Diego Puissant puso manos a la obra en Santamarina. Tras volver a la presidencia, inició gestiones con el objetivo de normalizar a un club con numerosas deudas desde las recientes gestiones encabezadas por Pedro Cappelluti y Javier Brazzola.

El dirigente viajó ayer para mantener hoy reuniones en la Asociación del Fútbol Argentino y en Futbolistas Argentinos Agremiados. La mira está puesta en mitigar la profunda crisis, saldar deudas y afrontar de la mejor manera posible el próximo torneo Federal A.

“Me toca volver a la presidencia en el peor momento del club desde la quiebra. Viví todas esas épocas y puedo asegurarlo. Ni siquiera con el ‘Cabezón’ Barraza, cuando nos estábamos reconstruyendo, estuvimos de esta manera”, aseguró Puissant, además de detallar que “las deudas existen y alcanzan a 167 millones de pesos, hasta lo que sabemos”.