DUCCA, EL DUEÑO DEL ARCO AURINEGRO
“Demostramos que estábamos a la altura”
A medida que pasa el tiempo, el nombre de José Luis Ducca parece agigantarse tanto como lo hacía en las tres etapas en las cuales fue dueño del arco de Ramón Santamarina.
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El nacido en La Dulce ocupó la valla del aurinegro en 1980, en el ciclo ’84-’85 y en la temporada ’92-’93. No fue su único club en Tandil, ya que previamente había jugado en Ferrocarril Sud, en medio lo hizo en La Movediza (campeón en 1981) y más adelante en Grupo Universitario (campeón en 1994).
Ducca diseñó una trayectoria notable, que inició profesionalmente a fines de los ’70 en Gimnasia y Esgrima La Plata y que también tuvo pasos por Temperley, Independiente de Avellaneda, Lanús, Unión de Santa Fe y Belgrano de Córdoba.
Treinta y cinco años después del cierre de la campaña de Santamarina en el Nacional, desde su hogar en Necochea, Ducca repasó con El Eco de Tandil algunos aspectos de aquellos tiempos.
-¿Qué recordás de aquella eliminación en Salta y de la campaña en general?
-Fue una pena haber perdido, porque capaz estábamos en condiciones de pasar algunas rondas más. Fuimos visitantes y empatamos después de 120 minutos. En los penales, Central Norte nos dejó afuera. En ese partido y en toda la campaña, demostramos que estábamos a la altura.
-¿Cuáles eran las claves de ese equipo de Santamarina?
-Había un muy buen grupo y una gran conducción. Con el “Peladito” Romeo (Daniel, el entrenador), por ahí nos decíamos algunas cosas duras, pero todo era parte del trabajo.
-¿Era muy exigente Romeo?
-Por supuesto. En ese tipo de competencia te tenés que manejar como un equipo de primera división. Si no, no podés estar. Teníamos un gran cuerpo técnico, con “Yiyo” Conte de ayudante y el “Profe” Quintela.
-¿Cómo era el estilo de juego?
-Éramos un equipo bien estructurado, defensivamente no dábamos ventajas y teníamos un gran sacrificio en todas las líneas. Nos conocíamos bien, contábamos con una base de jugadores que estuvimos bastante tiempo juntos.
-¿Para vos, esa campaña representó un espaldarazo para volver al fútbol de AFA?
-Claro, yo de Tandil me fui a Temperley, que estaba en Primera División. Pero ellos ya me habían hablado incluso antes de que nosotros clasificáramos al Nacional. Sí, de alguna manera me ayudó a mantenerme en los primeros planos.
-¿Se daba mucho que jugadores de Primera División de AFA llegaran a equipos de los Regionales?
-Sí, mucho. Nosotros teníamos a Abel Coria, que jugaba con toda la experiencia, lo mismo que los Armendáriz y el “Colorado” Gauna. Y chicos de Tandil que estaban para otro nivel, como el “Negro” Conti, “Pisulino” Sommi, “Tati” Erviti, José Solimanto, Luis Petrucci que ya había estado en Independiente de Avellaneda, goleadores como Puggioni y Carlos Méndez. También el cordobés Barbero, que de acá se fue a Italia; o Gustavo Portugal, que se quedó en Necochea porque no quería jugar en otro lado. Para el Nacional vino Lacava Schell, otro gran jugador.
-¿Tu mejor partido en ese Nacional fue contra Estudiantes en La Plata?
-En La Plata me tocó atajar mucho, pero perdimos 1 a 0 por un error mío. Y con Estudiantes en Tandil también me fue bien, nos empataron sobre el final con un foul que me hicieron en un corner y que no cobraron.
-Después se cruzaron con Independiente. ¿Notaron muchas diferencias?
-No tanto, aunque era el equipo campeón del mundo que tenía Argentina. En cancha de ellos íbamos ganando y perdimos 3 a 1. Y en Tandil, el árbitro Calabria nos perjudicó claramente. Se tuvo que ir en un patrullero o una ambulancia, no me acuerdo como lo sacaron.
-¿Por qué creés que esas campañas no pudieron mantenerse?
-Aquel fue el último Nacional y ese plantel se desarmó por completo. Supongo que económicamente no había manera de sostenerse en esos niveles. Después crearon el Nacional B, que es un torneo bárbaro, pero también necesitás muchas reservas para jugarlo.
-Tandil y Santamarina lograron instalarse en esa categoría.
-Es algo muy meritorio que el club lleve casi seis años ahí. Ustedes ven equipos de jerarquía cada quince días. Ojalá la gente de Tandil entienda la importancia de estar en ese nivel.