El año que no tuvo campeón
En 1952, la Liga Tandilense de Fútbol suspendió su torneo Oficial después de tres fechas. Triunfos del seleccionado local, agresiones a árbitros y “Mingo” Pastor oficiando de juez de línea; situaciones que marcaron una temporada de características singulares.
En caso de que la situación sanitaria obligue a cancelar la Unión Regional Deportiva de este año, será la segunda vez en que ese deporte no tenga campeón oficial, desde que en 1919 se reguló la actividad oficial en Tandil.
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El único antecedente similar data de 1952, cuando diversas circunstancias derivaron en la suspensión definitiva del campeonato Oficial de la Liga Tandilense de Fútbol.
Cualquiera que repase el historial de campeones tandilenses, encontrará un escueto “no finalizó” junto al 1952, que era la trigésimo cuarta temporada desde la creación de la LTF.
Por entonces, Ferrocarril Sud lideraba el historial con diez títulos, el último de ellos logrado el año anterior. Ramón Santamarina lo seguía con ocho y al podio imaginario lo completaban Jorge Newbery y Excursionistas, con cuatro cada uno. El resto de los campeonatos ganados se repartían entre Independiente (dos), Sarmiento (uno), Defensa Tandil (uno), 25 de Mayo (uno), Juarense (uno) y Figueroa (uno).
Adentrarse en 1952 implica entender una serie de circunstancias propias de la época. Tandil contaba aproximadamente con la mitad de habitantes que en la actualidad, ya que eran 61.556 los residentes en la ciudad, según datos de la Dirección General de la Provincia. Se ubicaba en el decimocuarto puesto dentro de Buenos Aires, en un listado encabezado por La Plata, Avellaneda, San Martín, 4 de Junio (actualmente, Lanús) y Vicente López. Del interior de la provincia, apenas la superaban Mar del Plata (con casi 135 mil habitantes), Bahía Blanca (algo más de 130 mil) y Pergamino (96 mil).
Las actividades deportivas en la ciudad eran de número reducido, en comparación con la actualidad. El fútbol acaparaba la mayor atención y también el básquetbol tenía mucho seguimiento. Boxeo, automovilismo, atletismo, ciclismo, hípica y pelota a paleta eran otras disciplinas con mucho predicamento, en el último de los casos gracias a la presencia de los hermanos Faiella, sobresalientes pelotaris que se desempeñaban en Tandil. Ajedrez, casín, billar y tenis también tenían sus adeptos.
A nivel nacional, Juan Domingo Perón finalizaba su primer período presidencial (1946-1952), caracterizado por el impulso de políticas que mejoraron las condiciones sociales, laborales, culturales y económicas de la población. Fue en esa gestión que se aprobó la Ley de sufragio femenino y las mujeres pudieron ejercer su derecho al voto, por primera vez, en 1951. Por cierto, contra los prejuicios conservadores que estaban enquistados en la sociedad argentina. Cualquier parecido con la actualidad, no es pura coincidencia.
En Tandil, esa elección cerró el período de Silverio Serrano en la intendencia, reemplazado por Carlos Raúl Marzoratti.
Demoras en el torneo
El torneo Oficial de la Liga Tandilense de Fútbol de 1952 comenzó recién el 22 de junio. Previamente, desde inicios de abril, se había jugado el Preparación, que terminó con la coronación de Ferrocarril Sud, tras vencer en la final a Boca Juniors, 2-1.
La LTF era presidida por Arnaldo Cheverier, quien renunció el 22 de abril, argumentando que sus tareas particulares le impedían cumplir con ese cargo. En su lugar, fue designado Benito Gárate, con el voto de los catorce delegados presentes.
En 1951 se habían producido incidentes en varios partidos y eso se replicó en el inicio del torneo Preparación, en el cotejo entre Ramón Santamarina y Gimnasia y Esgrima. El árbitro Quinteros expulsó a cinco jugadores del equipo de la calle Sarmiento y el encuentro quedó suspendido. Había amplia tarea para el Tribunal de Penas, conformado por los titulares Carlos M. Ávila, Enrique Osa, Alberto Taglione y Dardo Valmadre; y los suplentes Víctor Eguibegui, Pedro Blanco, José Rivas y Manuel Naveyro.
El campeonato Oficial comenzó el domingo 22 de junio, en el estadio San Martín (“field oficial”, según la jerga de la época). Previamente, hubo un desfile que incluyó la presencia de deportistas, autoridades liguistas y municipales, y de la Reina del Deporte, Adelia Berdini. A la hora de jugar, Santamarina goleó a Independiente 8-2; y Sportivo Tandil hizo lo propio con Excursionistas, 6-0. Una semana después, se completó la jornada inaugural, con Ferrocarril Sud 5-Gimnasia 0 y Boca Juniors 2-Jorge Newbery 1.
Santamarina inició el torneo con Pastor; Cheves y Sklenard; Pacheco, De la Canal y Aldaya; Matías, Gárate, Franceschetti, Balcedo y Acuña.
Independiente solía presentar a Oddone; De Luca y Cejas; Magaró, Doñate y Sosa; Richter, Renis, Anderson, Vega y De Cruz.
Sportivo Tandil lo hacía con Maldonado; Elías y Losada; Pérez, Spikerman y Rosas; Redelberg, Cortés, Amestoy, Muller y Frei Díaz.
Una alineación de Excursionistas era Carlomagno; Bianco y Guzmán; Bolla, Aristegui y Casino; Otermín, Vilberg, Adamoli, García y Jarque.
La de Ferro solía incluir a Costa; Inchausti y Zeberio; Domenez, Forgue y Rodríguez; Soto, Domínguez, Ovejero, Colantonio y Diacre.
Boca, por su parte, tenía como base a Díaz; Gauna y Ayala; Garay, García y Pena; Bazán, Tello, Smael, Pascual y Sosa.
Gimnasia presentó a Cattó; Bernazza y López; Zapico, Gómez y Novo; Brain, Décima, Arellano, Basualdo y Rodríguez.
Una formación habitual de Newbery era con Menna; Lorenzo y Dehereté; Cúparo, Mariezcurrena y Castiglioni; Rodríguez, Echeverría, Cosco, Otero y Granato.
Las dos primeras fechas se desarrollaron con normalidad; y al cabo de ellas mandaban Santamarina, Sportivo Tandil y Ferro, con dos victorias cada uno, en ese orden por diferencia de goles.
Evita y el seleccionado
El fallecimiento de Eva Perón, ocurrido el 26 de julio, detuvo actividades en el país. En Tandil, el intendente Marzoratti y el secretario general Héctor Micucci, firmaron el decreto número 75, que impedía el desarrollo del deporte y funciones cinematográficas y teatrales, hasta el lunes 4 de agosto.
Tras el receso, el seleccionado de la Liga Tandilense de Fútbol dio pasos adelante en la 22da. edición del campeonato Argentino. Dejó en el camino a Azul y Olavarría, para luego adjudicarse la zona D al vencer por 2-1 a Dolores, en el estadio San Martín. Fue el 14 de septiembre y la formación local estuvo integrada por Pastor; Inchausti y Sklenard; Domenez, Forgue y Garay; Soto, Gárate, Calvo, Tello y Acuña.
La actuación del combinado tandilense frenó la marcha del torneo Oficial. Además, desarrolló algunos cotejos “intervecinales”, a modo preparatorio para las instancias finales, como el que le ganó por 3-1 a Mar del Plata.
Por cuartos de final del campeonato Argentino, a partido único, a Tandil le tocó visitar a Eva Perón, denominación que desde el 9 de agosto tomó la ciudad de La Plata. En la cancha de Estudiantes de la capital provincial, el 19 de octubre, el local ganó 4-1 y frustró las aspiraciones tandilenses. En comparación con el equipo que se presentó ante Dolores faltó el lesionado Forgue, reemplazado por De la Canal.
Para entonces, la realización del torneo Oficial de la LTF estaba desvirtuada. Recién pudo reanudarse el 26 de octubre, con la tercera fecha. Santamarina le ganó 1-0 a Ferro, en el clásico, con gol de Gárate y bajo arbitraje de Levaggi.
Ya en ámbitos dirigenciales se evaluaba la posibilidad de cancelar el campeonato. Los cálculos más optimistas referían que el torneo terminaría recién en febrero de 1953, y El Eco de Tandil dejaba en claro su postura: “Debemos tener en cuenta que el estío es contraproducente para la práctica del fútbol, y de ello tenemos ya experiencia pues no ha muchos años (sic), cuando un campeonato necesitó de tres o cuatro confrontaciones al margen, para definirse, el rendimiento de los jugadores trajo serias derivaciones, la menor de ellas, el agotamiento total de sus energías, que a la postre tuvo visos insospechados”.
Y seguía explicando que “en época propicia para la práctica del fútbol, estamos de acuerdo en que la disciplina debe existir, desde el momento en que ofrecen sus servicios, y hasta deben ponerse a las órdenes de su club, incondicionalmente. De otra manera, que es cuando los calores rigurosos hacen sentir sus efectos, entendemos que a los jugadores debe dejárseles en libertad”.
El martes 28 de octubre de 1952, el torneo tandilense quedó cancelado. En la sede de Rivadavia 350, presidió la reunión Benito Gárate y formaron parte de ella los delegados Muñoz, Gallarreta, Brun, Osa, Balbarrey, Fortunato, Núñez, Loge, Smidt, Morini, Bravo, Romeo, Rodríguez, Malinarich, Reverón y Salerno. Sin mayores objeciones y tras evaluar la situación, la dirigencia decidió dar por finalizado el campeonato.
Ascenso con incidentes
El torneo de ascenso de 1952 estuvo ajeno a la mayoría de los contratiempos que tuvo el de la categoría superior, ya que no se vio afectado por la participación del seleccionado tandilense y su desarrollo fue paralelo al campeonato Argentino.
La divisional de ascenso tenía ocho participantes: Rivadavia, La Movediza, Juventud Unida, Figueroa, Defensa Tandil, 25 de Mayo, Belgrano y Obras Sanitarias.
La lucha por el primer puesto y el salto de categoría estuvo entre Rivadavia y La Movediza. La última fecha se jugó el 28 de diciembre, con enfrentamiento entre ambos, y la victoria de La Movediza por 2-1 le permitió darle alcance a su rival en la cima de la tabla. El desenlace llegó con un penal convertido por Restelli en el minuto 88 y, tras el encuentro, fue agredido el árbitro Quinteros. “Por uno o varios parciales de Rivadavia -no pudimos establecerlo- con peligro de su propia vida”, remarcaba este Diario en su edición del lunes 29.
Para el 4 de enero de 1953 fue programado el cotejo desempate, por el ascenso. Ruda adelantó a Rivadavia mediante tiro penal y Campos empató para La Movediza, estableciendo el 1-1 que se mantuvo hasta el final. Esta vez Restelli tuvo otro remate desde los once metros, pero lo malogró. La nota llamativa la dio el árbitro Levaggi, quien dio por terminadas las acciones al cabo de los 90 minutos, cuando por reglamento correspondía jugar tiempo extra de 30’. “Se sintió cansado y se negó a seguir dirigiendo, cuando su deber era proseguir la lucha”, explicaba este Diario.
Un nuevo enfrentamiento, el 11 de enero, terminó igualado también 1-1. Vicente Ghezzi adelantó a los de Villa Laza y Viegas igualó para los albicelestes. La particularidad fue que los árbitros designados se negaron a dirigir, al considerar leves las sanciones por los incidentes ocurridos con anterioridad. Sí aceptó hacerlo Antonio Labriola, quien contó como jueces de línea a su compañero José Urbistondo y al arquero del seleccionado local, Domingo Pastor. En el transcurso de la semana, la LTF castigó a los referís rebeldes: expulsó a Alfonso Quinteros e inhabilitó por un año a Antonio Levaggi, Modesto Russiani y Alberto Fernández. En este caso, Labriola no hizo jugar el tiempo suplementario, por falta de iluminación.
El 18 de enero, otra vez en el estadio San Martín, La Movediza ganó 2-0 y logró el ascenso, nuevamente con arbitraje de Labriola y en cotejo programado una hora antes que los anteriores, para evitar que la oscuridad volviera a hacer de las suyas. Presentó a Zampatti; O. Restelli y Franco; Abel Ghezzi, E. Restelli y L. Álvarez; R. Álvarez, Paoletta, Vicente Ghezzi, Gogna y Campos. Rivadavia alistó a Pérez; Ferreyra y Quintana; Villalba, Idone y Juárez; Ruda, Sierra, Giambartolomé, Aci y Viegas. El delantero Ghezzi y Paoletta fueron autores de los goles, ambos en el segundo tiempo. Se terminaba la temporada más extraña de la historia del fútbol tandilense.