“Sos un perro con raqueta”, el relato del maltrato que sufrió “Machi” González

El tandilense Máximo González, uno de los mejores doblistas del circuito y recientemente citado para la serie que jugará la Argentina ante República Checa por la Copa Davis, recordó la etapa que vivió de joven, con Raúl Pérez Roldán como entrenador, y detalló, así como otros colegas, el calvario que atravesó.
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En una entrevista que le concedió al Podcast 3iGuales, “Machi” reconoció que en un principio el trato no era tan malo, pero que por momentos la pasó realmente mal.
“Mientras iba ganando en los torneos, la cosa estaba bien, pero si perdía me decía que era un burro. Nunca me pegó con su mano, pero un día, después de un partido, me agarró del frente de la remera (hace el gesto a la altura del cuello) y fue como medio feo. Lo que pasó fue que estaba jugando un Future en La Martona y él me hablaba y me hablaba y, en un momento, le dije que se callara. Cuando terminó el partido me vino a buscar y me agarró de la remera, pero yo lo saqué con mi brazo y eso fue algo violento fuera de la cancha. A mí no me llegó a hacer cosas como las que escuché o como las que contó Guillermo (Pérez Roldán, hijo), Raúl tenía un trato de mucha presión psicológica, te comía la cabeza”, contó.
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Aunque es cierto que nunca le propinó golpes con su mano, sí existieron las agresiones físicas: le tiraba pelotazos y raquetazos durante las prácticas: “Estábamos entrenando y siento que me grita ‘¡movete!’ Yo me doy vuelta, miro y veo pasar su raqueta por al lado de mi cabeza (y la gira, como imitando el movimiento que tuvo que hacer para esquivarla). Otro día me dijo que no me estaba moviendo y me empezó a tirar pelotazos hacia las piernas, para pegarme en los gemelos. Me los dejó doliendo, me mataban los gemelos, y me tenía que empezar a mover, aunque sea medio rengo. De éstas fueron varias, muchas veces”
“Me acuerdo que Raúl me decía: ‘vos sos un perro’. Así me decía”, detalló Machi y precisó: “Un día se puso a hablarme sobre mi futuro en el tenis y me dijo: ‘Vos sos un perro con raqueta, pero podés llegar a estar entre los 200 o 300 del mundo. Vas a vivir del tenis, vas a ser profe, a jugar Interclubes o torneos por plata, pero vas a vivir del tenis, porque podés llegar a estar entre los 200 o 300 del mundo, pero eso sos, un perro’”.
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“¿Que cómo me sentía cuando me decía todo eso? Y, me sentía así, un perro”, reconoció el tandilense y reveló que por las noche lloraba.