los cuatro ganadores regionales se encontrarían en una sede, en enfrentamientos a una sola rueda. En este caso, los participantes serían Tandil, La Rioja, Río Cuarto y San Juan.
Hubo puja por albergar el cuadrangular y Tandil aparecía con buenas posibilidades de ser sede, hasta que el 6 de diciembre se anunció que la competencia sería en Río Cuarto, por decisión de la Subsecretaría de Deportes de la Nación. Por entonces, la Asociación del Fútbol Argentino era comandada por Baldomero Gigán, en carácter de interventor.
Entonces, hasta el sur cordobés viajó la selección tandilense para competir en el nivel más alto del fútbol del interior.
Previamente, hubo amistosos en el estadio San Martín frente a Aldosivi de Mar del Plata (derrota 1-3) y el combinado de Rauch (goleada 10-0).
El plantel de Enrique Torres quedó conformado por Enrique Del Bueno, Omar Paladino, Roberto Gogorza, Alberto Zalacain, Oscar Mendoza, Carlos Feriozzi, Norberto Alonso, Oscar “Chivo” Álvarez, Norberto “Muñeco” Gómez, Carlos Pagano, Luis Caro, Alfredo Pernía, Pedro Gourriet, “Chuni” Monsalvo, Mario Rodríguez, Carlos Lasaga, Aldo Varales, Raúl Roldán, Alberto Arozarena, Juan Carlos Gamalero y Gerardo Villar.
Entre los colaboradores estaban Cela, José Cagliolo, Suárez, Guillermo Pellizari, Carlos Rossi, el doctor Jaureguiberry y el asesor letrado Botto; mientras que Pedro Fuentes comandaba la Comisión de Selecciones y Luis Mestelán presidía a la delegación, en su carácter de titular de la Liga Tandilense de Fútbol.
A jugar
Tandil abrió el cuadrangular, el martes 18 de diciembre, frente a San Juan, gran favorito según las crónicas de la época.
El equipo bonaerense se adelantó con gol de Pernía, a los 18 minutos del primer tiempo; y los cuyanos igualaron a los 15’ de la parte final, con un penal convertido por Deseff.
La formación fue con Del Bueno; Zalacain, Feriozzi, Álvarez y Alonso; Pagano (Monsalvo), Roldán y Rodríguez; Varales, Caro (Lasaga) y Pernía.
En el segundo turno en cancha de Estudiantes, el local Río Cuarto remontó dos goles de desventaja e igualó con La Rioja, 2-2.
Con el local
La segunda fecha, el jueves 20, también en Estudiantes, se inició con otra igualdad, 1-1 entre sanjuaninos y riojanos.
El cotejo de fondo, Río Cuarto vs. Tandil, terminó con el mismo resultado. Varales abrió el marcador a los 40 minutos del primer tiempo. En 4’ de la segunda parte empató Aldo Arana. En el local se lució Ricardo Aimar, padre de Pablo, con el tiempo futbolista profesional y mundialista en 2002 y 2006, hoy integrante del cuerpo técnico del seleccionado nacional.
Torres repitió la formación del debut, y las variantes fueron Monsalvo por Caro y Lasaga por Pernía.
Al cabo de dos jornadas, todos los equipos tenían 2 puntos, aunque Río Cuarto y La Rioja habían anotado un gol más que Tandil y San Juan.
Triunfo y decepción
El sábado 22 de diciembre de 1973, la jornada final del Argentino se jugó en cancha de Atenas.
En el primer turno, Tandil se impuso a La Rioja, 3-1. Díaz adelantó a los riojanos a los 38’ de la parte inicial e inmediatamente igualó Varales, a los 39’. En el segundo tiempo, Rodríguez desniveló sobre 31’ y Lasaga cerró el resultado a los 45’.
Con los mismos once de los partidos anteriores, los cambios esta vez fueron Monsalvo por Pagano y Lasaga por Caro.
Con ese resultado, Río Cuarto y San Juan estaban obligados a ganar por dos o más goles de diferencia para postergar a Tandil. Y fueron los locales los que lograron el 3-1 consagratorio ante los cuyanos.
Río Cuarto y Tandil quedaron con 4 puntos cada uno y +2 en goles, pero los cordobeses anotaron 6 y los bonaerenses 5, situación que terminó definiendo el título y la Copa Beccar Varela.
La decepción fue para la multitud tandilense que había viajado para la jornada final, encabezada por la popular “Barra del Bombo y el Muñeco”.
Al día siguiente, El Eco de Tandil lamentó “esa bronca de ser primeros y no ser campeones”. El tiempo nunca borrará los méritos de un grupo que estuvo a la altura de los mejores.